Rusia culpa a Europa de la crisis del gas y advierte de represalias
Moscú tomaría represalias por la propuesta del Grupo de los Siete países avanzados (G7) de imponer un tope de precios al petróleo ruso.
Instalaciones energéticas de la firma estatal rusa Gazprom, la mayor empresa energética de ese país, en febrero de 2022.
Twitter Gazprom
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El Kremlin culpó el 5 de septiembre de 2022 a Occidente de provocar la peor crisis europea de abastecimiento de gas de la historia.
Rusia advirtió al Grupo de los Siete países avanzados (G7) de que Moscú tomará represalias por su plan de imponer un tope de precios al petróleo ruso.
Desde que ordenó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, el presidente Vladimir Putin acusa a Estados Unidos y sus aliados de haberse embarcado en una guerra económica contra Rusia.
Putin ha calificado a las sanciones como las más severas de la historia moderna, y ha advertido a Occidente de que enfrentará una crisis energética.
Guerra energética
Desde que comenzó la guerra, los clientes de la Unión Europea (UE) se han comprometido a reducir su dependencia de la energía rusa.
Al mismo tiempo, Moscú cortó el suministro de tres gasoductos hacia el oeste y ha redirigido el flujo de petróleo hacia el este.
El gigante del gas ruso Gazprom dijo el 2 de septiembre que el gasoducto Nord Stream 1, la principal ruta de suministro de Europa, seguiría cerrado.
Gazprom adujo que una turbina de una estación de compresión tuvo una fuga de aceite en el motor, lo que disparó los precios del gas al por mayor.
"Los problemas con el suministro de gas surgieron debido a las sanciones impuestas a Rusia por los Estados occidentales, incluidas Alemania y Gran Bretaña", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
"Insistimos en que Occidente en su conjunto (la UE, Canadá y el Reino Unido) es el culpable de que la situación haya llegado al punto en que se encuentra ahora".
Responsabilizan a Occidente
El Kremlin afirma que las sanciones están perturbando la capacidad de Siemens Energy, que suministra y da servicio a los equipos del oleoducto, para ayudar a reparar la fuga de aceite del motor.
Cuando se le preguntó si Nord Stream reanudaría el bombeo si se suavizaban las sanciones, Peskov dijo: "Definitivamente".
Los países de la UE han rechazado el argumento de Moscú. El bloque acusa a Rusia de militarizar el abastecimiento de energía.
El portavoz del Gobierno alemán dijo que la última subida del precio del gas formaba parte de la estrategia de Putin.
El Kremlin también advirtió de que Rusia tomaría represalias por la propuesta del G7 de imponer un tope de precios al petróleo ruso. Esta medida probablemente no perjudique a Rusia a menos que China e India hagan lo mismo. "Solo puede haber medidas de represalia", dijo Peskov.
Crisis del gas
Al usar sus reservas siberianas de gas y petróleo para aguijonear a Occidente por su apoyo a Ucrania, Rusia ha elevado su apuesta en la guerra al provocar una ola de inflación.
El incremento de precios podría llevar a las mayores economías de Europa a una recesión.
Rusia es el segundo exportador mundial de petróleo, después de Arabia Saudita, y el primer exportador mundial de gas natural y trigo.
Europa importa de Rusia 40% de su gas y el 30% de su petróleo.
El Kremlin culpó a las élites políticas europeas del aumento de la factura energética de sus consumidores.
"Es obvio que Europa está empeorando para la gente, los empresarios, las empresas, para vivir y trabajar: se gana menos dinero, el nivel de vida está cayendo", dijo Peskov.
"Y, por supuesto, los ciudadanos de a pie tendrán cada vez más dudas sobre el liderazgo de sus países".
Se calcula que unas 70.000 personas protestaron en Praga el 3 de septiembre, pidiendo al Gobierno checo que haga más para controlar los precios de la energía, que están en alza, y expresando su oposición a la Unión Europea y la OTAN.
Costos para Rusia
Una guerra energética también tiene costos para una superpotencia energética como Rusia.
La venta de petróleo y gas hacia el oeste ha sido uno de los negocios más rentables de Rusia desde que la Unión Soviética construyó oleoductos hacia Europa en las décadas de 1960 y 1970, a menudo a pesar de la feroz oposición de Estados Unidos.
Desviar el gas del yacimiento de Urengoy, en el norte de Siberia, hacia clientes alternativos, como China, no es una tarea sencilla. La frontera china está a 3.000 kilómetros y la construcción de un gasoducto llevaría tiempo y dinero.
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