Guillermo Lasso y Leonidas Iza, en un vis-a-vis desde hace siete meses
Desde el inicio del Gobierno, el precio de los combustibles y su subsidio han sido el tema central de la discusión entre el presidente de la República y el presidente de la Conaie.
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El 2022 empezó con un nuevo intercambio de acusaciones entre el presidente Guillermo Lasso y el presidente de la Conaie, Leonidas Iza. El debate indirecto, a través de redes sociales o medios de comunicación, caracteriza la relación entre el Ejecutivo y el movimiento indígena.
Por eso no sorprende que el Primer Mandatario lo haya mencionado nuevamente en su primera entrevista del año, el 4 de enero. A la cual el dirigente indígena respondió a través de su cuenta de Twitter.
Desde la llegada de la nueva administración y previo a su nombramiento como presidente de la Conaie, Iza ya había advertido con sumarse a las movilizaciones del 11 de junio en contra del alza de los precios de los combustibles, como titular del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC).
Ya para inicios de agosto, con Iza a la cabeza de la Conaie, ambos líderes políticos mantuvieron uno de los primeros intercambios indirectos con el argumento de dialogar sobre los temas de interés para cada sector. Sin embargo, el movimiento indígena puso una fecha límite, el 11 de agosto.
El movimiento indígena insiste, desde la administración anterior, en la derogatoria del sistema de bandas, implementado por Lenín Moreno, y mantenido por la administración de Lasso, con el que se buscaba poner fin al subsidio al diésel, las gasolinas Extra, y Ecopaís.
Ante las amenazas de una movilización y paro nacional, el presidente Lasso dijo que su gobierno representa a los más vulnerables y pobres del Ecuador, “no aquellos que se visten como pobres, pero son mercantilistas".
Y desde entonces las acusaciones han ido subiendo de tono. Mientras el dirigente indígena acusa a Lasso de 'mentiroso' y 'traicionero', el Mandatario lo acusa de 'violento', 'conspirador' y 'anarquista'.
El Ejecutivo y la Conaie han mantenido tres reuniones, sin éxito. Dos de ellas de alto nivel, una entre actores secundarios. Y ha sido el movimiento indígena el que ha ganado más respaldos: la última cita fue en conjunto con otras tres organizaciones sociales, con demandas similares.
Aunque Iza y Lasso aseguran que se mantienen firmes en su vocación de diálogo, no ha habido ningún acuerdo en concreto. Y el compromiso del Gobierno de dar una respuesta oficial a las exigencias de las organizaciones sobre los combustibles a inicios de diciembre nunca llegó. Por lo que la relación se tensó aún más.
Por eso, el año pasado cerró con amenazas de acciones de hecho a partir de enero, para protestar contra las políticas del gobierno, y con la advertencia del Ejecutivo del uso de la fuerza pública para precautelar el orden.
Y, aunque la Conaie no ha dado a conocer aún ninguna de las manifestaciones que anunciaron para este mes, el 4 de enero su consejo de gobierno mantuvo una reunión de planificación. Mientras que el presidente Lasso volvió a advertir que no cederá ante amenazas.
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