¿Cómo se reestructurará el Servicio Exterior frente la crisis?
El 28 de abril la Cancillería recibió en Quito 15 equipos de ventilación para respiración asistida, donados por el Colegio de Ingenieros de Barcelona y otros dos equipos donados por la Fundación Mapfre.
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El personal del Servicio Exterior y de la Cancillería se ocupan de abrir canales y tender puentes entre el Ecuador y los demás países y organismos multilaterales. Las sedes diplomáticas son clave para gestionar, por ejemplo, el retorno de los ecuatorianos en el extranjero y de recursos de cooperación internacional.
Aunque la entidad no está exenta de críticas por su gestión en la repatriación los ecuatorianos varados, que la comparte principalmente con los ministerios de Transporte y de Turismo.
Hasta el último reporte de la Cancillería, al país retornaron 4.800 ciudadanos y varios miles más aún quieren regresar.
En este momento de crisis mundial por la pandemia de Covid-19, sus funcionarios acompañan no solo a las entidades del Estado que realizan gestiones y adquisiciones internacionales, sino que también ayudan al sector privado que requiere de facilidades para gestionar recursos humanitarios.
Según el informe de situación de Riesgos del 30 de abril, ocho países (Italia, Estados Unidos, Bélgica, China, España, Canadá, Panamá y Perú) y las Naciones Unidas (ONU) han donado insumos para atender la emergencia. Entre ellos alcohol, gel antiséptico, gafas de protección, desinfectante, bolsas de bioseguridad y kits de todo tipo, entre otros productos.
Las donaciones más numerosas son de batas quirúrgicas (21.120), guantes (53.080), gorros (30.400), mascarillas quirúrgicas (272.000), kits alimentarios (78.043) y kits de diagnóstico de covid-19 (20.098).
El país también ha recibido asistencia financiera del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Canadá, China, Corea, Finlandia y Estados Unidos, asistencia médica de Argentina, Estados Unidos e Italia.
Asistencia Técnica de China, Corea, Estados Unidos, Italia, la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Suiza. Y adecuaciones para albergues de Estados Unidos y la ONU.
El despliegue diplomático y la crisis
El canciller José Valencia contó a PRIMICIAS que, además de las donaciones y la cooperación técnica, hay líneas de trabajo más constantes.
Por ejemplo, Ecuador trabaja con la ONU y todas sus agencias un programa de apoyo al país para asistencia social, alimentación, entre otros, con un fondo inicial de USD 46 millones.
En lo mismo trabajan con otros países como Corea del Sur, Estados Unidos y la Unión Europea, porque "las necesidades y requerimientos del país se van a prolongar en el tiempo, dice Valencia.
Asimismo, la Cancillería acompaña al Ministerio de Finanzas en sus gestiones con los organismos económicos con los que el país busca recursos para atender la emergencia.
El canciller Valencia sostiene que todas las oficinas del Ecuador en el exterior, diplomáticas y comerciales, deberán buscar cómo recuperar los mercados de exportación que se han deprimido por la pandemia.
Sin embargo, acepta que el Ministerio de Relaciones Exteriores deberá seguir los nuevos lineamientos de austeridad dictados por el Ejecutivo, "por la necesidad de enfrentarnos a una época de carestía de recursos que va a sufrir no solamente el Estado sino toda la sociedad ecuatoriana".
El presupuesto de la institución ha ido disminuyendo desde 2015. Para 2020 tiene asignado un presupuesto de USD 103 millones. Al igual que desde la llegada de Valencia la gestión interna del Ministerio buscó dar prioridad a la carrera diplomática y reorganizar la institución.
El Canciller sabe que tendrán que hacer reducciones adicionales, siguiendo las directrices del Ministerio de Finanzas, pero recuerda que alrededor de USD 40 millones del presupuesto institucional vienen de recursos propios por los servicios que ofrece la entidad.
Vamos a buscar hacerlo (la reducción) de una manera que no ponga en riesgo las gestiones de la Cancillería hacia afuera y que son imprescindibles.
José Valencia, canciller
Además de la cooperación internacional, la red consular debe mantener la atención a los cerca de dos millones de migrantes ecuatorianos por el mundo, recuerda el diplomático.
Las crisis exigen a las instituciones del Estado que se acoplen a los nuevos tiempos, admite Valencia. Es así que el Servicio Exterior debe responder a las nuevas necesidades e intereses de la sociedad ecuatoriana.
Esto será a través una reestructuración del Servicio Exterior para lograr la consolidación y énfasis de la presencia ecuatoriana en:
- Los países que son fuentes de divisas, donde están los migrantes.
- Enfatizar la interacción en el campo multilateral, con organismos y agencias especializadas.
- Con los países que son importantes socios comerciales del Ecuador.
- Sin descuidar la relación con nuestro entorno inmediato: América Latina.
Además, actualmente hay muchas líneas de trabajo internacional que están paradas, por la crisis sanitaria mundial. Esto implicará que el Gobierno deba revisar los plazos de ejecución y metas de distintos programas y proyectos.
Pero Valencia cuenta que hay relaciones que, pese a todo, deben mantenerse y seguirse trabajando. Por ejemplo la relación comercial con la Unión Europea, con el Comité de Comercio e Inversiones de Estados Unidos, con Sudamérica y la UE para tratar el éxodo venezolano que sigue siendo crítico.
El malestar dentro del Servicio Exterior
El 20 de abril la Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior Ecuatoriano (Afese) envió una carta al canciller Valencia con las principales preocupaciones sobre las decisiones económicas del Ejecutivo.
La misiva señala que los funcionarios están dispuestos a apoyar con la contribución del 10% de sus salarios durante nueve meses, pero no de manera definitiva como se planteó en el proyecto económico de la Ley Humanitaria.
Este es precisamente uno de los puntos de la normativa que tampoco tiene apoyo en la Asamblea Nacional.
Sin embargo, el titular de la diplomacia no está de acuerdo. Dice que "no es lo más razonable en las actuales circunstancias del país". Porque la crisis generada por la pandemia de covid-19 va a durar mucho tiempo y "nuestra contribución tiene que ser permanente (...) por el tiempo que sea necesario".
"Consideramos que para mitigar este desfase de la caja fiscal habría que analizar maneras alternativas o complementarias(...), como por ejemplo una reducción significativa de la cuota política, así como el pedido de una moratoria temporal de las contribuciones del Ecuador a determinados organismos internacionales", sugiere el documento de la Afese.
Los diplomáticos también señalan su preocupación sobre las restricciones de gastos en determinadas partidas presupuestarias, que incluyen varios ítems del Servicio Exterior, "sin los cuales no sería posible un normal y eficiente desempeño de nuestras funciones".
La respuesta del canciller Valencia es que "justamente en esta época de crisis, de demandas y de necesidades apremiantes para toda la nación, es cuando más tenemos que poner de parte con lo que tenemos. Incluso, con los recortes de recurso".
Se trata de tener un enfoque de aporte cívico y de trabajo por la sociedad ecuatoriana.
José Valencia, canciller
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