BID: Ecuador perderá 4,3% de empleos formales, en el mejor escenario
Locales de repuestos para automotores en la calle Gran Colombia, en Cuenca, el 14 de abril.
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Uno de los mayores golpes del coronavirus en el mundo ha sido y será la pérdida de empleos por la restricción de movilidad y la suspensión de la jornada laboral y de las actividades económicas no esenciales en varios países.
¿Qué le depara la pandemia de Covid-19 al mercado laboral latinoamericano?
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) plantea tres posibles escenarios en la región.
En el caso de Ecuador, el 4,3% de los empleos plenos se destruirá en el mejor de los escenarios y el 14,4% si la recesión es prolongada.
Unos 3,1 millones de personas en el país tenían un empleo pleno hasta diciembre de 2019, según la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo del INEC.
En toda la región la crisis ocasionada por la la enfermedad Covid-19 puede generar una pérdida de hasta 17 millones de empleos formales, aunque esto dependerá de cómo evolucione la pandemia y de las medidas de mitigación adoptadas por los gobiernos.
"Es muy probable que los términos de intercambio para América Latina y el Caribe se deterioren de forma significativa en el corto plazo, y que el costo relativo del empleo aumente", sostiene el BID en su reporte ¿Cómo impactará la COVID-19 al empleo?
El BID agrega que "la región sufrirá un deterioro económico importante, mayor al observado durante la crisis financiera global de 2009, cuando el PIB regional se contrajo alrededor del 2%".
Crisis a corto plazo
El mejor de los casos la crisis será de corto plazo, lo que significa que la emergencia sanitaria pasará durante el segundo semestre de 2020 y que la recuperación económica comenzaría a observarse hacia finales de año.
En este escenario, Ecuador perderá 4,3% de los empleos plenos, es decir que 135.291 personas dejarán de trabajar igual o más de 40 horas a la semana, y ya no tendrán ingresos laborales iguales o superiores al salario mínimo, que es de USD 400.
En cuando a la región, la crisis a corto plazo supondría una caída del Producto Interno Bruto (PIB) que suplicaría a la de la crisis financiera mundial de 2009, según el BID.
Crisis de mediano plazo
En el segundo escenario, la recesión se extendería por tres trimestres consecutivos, lo que se traduciría en una tasa de decrecimiento cercana a los 10 puntos porcentuales del PIB, con una leve mejora prevista en el cuarto trimestre.
En ese caso Ecuador perdería 7,8% de los empleos plenos o el equivalente a 245.411 puestos de trabajo.
Recesión prolongada
El tercer escenario supone una recesión de gran magnitud, que tendría un impacto de 15 puntos porcentuales del PIB y sin recuperación económica en el mediano plazo.
En ese escenario, en Ecuador se destruiría 14,4% del empleo formal, esto quiere decir que 453.067 personas se quedarían sin empleo o migrarían a trabajos informales.
Según los cálculos del Gobierno, por efecto de la crisis, unas 508.000 personas en Ecuador podrían entrar al desempleo y otras 233.000 personas a la informalidad.
El nivel de informalidad en Latinoamérica podría llegar a 62% de la población económicamente activa, según el BID, con lo cual se perderían los avances logrados en este ámbito durante el periodo 2000-2013.
Y el BID advierte que, luego de un periodo de expansión por el boom de los commodities, la creación de empleos de calidad en la región se ha estancado en los últimos cinco años.
"Los países no han logrado avances significativos en la reducción de la informalidad. El 56% de los trabajadores no tiene acceso al sistema de pensiones, entre otros aspectos", dice el BID, que agrega que "tampoco hay mejoras en el porcentaje de trabajos que proporcionan un ingreso suficiente para superar la pobreza".
Los más golpeados
Los países más pequeños y los que dependen de los servicios serían los más afectados. "La pérdida permanente de empleo formal podría incluso sobrepasar el 25%", dice el reporte.
En cuanto a las industrias, los escenarios anteriores supondrían que el sector de comercio, restaurantes y hoteles pierda hasta 11 millones de empleos formales, seguido por tres millones de trabajos en manufactura y un millón en transporte.
Para mitigar el impacto del virus en el mercado laboral, el reporte sostiene que es posible utilizar distintos mecanismos de apoyo, que pueden ser provistos por los gobiernos nacionales y locales como:
- Medidas de apoyo directo a la protección laboral (por ejemplo, reducción de jornadas laborales y subsidios al salario).
- Diferimiento de pagos de impuestos (ingresos, IVA, contribuciones a la seguridad social), y de instrumentos financieros (préstamos, subvenciones y garantías).
- Políticas estructurales (nuevos mercados, digitalización, teletrabajo).
En los tres escenarios "es muy probable que, una vez concluida la emergencia, se deba rediseñar los esquemas de acceso y financiamiento de los sistemas de seguridad social, ligados a los mercados laborales", concluye el BID.
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