Hanrine retoma exploración minera en La Merced de Buenos Aires
Según el jefe de Operaciones de Hanrine, Favio Ocampo, tres máquinas están perforando en la concesión Imba 1 en busca de cobre.
Una vista panorámica de un campamento temporal en la concesión Imba 1, de la empresa Hanrine, en agosto de 2021.
Acción Ecológica.
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La empresa minera Hanrine, subsidiaria en Ecuador de la australiana Hancock Prospecting, retomó sus operaciones exploratorias en la concesión Imba 1.
La concesión está ubicada en la parroquia La Merced de Buenos Aires, cantón San Miguel de Urcuquí, en la provincia de Imbabura, pero los habitantes de la zona se oponían a la actividad minera tras la tragedia ocurrida en la concesión Imba 2.
La compañía retomó las actividades luego que un juez de Quito aceptó, en julio de 2021, una acción de protección y ordenó a la Policía que garantice el libre acceso del personal de Hanrine a la concesión Imba 1.
El 3 de agosto, la Policía hizo un operativo en la entrada principal de la parroquia, donde un grupo antiminero impedía el acceso de los trabajadores de Hanrine a la concesión. Hubo cinco detenidos.
Desde ese día, personal de las fuerzas públicas patrulla las calles de La Merced de Buenos Aires y el personal de Hanrine trabaja con normalidad.
Hanrine tiene seis concesiones mineras en Imbabura, todas en etapa de exploración inicial. Cuatro de ellas están ubicadas en la parroquia La Merced de Buenos Aires: Imba 1, Imba 2, Imba 5 e Imba 6.
Mientras que dos concesiones están ubicadas en la parroquia Carolina, en el cantón Ibarra.
La parroquia La Merced de Buenos Aires y la empresa minera cobraron notoriedad debido a la llegada de unos 7.000 mineros ilegales a la concesión Imba 2 en busca de oro.
El éxodo de mineros ilegales hacia La Merced de Buenos Aires comenzó en diciembre de 2017. La mayor parte de los mineros fue expulsada por las Fuerzas Armadas en junio de 2019.
Imba 2, otra historia
Las actividades de exploración de Harnine en la concesión Imba 2, de 4.810 hectáreas, en cambio, siguen paralizadas y la zona permanece bajo el control de las Fuerzas Armadas.
El área llegó a ser conocida como la 'ciudad de plástico', debido a que los mineros ilegales usaron miles de toldos negros de plástico y trozos de madera y de cartón para armar sus campamentos en medio de la montaña.
En el lugar se registraron episodios de violencia y enormes daños al medioambiente.
El coordinador zonal norte del Ministerio de Energía, Mauricio Almeida, dice que el Gobierno todavía no ha calculado el monto de los pasivos ambientales en Imba 2.
"El costo debe ser altísimo y debe ser asumido por el Gobierno", afirma Almeida.
El comandante del Grupo de Caballería Yaguachi de las Fuerzas Armadas, Samer Pulles, informó que 70 militares vigilan la concesión minera.
Sin embargo, el comandante reconoce que por la dimensión y geografía de la zona, aún hay presencia de mineros ilegales, que ingresan por las noches a la 'ciudad de plástico' para retirar material minero abandonado.
En busca de cobre
Aunque los mineros ilegales llegaron atraídos por el oro, el jefe de Operaciones de Harnine, Favio Ocampo, explica a PRIMICIAS que la compañía está interesada en los depósitos de cobre solamente.
"Hanrine está buscando depósitos de cobre. Es posible que encontremos oro en las concesiones, pero nuestro enfoque no es dedicarnos a la explotación y extracción de oro", agrega Ocampo.
En el caso de encontrar oro, Ocampo dice que la empresa "deberá conversar con los directivos de Hanrine, de Hanckok y con el Estado, para ver qué se puede hacer con ese tipo de depósitos".
Hanrine está ahora en la exploración inicial, trabajando con tres máquinas perforadoras, y esta fase tomaría entre dos o tres años más.
En 2021, la empresa ha invertido USD 8 millones en trabajos de exploración inicial. Ocampo prevé que una cifra similar sea invertida en 2022.
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