Tungurahua confía en sus páramos para asegurar el agua ante la sequía
La provincia de Tungurahua enfrenta la sequía apoyándose en la conservación de sus páramos, los cuales garantizan el abastecimiento de agua por al menos tres meses más.
Construir embalses y cuidar los páramos permite que Tungurahua tenga reservas para tiempos de estiaje.
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PRIMICIAS
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Redacción Primicias
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Gracias a los páramos, considerados el “almacén natural” de la provincia en Tungurahua, el agua está garantizada durante los próximos tres meses, si el estiaje persiste. La falta de agua en Ecuador ha causado estragos, como cortez de luz y de agua, además de incendios forestales.
Carlos Tábarez, director de Recursos Hídricos del Gobierno Provincial, destacó que estos ecosistemas de altura actúan como reguladores naturales del ciclo hídrico, al capturar y liberar agua lentamente hacia los ríos y embalses.
“La conservación de los páramos ha sido fundamental para garantizar el suministro de agua en medio de esta sequía.
Si bien contamos con represas como Mulacorral y Chiquiurcu, los páramos son la base que sostiene todo el sistema”, aseguró Tábarez.
Estas reservas naturales alimentan los embalses incluso en épocas de estiaje, lo que ha permitido mantener un nivel de almacenamiento estable a pesar de la falta de precipitaciones.
Estrategias de conservación y manejo hídrico
Durante los últimos 15 años, alrededor de 60 comunidades en Tungurahua han asumido el compromiso de proteger los páramos, una tarea que ha demostrado ser vital para la seguridad hídrica de la provincia.
Los "ojos de agua" y humedales que se encuentran en estos ecosistemas aportan un caudal constante, que es aprovechado tanto para el consumo humano como para el riego agrícola.
Tábarez explicó que, además de la conservación de los páramos, la provincia ha implementado estrategias clave como el mantenimiento de los embalses y la creación de microreservorios.
Estos reservorios pequeños, ubicados en zonas rurales, son parte de un esfuerzo por garantizar el agua durante la temporada seca.
En localidades como Nitón, Pelileo, se han instalado 35 microreservorios, que benefician a decenas de familias agricultoras.
“Este tipo de infraestructura asegura que los pequeños agricultores tengan acceso al agua para riego, incluso en periodos de sequía. Así, no solo protegemos el recurso hídrico, sino también la producción agrícola”, destacó Byron Cunalata, presidente de la parroquia El Rosario.
Nuevas obras para reforzar la capacidad hídrica
Aunque los embalses Mulacorral y Chiquiurcu han sido esenciales para la gestión del agua en la provincia, las autoridades construyen nuevas infraestructuras para aumentar la capacidad de almacenamiento hídrico, entre ellas el embalse Chiquicahua cuya capacidad de almacenamiento será de 3 millones de metros cúbicos.
El prefecto Manuel Caizabanda anunció que los nuevos proyectos de las represas, serán estratégicas para afrontar futuras sequías.
“Sabemos que la sequía es un fenómeno que puede volverse más frecuente con el cambio climático, por lo que estamos tomando medidas para garantizar la sostenibilidad del agua a largo plazo. La construcción de más represas y microreservorios es clave en nuestra estrategia”, enfatizó Caizabanda.
El plan provincial también contempla la construcción de 175 microreservorios adicionales en diferentes comunidades, con una inversión de más de USD 65.000. Este esfuerzo permitirá a los pequeños agricultores mantener su producción agrícola durante las épocas de sequía prolongada.
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