Los textileros ecuatorianos aprovechan la crisis logística mundial
Hilos, camisetas de fútbol, sombreros de lana, ponchos, prendas de nailon y hasta cobertores para autos producidos en Ecuador ganaron mercado en países como Colombia, Perú y Bolivia
Imagen referencial de trabajadoras en una empresa textil en Ecuador, en 2022.
Cortesía AITE
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Las ventas del sector textil llegaron a USD 1.143 millones en 2021, según la Asociación de Industriales Textiles de Ecuador (AITE). Eso equivale a una recuperación de 26%. Y frente a 2020, año golpeado por la pandemia.
La mejora de las ventas del sector se debe a un buen desempeño de sus exportaciones que crecen, incluso frente a niveles previos a la pandemia de Covid-19, es decir, 2019, explica Javier Díaz, presidente ejecutivo de la AITE.
Las exportaciones textiles ascendieron a USD 139 millones. Eso es igual a un aumento de 33% en comparación con 2020.
Frente a 2019, el incremento es de 32%.
La crisis logística
Entre los productos que registran un aumento de exportaciones están los textiles, los artículos confeccionados, el abacá, las cuerdas, los cordeles y los hilos.
"Por ejemplo, Colombia compró hilos de Ecuador porque se complicó la importación de ese insumo desde mercados de Asia, en especial por la crisis logística", explica Díaz.
A eso se suma la primera exportación de cobertores para autos desde Ecuador, que se realizó en marzo de 2022. El destino fue Perú.
Y se prevé que en las próximas semanas haya un nuevo envío de cobertores para vehículos.
"Las exportaciones de ese producto se han logrado porque China no puede proveer a los peruanos, por problemas logísticos", según Díaz.
Ecuador tiene ventajas competitivas en Colombia, Perú y Bolivia, porque sus productos ingresan sin aranceles, al ser miembro de la Comunidad Andina (CAN).
Otras exportaciones textiles que destacan son camisetas de fútbol, sombreros de lana, ponchos y prendas de nailon.
Más inventario, suspensiones y cierres
No todo es positivo. La crisis logística ha provocado alza de precios y desabastecimiento de ciertos insumos y maquinarias necesarias para las industrias de la confección.
"A una empresa que buscaba comprar una máquina desde Europa le dijeron que debía esperar 18 meses", dice Díaz.
La razón está en que, en medio de la crisis logística, el sector naviero mundial ha priorizado las rutas marítimas del hemisferio norte, donde están grandes mercados, como Estados Unidos, China y la Unión Europea.
Para evitar desabastecimientos, algunas empresas ecuatorianas han incrementado su inventario, por encima de su nivel de ventas, lo que compromete su flujo de ingresos y también significa sobrecostos, por el almacenamiento.
También hay firmas que han suspendido temporalmente algunas líneas de producción e, incluso, unas pocas han cerrado operaciones.
Cuestionamientos a China
Al igual que las ventas, la producción del sector textil ecuatoriano ha mejorado, pero no al mismo ritmo. La recuperación de la producción ha sido de 2% entre 2021 y 2020.
La producción textil crece menos que las ventas porque las empresas han comercializado el inventario que tenían represado desde 2020, explica Díaz.
A eso se suma una mayor participación de insumos chinos en el mercado ecuatoriano.
La industria local considera que ese fenómeno se debe, en parte, a una supuesta "subfacturación", afirma Díaz.
La subfacturación es una práctica en la que se hace una declaración de la mercancía por un valor inferior al de su transacción, con el fin de disminuir su base imponible para el pago de impuestos.
Debido a esa práctica, según Díaz, el precio del kilo de hilados que Ecuador importa desde China es de USD 1,73, mientras que desde la CAN es de USD 6,74, desde la Unión Europea es de USD 4,59 y desde Estados Unidos se cotiza en USD 11,59.
Y lo mismo ocurre con los tejidos y las prendas de punto. Por ejemplo, en este último segmento el precio del kilo de producto importado de China es entre 30% y 60% menor al de los otros mercados.
Hemos evidenciado que al país entran prendas de vestir a USD 0,10.
Javier Díaz, AITE
En ese contexto, la AITE espera que la Aduana mejore los controles para el ingreso de las importaciones al país.
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