Estas son las zonas con ‘muy alta’ vulnerabilidad al cambio climático en Guayaquil
El presupuesto municipal para la conservación del medio ambiente y la mitigación de este fenómeno natural en Guayaquil se fijó en USD 2.978.445 en 2025.
![Zonas vulnerables Guayaquil](https://imagenes.primicias.ec/files/image_480_270/uploads/2025/02/14/67af9495c91c5.jpeg)
Santiago Orejuela habita en una precaria vivienda en las calles Limper y Robles, en el sur de Guayaquil, que se inundó el 13 de febrero del 2025.
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Los inviernos de los dos años anteriores han sido 'duros' para Lucía Guerrero, una joven madre de tres hijos que vive en la cooperativa Monte Lindo, en Monte Sinaí, una zona considerada como de 'muy alta' vulnerabilidad para el cambio climático en Guayaquil.
Su casa, a la que se cambió después de la pandemia de Covid-19, se ha inundado dos veces. Con la ayuda de su esposo, pues sus hijos son menores de cinco años, ella sacó el agua de la sala y el comedor, muebles que luego puso al sol, sobre el lodo seco, en la calle frontal de su cuadra.
“Entra agua con lodo, y con fuerza. Yo vivo en una parte que no es tan alta, entonces de arriba baja el agua lluvia. Mi casa es de cemento, por suerte, pero hay otras que son de madera que sí se han venido abajo”.
Lucía Guerrero, 28 años.
Monte Sinaí, como área de expansión urbana, encabeza la lista de los sectores con ‘muy alta’ vulnerabilidad al cambio climático en Guayaquil, un fenómeno natural que ha mostrado su impacto en la última década, pero que aún no moviliza a la población y a las autoridades para reducir sus causas.
Su vulnerabilidad está dada porque “se ha ido poblando mediante invasiones sucesivas, porque sus índices de pobreza alcanzan el 40,5% y un gran número de sectores tiene una vivienda precaria”, señala un informe denominado Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático en Guayaquil de 2018.
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Deforestación y deslizamientos
Las parroquias Pascuales y Tarqui le siguen en vulnerabilidad y entre las razones figura que hay zonas donde no hay alcantarillado, “lo que las hace más sensibles frente a episodios de lluvias intensas”. Pero, también, que ambas presentan los mayores porcentajes de deforestación con 17% y 16% de superficie deforestada de 1990 a 2014, respectivamente.
Según los datos del ECU 911, entre 2010 y 2015 fallecieron en Tarqui nueve personas, víctimas de eventos climáticos extremos, cinco por causa de las inundaciones, dos por deslizamientos de tierra y otras dos por incendios forestales, detalla el informe. En ese periodo, en Tarqui se produjeron 55 incendios forestales.
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Casi la mitad de la superficie de las parroquias de Tarqui y Pascuales y un tercio de la superficie de la parroquia Febres Cordero presentan riesgos de deslizamiento de tierra.
En Pascuales se ubican, por ejemplo, amplias zonas del noroeste de Guayaquil, como Bastión Popular, Flor de Bastión, El Fortín, Guerreros del Fortín, Valerio Estacio, y otras cooperativas; mientras que en la parroquia Tarqui se encuentran el plan municipal Mucho Lote y ciudadelas como Samanes, Sauces, Alboradas, Urdesa, Ceibos, Kennedy, entre otras.
Las más de 300 industrias de Pascuales se ubican en zonas con riesgo de inundación, el 40% de ellas con riesgo alto y muy alto. Esta parroquia registra las más altas tasas de pobreza (28,5%) y analfabetismo (4,6%) de Guayaquil.
Otras cinco parroquias, Letamendi, Febres Cordero, Ximena, García Moreno y 9 de Octubre presentan una vulnerabilidad ‘alta’. En la parroquia de Ximena -señala el informe-- todas las industrias están situadas en zonas con muy alto o alto riesgo de inundación.
Sin servicios básicos en zona urbana
Sin embargo, hay asentamientos en plena zona urbana de la Ximena, donde aún viven familias sin agua potable, alcantarillado o servicios básicos.
“Llevo 40 años aquí y tenemos que tomar luz de la Universidad Salesiana, esta semana el nivel del agua avanzó unos 40 metros de la ría”.
