Un niño fallecido y tres personas heridas deja el aluvión que afectó a Piñas
El aluvión causado por las fuertes lluvias en Piñas, provincia de El Oro, generó víctimas y destrozos de viviendas y bienes en ese sector. Esta es la situación en la mañana siguiente.
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Vecinos de San Francisco, en Piñas, caminan entre el lodo al día siguiente del aluvión de la noche del 28 de febrero de 2025.
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Cristina Mora/PRIMICIAS
Autor:
Redacción Primicias
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La magnitud del desastre en Piñas, en la provincia de El Oro, que soportó la noche del viernes 28 de febrero intensas lluvias que provocaron un aluvión, inundaciones y víctimas, se pudo visualizar en las primeras horas de la mañana del sábado.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos reportó este 1 de marzo una persona fallecida (un niño de 8 años) y tres personas heridas debido al aluvión. Además, 60 familias afectadas (400 personas) fueron evacuadas hacia el Coliseo José Gallardo Moscoso y el Albergue San Vicente de Paúl.
Diez viviendas quedaron totalmente destruidas y otras 60 registran daños. Los enseres como colchones, almohadas, electrodomésticos quedaron en media vía y bajo del lodo, como podía verse en la zona de San Francisco. Algunos vecinos reportaron a PRIMICIAS que carecían de agua y servicio eléctrico.
El equipo técnico de Riesgos se presentó para el levantamiento de información y la activación de los respectivos recursos, al igual que el personal de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y el GAD cantonal. Los bomberos de Piñas y Portovelo también formaron parte de las tareas de evacuación.
Mientras las autoridades trabajaban en esta crisis, los habitantes del lugar se ponían botas y tomaban palas y escobas para limpiar el lodo que ingresó a las casas afectadas.
En las vías se vislumbraban carros destruidos, con la carrocería deformada o atrapados en el lodazal.
Para caminar por la zona, los vecinos se arriesgaban a cruzar sobre el cúmulo de escombros y otros se apoyaban con sogas para no resbalar debido a la gran cantidad de lodo.
Había mucho llanto y desesperación entre quienes lo perdieron todo. Escarbaban entre el montón de enseres buscando si había algo para rescatar.
En la zona de la calle Sangurima, el lodo arrastró lodo y vegetación que alcanzó una vivienda. Allí su dueño madrugó a limpiar todo y a rescatar lo que podía; su familia estaba en una casa acogiente.
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