Carro del sacerdote Enrique Arcos, asesinado, fue encontrado incinerado en Quito
Tras el hallazgo del cuerpo del sacerdote Enrique Arcos, las autoridades han realizado varios allanamientos como parte de las investigaciones para esclarecer el crimen.
El sacerdote Enrique Arcos, quien era párroco en Ambato.
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Autor:
Redacción Primicias
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La tarde del lunes 4 de noviembre la Policía Nacional confirmó el hallazgo del vehículo del sacerdote Enrique Arcos, quien un día antes fue encontrado muerto y con signos de violencia en el cantón Salcedo, en Cotopaxi.
El vehículo estaba completamente incinerado y abandonado en un camino de tercer orden en la vía a la parroquia Lloa, al sur de Quito.
Este descubrimiento se suma a la investigación en curso tras la violenta muerte del sacerdote, cuyo cuerpo fue encontrado desmembrado en el sector de Panzaleo, el pasado 3 de noviembre de 2024.
Los peritos de Criminalística llegaron al lugar del hallazgo del automóvil, donde recopilaron evidencias que puedan ayudar a esclarecer el crimen y localizar a los responsables.
El vehículo, un KIA rojo de placa TKB-4069, fue trasladado a los patios de la Policía para continuar con las investigaciones.
Un crimen que estremece
Arcos, de 53 años, fue reportado como desaparecido el 30 de octubre. Fue visto por última vez en la ciudadela Cristóbal Colón, en Ambato.
El hallazgo de su cuerpo ha generado una oleada de solidaridad en redes sociales, mientras la comunidad espera respuestas por el brutal crimen.
Las investigaciones han revelado que el sacerdote habría estado acompañado por tres hombres el día de su desaparición.
Uno de ellos, un vendedor de caramelos, es considerado un posible testigo, lo que ha llevado a las autoridades a realizar cerca de 20 allanamientos en Ambato y Quito en busca de pistas adicionales.
Curiosamente, la casa de Arcos fue allanada por los delincuentes tras su desaparición, y se sospecha que accedieron a la propiedad sin forzar las seguridades.
Su madre, Rebeca Sevilla (93 años), estaba en casa y fue atada aquel día. Ella, una vez que se fueron los delincuentes, logró quitarse las ataduras y pidió ayuda.
Se presume que los objetos robados podrían estar en Quito, lo que ha motivado a la Policía a intensificar sus operativos.
A medida que se avanza en la investigación, la División Nacional de Delitos Especiales (DINASED) continúa trabajando para identificar a los responsables de este crimen.
Las autoridades han prometido mantener informada a la comunidad sobre los avances del caso, mientras el clamor por justicia se hace cada vez más fuerte.
Monseñor Giovanny Pazmiño, de la Diócesis de Ambato, hizo llegar su nota de pesar a la familia, al igual que toda la comunidad católica del país.
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