Guadalupe Llori, la perseguida política que ahora dirige el Legislativo
Guadalupe Llori estuvo 11 meses detenida, acusada de terrorismo, sabotaje, fraude y peculado, durante el correísmo. Ahora dirigirá la Asamblea Nacional.
Guadalupe Llori durante su primera rueda de prensa como presidenta de la Asamblea Nacional, el 15 de mayo de 2021.
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Las imágenes son potentes y marcan dos momentos diferentes en el país.
Viernes, 7 de diciembre de 2007. Un grupo de militares y policías rompieron las puertas y las ventanas de la casa de Guadalupe Llori, en Orellana. La entonces prefecta provincial fue detenida por terrorismo y sabotaje.
Estuvo presa 11 meses y, en ese lapso, se le sumaron otros cargos por fraude y peculado. El Gobierno del entonces presidente Rafael Correa la responsabilizaba de las manifestaciones en el cantón Dayuma, contra las operaciones petroleras.
Sábado, 15 de mayo de 2021. 13 años, cinco meses y ocho días después de su detención, Guadalupe Llori fue elegida presidenta de la Asamblea Nacional. Es la primera mujer amazónica en ocupar ese cargo.
En esta ocasión, al final de la sesión, los integrantes de la Escolta Legislativa de la Policía Nacional rindieron honores a Llori, luego de que Pierina Correa, la hermana de su principal detractor, la posesionara en el cargo.
Los años de persecución
Los enfrentamientos de Llori con el régimen de Rafael Correa empezaron en 2007.
Los comuneros del cantón Dayuma, en Orellana, protestaron por las operaciones petroleras en la zona.
Solicitaban la contratación de más mano de obra local en los campos y más reinversión de las rentas hidrocarburíferas para trabajos en la zona.
Llori, en su calidad de prefecta, participó en las protestas. El 7 diciembre fue detenida y trasladada a Quito, donde estuvo presa casi un año.
El caso judicial avanzaba, pero la Asamblea Constituyente de Montecristi, en marzo de 2008, otorgó la amnistía a Llori y a otros campesinos de Dayuma que fueron detenidos en las protestas.
Sin embargo, esa decisión de la Constituyente no tuvo la aprobación del entonces presidente Correa, que incluso amenazó con renunciar si se concedía la amnistía.
“Es peor que la Mama Lucha, es tan tontísima que no se puede hablar con ella”, había dicho Correa sobre Llori en esos momentos.
Pese a que se concedió la amnistía, la presión presidencial impidió que Llori sea liberada.
La Contraloría emitió un informe especial sobre la Prefectura de Orellana y de esos documentos se desprendieron dos nuevos casos, por supuesto peculado, en contra de Llori.
Hasta que la justicia la sobreseyera y liberara, Guadalupe Llori estuvo detenida 11 meses, lo que provocó que perdiera su cargo como Prefecta.
21 años en la política
Aunque había estado ligada al activismo político y ecológico desde muy joven, Guadalupe Llori empezó su carrera política en 2000, cuando tenía 37 años.
Ganó la elección como alcaldesa de Puerto Francisco de Orellana y estuvo en el cargo hasta 2004.
Su aceptación y popularidad le sirvieron para ganar la Prefectura de Orellana, para el período 2004-2009, siendo reelecta hasta 2014.
Todas esas elecciones las ganó de la mano de Pachakutik. Junto a la organización indígena, además, ha participado de múltiples campañas presidenciales. Por ejemplo, en la elección 2006 apoyó al propio Rafael Correa.
Su elección como Presidenta de la Asamblea es el punto más alto de una carrera política de 21 años. Aunque, como Llori mismo lo califica, fue una sorpresa.
Guadalupe Llori era la segunda opción de Pachakutik para alcanzar esa dignidad, luego de Salvador Quishpe, quien no obtuvo los votos necesarios en el Pleno.
Llori se convirtió en el nexo entre la izquierda de Pachakutik, la ideología de centro de la Izquierda Democrática y la derecha de Creo. Su imagen pudo catalizar las diferencias y lograr un acuerdo de 71 votos para su elección.
"Recibí el apoyo 10 minutos antes", confesó en su primera rueda de prensa.
La alianza más complicada -en términos ideológicos- es con Creo. Sin embargo, esta no es la primera vez que Llori se acerca a esa organización política y a su líder, el presidente electo Guillermo Lasso.
En marzo de 2017, en medio de la campaña electoral para la segunda vuelta presidencial, los prefectos de la Amazonía, comandados por Guadalupe Llori, dieron su apoyo a Lasso. Sin embargo, el líder de Creo perdió esa elección ante Lenín Moreno.
Ahora, Llori ofreció darle gobernabilidad a Lasso desde la Asamblea. Y Lasso le devolvió el favor ofreciéndole trabajo conjunto.
Habrá que ver cuanto durarán esos ofrecimientos y las buenas relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo.
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