Gustavo Beltrán, morador del barrio Cuba.
La familia de Beltrán es una de las 26 que habitan en la calle Limper y Robles, en el sur de Guayaquil. La tarde del jueves 13 de febrero, un par de familias lavaba ropa con agua almacenada en tanques y que toman de la vía pública.
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Durante la administración socialcristiana, asegura Beltrán, se les propuso el traslado a un terreno en el sur de la ciudad, incluso llegaron a notarizar las viviendas, cuenta el morador, pero “todo quedó ahí”. Nuevas administraciones municipales llegaron y aún carecen de todo lo básico, con el agravante de las inundaciones.
“Cuando sube la marea el agua entra a las casas, hay que subir las cosas para que no se dañen”, contó Santiago Orejuela, un vecino de Beltrán, quien vive en una casa al filo del río Guayas junto a dos familiares.
USD 2.813 millones en pérdidas
Acumulaciones de agua, anegamientos, inundaciones, colapsos de estructuras y casas, deslizamientos, caída de árboles, vendavales, socavones. Todos son síntomas del cambio climático, de la presión que sufre la naturaleza por las actividades industriales y contaminantes del ser humano.
Y a estos síntomas se suma el aumento de uno y hasta dos grados de la temperatura, que hace que personas con enfermedades cardiovasculares, como Judith Auqui, se sofoquen más con el calor, su corazón se acelere desarrollando arritmias o taquicardias y sea más propensa a infartos cardíacos.
El nivel del mar, por efecto del cambio climático, puede aumentar hasta 40 centímetros”, recalca Jonathan Cedeño, coordinador de la carrera de Oceanografía de la Escuela Politécnica del Litoral, Espol.
“El aumento del nivel del mar significa inundaciones. Es indiscutible la reducción de los glaciares en la Cordillera de los Andes, hemos visto reducciones del 40% desde 1980. Las inundaciones serán el fenómeno climático que ocasionará mayores pérdidas económicas en Guayaquil”.
Jonathan Cedeño, coordinador de la carrera de Oceanografía de la Escuela Politécnica del Litoral, Espol.
Por ser una ciudad costera, la ciudad enfrenta mayor riesgo. Ya en 2013 un estudio la ubicó en cuarto lugar, después de Guangzhou (China) y Mumbai y Kolkata (India), en el ranking de las más afectadas por el cambio climático, sus pérdidas alcanzarían los USD 2.813 millones en el año 2050.
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Inversión, no un gasto
El municipio de Guayaquil asegura que refuerza las acciones para enfrentar al cambio climático. “En 2025 se desarrollará un plan de acción climática con participación técnica y ciudadana. Cuatro bosques nativos urbanos serán implementados en sitios estratégicos de Guayaquil”, señaló la dirección de Ambiente en un comunicado, pues su titular, Isabel Tamariz, no aceptó entrevistas.
Además, la entidad señaló que se realiza el mantenimiento de canales para prevenir inundaciones, se conservan bosques protectores, se amplía la cobertura de forestación con especies nativas, se quema el biogás en el relleno sanitario para reducir emisiones contaminantes y se educa sobre cómo reducir la contaminación.
“Es importante destacar la entrada en funcionamiento de la planta de tratamiento de aguas residuales Las Esclusas y la construcción de la planta Los Merinos y Chongón, que convertirán a Guayaquil en la única ciudad que trata el 100% de sus aguas servidas”.
Municipio de Guayaquil.
Sin embargo, el oceanógrafo Jonathan Cedeño asegura que la prioridad es mejorar la calidad del transporte para que no sea tan contaminante y reemplazar donde sea posible el asfalto de las vías, pues impide la filtración del agua, no permite que el agua corra naturalmente, sino que se desfoga de manera concentrada en el alcantarillado.
“Las inversiones que se hacen para mitigar el cambio climático no deben verse como un gasto sino como una inversión que nos va a ahorrar las pérdidas que puedan ocurrir una vez que estos eventos lleguen a desarrollarse”, comentó el experto ambiental.
Para este año, el municipio ha destinado un presupuesto de USD 2.978.455 para la conservación del medio ambiente, ese monto incluye también, pero no se especifica, la mitigación del cambio climático en la ciudad.
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