Cuánto pagan los guayaquileños por una vivienda
Al comprar un inmueble, la población de Guayaquil prioriza la seguridad, el precio de la alícuota y las áreas comunales.
Imagen referencial de un proyecto habitacional en Vía a la Costa, en Guayaquil, en julio de 2022.
Alcaldía de Guayaquil/Twitter
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Al momento de buscar vivienda, los ciudadanos de Guayaquil están dispuestos a pagar aproximadamente USD 105.000 por unidad.
Lo dice un estudio del portal inmobiliario Properati, que analizó el comportamiento de más de 2.000 anuncios de propiedades en Guayaquil, Daule y Samborondón.
Los tres cantones y Durán conforman el Gran Guayaquil, que es una conurbación, es decir, un conjunto de ciudades que se fusionan por el crecimiento de sus poblaciones, lo que hace que sus actividades converjan.
Aunque, la Asociación de Corredores de Bienes Raíces (Acbir) de Guayas sostiene que el valor que los guayaquileños destinan a un inmueble depende de su situación socioeconómica.
Diferencias socioeconómicas
Las clases media baja y baja, conocidas como popular, pagan propiedades con precios que van desde USD 60.000 hasta USD 90.000, que las califica para créditos de vivienda de interés social (VIS) y vivienda de interés público (VIP). La tasa de interés de ese tipo de préstamos es de 4,99% al año, disponible durante 2023 y 2024.
En cambio, las clases media alta y alta están dispuestas a pagar inmuebles cuyo precio promedio oscila entre USD 150.000 y USD 250.000, afirma Sue Murillo, presidenta de Acbir Guayas y vicepresidenta de la Cámara Inmobiliaria de Ecuador.
Para Murillo, la clase media de Guayaquil se perdió a raíz de la crisis por la pandemia de Covid-19. Eso se debe al deterioro del mercado laboral y el aumento de los precios.
Sectores atractivos
En Guayaquil, la zona residencial que resulta atractiva para la clase media alta y alta es Vía a la Costa, en el oeste; y avenida Samborondón, en el nordeste.
El interés por vivir en esas zonas responde a una serie de factores. Uno de ellos es la diversificación de la oferta inmobiliaria, para que los proyectos resulten más accesibles.
Los guayaquileños con más ingresos también buscan viviendas en cantones del norte como Samborondón, Daule y Salitre, cuya oferta prioritaria son las urbanizaciones cerradas.
La migración de los guayaquileños hacia otros cantones ha derivado en el desplazamiento de la inversión del sector de la construcción de la ciudad.
En cambio, las personas del estrato socioeconómico medio bajo y bajo buscan propiedades en Vía a Daule. Allí hay ciudadelas como Villa Bonita y Ciudad Santiago, afirma Murillo.
La oferta de esas ciudadelas, en el norte de Guayaquil, se caracteriza por tener miles de unidades medianas, de entre 50 y 80 metros cuadrados. Además, tiene zonas comerciales, supermercados, piscinas, áreas verdes y circuitos para caminatas.
Las casas son apetecidas por las familias de Guayaquil, mientras que los departamentos son atractivos para los jóvenes que empiezan su vida laboral y familiar, explica Murillo.
Guayaquil de 15 minutos
¿Qué factores consideran los guayaquileños al momento de comprar una propiedad? Sobre todo, la seguridad, explica Murillo. Es decir, las urbanizaciones cerradas y proyectos con guardianía y videovigilancia.
Eso porque Guayaquil ocupa el puesto 24 en el listado de ciudades más violentas del mundo en 2022.
La inseguridad también ha llevado a que los guayaquileños prioricen las propiedades que tienen servicios, como centros comerciales u hospitales, muy cercanos.
"Las personas quieren vivir en la ciudad de los 15 minutos, porque evitan salir o poner en riesgo su integridad".
Sue Murillo, Acbir
La ciudad de los 15 minutos es un concepto de planeamiento urbanístico que propone que la mayoría de las necesidades y servicios deberían estar a distancias, caminando o en bicicleta, menores a un cuarto de hora.
Sobre la seguridad, la Acbir de Guayas recomienda a los ciudadanos acudir a corredores de bienes raíces acreditados o buscar constructoras formales, porque hay casos de estafas sobre venta o alquiler de inmuebles que no existen o están en malas condiciones.
Otros elementos que consideran los guayaquileños son los costos de la alícuota y de los mantenimientos de la propiedad. Para evitar que sus egresos superen sus ingresos, por el deterioro de su poder adquisitivo.
Después del confinamiento por la pandemia, también han ganado relevancia los amenities o áreas comunes que fomentan el deporte y las actividades al aire libre, como las canchas de padel y los senderos para caminar.
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