Acciones brasileñas caen tras victoria de Lula, con el gabinete en la mira
Los inversores están atentos a cualquier indicación sobre el futuro gabinete de Lula da Silva. La expectativa también recae sobre las futuras medidas en los sectores estratégicos.
Luiz Inácio Lula da Silva saluda el 30 de octubre de 2022 a sus simpatizantes, tras su triunfo en la segunda ronda de las elecciones presidenciales, en la Avenida Paulista en Sao Paulo (Brasil).
EFE
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Las acciones brasileñas que cotizan en bolsa cayeron en las primeras operaciones del lunes 31 de octubre, después de que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva ganara las elecciones presidenciales, y los inversores se preparan para una semana volátil.
Las acciones de la petrolera estatal brasileña Petrobras, que cotizan en Estados Unidos, sufrieron un desplome del 10%; mientras que el prestamista Banco Bradesco vio su cotización caer un 5%, un descenso igualado por el ETF iShares MSCI Brazil EWZ.P.
Los inversores están atentos a cualquier indicación sobre el futuro gabinete de Lula y a las señales de que el actual presidente Jair Bolsonaro cuestionará los resultados, lo que podría alimentar la tensión política que podría crear agitación.
Además, el presidente Jair Bolsonaro ha hecho acusaciones infundadas sobre el fraude en las elecciones y el año pasado habló de negarse a aceptar los resultados de la votación.
Bolsonaro y su equipo se mantienen en silencio desde que las autoridades electorales declararon la victoria de Lula.
Los sectores estratégicos
El futuro gobierno de Lula buscará intensificar la presencia del Estado en el sector de refinación de petróleo, con posibles impactos en la dirección de los precios de los combustibles de Petrobras.
Lula ganó el domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, asegurando su regreso al Palacio de Planalto, para un tercer periodo, al derrotar al mandatario Jair Bolsonaro.
Lula prometió revisar el Precio de Paridad de Importación (PPI) practicado desde 2016 por Petrobras, para que los valores de los combustibles reflejen los "costos nacionales", sin seguir, por tanto, las oscilaciones del dólar y del petróleo en el mercado internacional.
Sin embargo, es probable que el eventual cambio en la política de precios de Petrobras encuentre obstáculos en la Ley del Estado y en el estatuto de la empresa. El Gobierno también tendría que encontrar la manera de no reducir la competitividad de las importaciones, ya que en el caso del diésel actualmente abastecen alrededor del 30% de la demanda nacional.
La revisión de la política iría acompañada de un fortalecimiento de la producción de derivados de Petrobras, si el nuevo Gobierno sigue los estudios técnicos que fueron la base de su programa.
¿Revisión en el refinado?
Los asesores del Partido de los Trabajadores entienden que sería posible dirigirse a las empresas que ya han adquirido refinerías de Petrobras, para saber si están interesadas en continuar con los activos privatizados o podrían revenderlos a la empresa estatal.
El equipo de Lula también indicó una posible reevaluación del proceso de venta de las tres refinerías de Petrobras, que quedan del acuerdo firmado con el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade), que preveía la venta de ocho refinerías.
Minería
El Gobierno de Lula también podría buscar más ingresos de la exploración minera. Esta es una de las directrices que el grupo técnico del PT entregó al equipo del programa de Gobierno, previendo la institución de una tasa sobre los minerales más rentables.
El valor adicional, llamado "participación especial" -como ya existe en el sector petrolero-, afectaría potencialmente a los beneficios de Vale, que extrae en Carajás uno de los minerales con mayor contenido de hierro del mundo.
En opinión de representantes del sector minero y expertos consultados por la agencia de noticias Reuters, esto podría comprometer las inversiones de las mineras y favorecer a los principales competidores de Brasil, como Australia y Canadá, al reducir los márgenes de actividad en el país.
Sector eléctrico
En el sector de la energía eléctrica, la expectativa es que Lula mantenga el proceso de diversificación de las fuentes de generación de la matriz brasileña, principalmente a través de las energías renovables, eólica y solar.
La mayor relevancia que han adquirido las agendas climática y medioambiental en los últimos años debería tener también implicaciones en el proyecto de Lula para el sector eléctrico, ya que Brasil tiene el potencial de ser un actor importante en la transición energética mundial.
En cuanto a Eletrobras, el gigante de la energía que fue privatizado por Bolsonaro este año, los planes aún no están claros.
Aunque Lula se ha posicionado públicamente en varias ocasiones como opositor a la transferencia del control de la empresa eléctrica al sector privado, el discurso cambió hacia el final de la campaña, con el candidato diciendo que no hablaba de revertir la privatización.
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