Universidad Central: exrector se deslinda de presuntos casos de corrupción identificados por la Contraloría
El exrector de la Universidad Central del Ecuador, Fernando Sempértegui, admite que un sobrino suyo trabajó en la institución, pero asegura que se trató de un error administrativo.
Imagen de uno de los accesos a la Universidad Central del Ecuador en 2024
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Kch Comunicación
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El informe de la Contraloría General del Estado (CGE), en el que identifica presuntos casos de nepotismo, cobro excesivo de salarios y profesores que recibieron altas remuneraciones sin trabajar en la Universidad Central del Ecuador, empieza a generar reacciones.
Fernando Sempértegui, exrector de la universidad entre 2014 y 2024, durante el período en el que se cometieron estos presuntos casos de corrupción, según Contraloría, reapareció para contradecir esas afirmaciones.
Horas después de que PRIMICIAS publicó el informe, Sempértegui remitió una carta en la que se deslinda de las conclusiones a las que llegó el organismo de control.
Por ejemplo, admite que su sobrino trabajó un semestre como profesor de la facultad de Jurisprudencia.
Sostiene que se trató de un "error administrativo que lo asumo, ya que me era imposible verificar la trayectoria de parentesco de cada uno de los centenares de profesores que se contratan cada semestre".
Sempértegui agrega que estas contrataciones son revisadas por las autoridades de las facultades y del Vicerectorado Académico. "Tan pronto me enteré dispuse que se dé por terminada la contratación", asegura.
Profesor que ganó más de USD 51.000 sin trabajar
La CGE comprobó que un profesor ganó USD 51.125 entre enero de 2019 y mayo de 2020 sin haber dictado clases.
Sobre este caso, Sempértegui explica que el problema empezó cuando los estudiantes no asistieron al aula, pese a que el profesor tenía horas de clase asignadas. "El cambio de alumnos no resolvió el problema, tampoco el cambio de facultad", insiste.
Esto provocó, según el exrector, que se genere un conflicto entre la estabilidad laboral del profesor y su imposibilidad de dar clases. Es por eso que el docente optó por conseguir otro trabajo en el Instituto de Capacitación del Consejo Nacional Electoral.
Sempértegui detalla en su carta que el Consejo Universitario destituyó al docente al comprobar que tenía doble empleo.
Autoridades con salarios excesivos
Entre 2019 y 2024, 13 decanos y una directora recibieron salarios por encima de lo permitido por el Consejo de Educación Superior (CES).
Sempértegui sostiene que la Universidad Central demandó al CES ante la Corte Constitucional por la reducción de los salarios de profesores y autoridades. "Esa demanda aún no ha sido resuelta por la Corte", dice.
Agrega que la resolución del CES no es retroactiva, por lo que no puede afectar los salarios de los profesores y autoridades con contrato o nombramiento firmado antes de esa disposición.
"Los señores auditores no aceptaron nuestro argumento y establecieron que cada subdecano había recibido USD 29 mensuales demás", detalla.
Funcionario con dos cargos
En su informe, la Contraloría también identificó que un funcionario de la Universidad Central ejerció dos cargos de forma simultánea, como profesor y director de Tecnologías.
La Contraloría dice que esta persona debía trabajar ocho horas como director de Tecnologías y "horas continuadas como profesor". Lo que ocurrió fue que la universidad redujo la carga horaria de sus funciones como docente.
Sempértegui dice que, en estos casos, el reglamento de la Universidad Central brinda "facilidades para que las jornadas puedan alternarse y no ser continuas".
Sin embargo, la Contraloría desestimó ese argumento e insistió en que el funcionario debía trabajar ocho horas como director de Tecnologías y horas continuas como profesor.
Profesores sin contrato
Diez profesores empezaron a trabajar en la Universidad Central sin haber firmado sus contratos entre 2019 y 2024.
El organismo de control dice "los funcionarios encargados del proceso no elaboraron oportunamente los informes de necesidad y la certificación presupuestaria, lo que ocasionó que la universidad adquiera obligaciones sin que la prestación de lo servicios se encuentren debidamente legalizada".
Ante esto, el exrector Fernando Sempértegui admite que existen casos en los que algunos profesores empiezan a trabajar sin formalizar su relación laborar con la universidad.
Explica que esto se debe a que "se atrasan en presentar los papeles correspondientes, pero el curso debe empezar en la fecha señalada. No se puede postergar porque trastornaría toda la programación académica".
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