Comerciantes de disfraces temen una oscura celebración de Halloween, pero por falta de luz y de ventas
La reserva de disfraces, que se iniciaba en septiembre, no llega a los negocios dedicados a esa actividad. Se espera que el panorama cambie luego del feriado.
Los cortes de energía y la inseguridad obligan a locales como Mundo Mágico a cerrar sus puertas a las 18:00, cuando antes atendía hasta las 21:00, según sus propietarios.
- Foto
Roberto Rueda/ Primicias.
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Factores como los cortes de luz prolongados, la inseguridad y la crisis económica van proyectando una celebración con características más tétricas que terroríficas del Halloween, al menos para los locales de venta y alquiler de disfraces.
Por ahora, el entusiasmo por la fecha que, aunque no es propia del país, tiene sus adeptos, no se ha hecho sentir con la intensidad de años anteriores.
"Antes, a mediados o finales de septiembre, ya teníamos reservados los trajes más populares. Pero este año no han venido a separar ningún disfraz", reconoció Fabricio Espín, propietario de Fantasías Mundo Mágico.
PRIMICIAS visitó ese local, en el norte de Quito, el 9 de octubre. Espín dijo que la mayor incertidumbre es cuál será, hasta el 31 de octubre, la situación de la crisis eléctrica que atraviesa el país y que ha obligado a extender los horarios de cortes de luz.
"Los jóvenes, que son nuestros principales clientes, vienen y preguntan, pero no más. Como no hay una planificación a mediano plazo de los apagones, no saben si organizar las reuniones o si mejor no hacer nada", agregó Espín.
Pero ese no es el único problema que deja la falta de luz. La mayoría de estos locales fabrican sus propios trajes, pero no pueden usar las máquinas de coser cuando se quita el servicio. Eso, más la inseguridad, les obliga a cerrar temprano y tomar precauciones.
Total incertidumbre
Detrás de una estructura metálica atiende Mirian Castro en la Casa del Disfraz, ubicada en la Vicentina, en el centro-oriente de Quito.
Por su cercanía a las universidades, sus principales clientes son los estudiantes, pero este año ha recibido muy pocas visitas y solo para preguntar los trajes disponibles. Nadie ha reservado aún.
Castro dice que antes de la pandemia, Halloween era un motor económico para ese tipo de negocios. Luego del encierro, el panorama se ha ido recuperando poco a poco.
Pero reconoce que los apagones, que volvieron a finales de septiembre y se intensificaron desde el 9 de octubre, han impactado en el ánimo de los universitarios, empresas y otros negocios que ven en esta celebración una posibilidad de generar ingresos.
"Los bares y discotecas nos buscaban desde inicios de septiembre para alquilar o mandar a confeccionar los trajes de moda y hacer eventos por Halloween. Ahora, hemos conversado, pero no saben si tendrán luz esos días y prefieren no gastar aún", aseguró Mirian Castro.
Mantienen la esperanza
Pese al complejo panorama, Silvia, que es diseñadora y propietaria de la casa de disfraces Estefanía, espera que el bajón termine luego del feriado, que empieza este 11 de octubre y se extiende hasta el domingo 13.
Por eso, sigue elaborando los disfraces que están de moda que la gente podría solicitar. Los cortes de luz no han llegado a su sector. Presume que por la cercanía a un centro de privación de libertad.
Sin embargo, los problemas que afronta son similares a los que tienen otros propietarios de este tipo de negocios.
Pese a ello, confía en que personajes como el Guasón o el Joker, que "nunca pasa de moda", los superhéroes y los clásicos drácula, Freddy Krueger o Jason, de la película Martes 13, hagan reflotar sus negocios.
Compartir: