Lentitud estatal aumenta el drama de Leonardo Caiza, quien espera acceder a la eutanasia en Ecuador
Leonardo Caiza quiere ser el primer ecuatoriano en acceder a la eutanasia para elegir el día de su muerte. La lentitud en la entrega de sus certificados médicos podría truncar su deseo.
Leonardo Caiza quiere ser el primer ecuatoriano en acceder a la eutanasia
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Familia Leonardo Caiza
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Leonardo Caiza quiere cumplir el último deseo de su vida: acceder a la eutanasia para dejar de padecer el sufrimiento que le causa la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que le fue diagnosticada en 2019.
Esta enfermedad degenerativa y sin cura destruye las células nerviosas que controlan los músculos que ejecutan los movimientos voluntarios.
El anhelo de Leonardo, sin embargo, podría truncarse: el Hospital San Francisco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en el que recibió atención médica durante los primeros años de la enfermedad, no le entrega el certificado médico que necesita para oficializar su pedido ante el Ministerio de Salud.
Su abogada, Susana Bravo, dice a PRIMICIAS que solicitó el certificado del médico tratante el 18 de julio de 2024, sin recibir respuesta hasta las 17:00 del 8 de agosto.
"Ante las constantes negativas, fui al hospital el 2 de agosto. En la Dirección Médica dijeron que me entregarían el certificado el 5 de agosto, pero no fue así. El 7 de agosto acudí otra vez al hospital, pero me informaron que el certificado debe pasar por el departamento jurídico y que, en el mejor de los casos, lo entregarían el 12 de agosto", se queja.
Bravo asegura que este trámite en el Hospital va en contra de lo que estableció el Ministerio de Salud porque "esta es la entidad que debe decidir si una persona puede acceder a la eutanasia. Para eso creó el Reglamento y existe un Comité especializado en el tema", agrega.
El problema de esta traba administrativa no es menor, pues varios de los documentos que Leonardo Caiza debe presentar al Ministerio de Salud caducaron.
"Los informes de Psiquiatra, Psicología y el socioeconómico ya caducaron. Tendremos que pedir a la clínica en la que está internado que nos den nuevamente los documentos, con el riesgo de que se venzan otra vez porque solo duran 30 días", explica la abogada.
Mientras el proceso se alarga, la familia de Leonardo cree que su anhelo está cada vez más lejos de cumplirse porque "esta enfermedad avanza rápidamente", dice su esposa , Pilar Ordóñez.
La última vez que este hombre de 67 años hizo público su deseo de acceder a la eutanasia fue el 31 de julio de 2024, cuando pidió grabar un video que fue compartido por PRIMICIAS.
En las imágenes, Caiza aparece acostado en la cama de la clínica en la que permanece internado desde 2022. Conectado al respirador mecánico, insiste en "tener una vida y muerte digna".
PRIMICIAS solicitó la versión de los funcionarios del Hospital San Francisco, pero no obtuvo respuesta hasta las 16:30 del 8 de julio de 2024.
¿Quién es Leonardo Caiza?
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que padece Leonardo Caiza desde 2019 le arrancó gran parte de su vida.
Antes de que esta enfermedad invadiera su cuerpo, este quiteño de 67 años distribuía su tiempo entre sus tres pasiones: su familia, la música y su trabajo.
El amor de sus padres por la música despertó su interés por aprender a tocar la guitarra. Cuando cumplió 15 años ya dominaba el instrumento y era uno de los animadores de las fiestas familiares.
Aunque nunca optó por dedicarse a la música por completo, siempre que tenía la posibilidad mostraba sus habilidades, que incluían una afinada voz para cantar música nacional y rancheras, recuerdan con cariño sus familiares.
Años más tarde, y ante la necesidad de conseguir ingresos económicos, encontró empleo en el sector de transporte. Primero como conductor de un camión y luego de un taxi, que lo acompañó hasta 2019 cuando la enfermedad lo obligó a dejar de trabajar.
Su esposa, Pilar Ordóñez, dice que Leonardo era feliz con lo que hacía. "La música y su trabajo eran parte importante de su vida, pero la familia era lo más sagrado".
Recuerda que le gustaba viajar por todo el país. "Nos llevaba a muchos lugares y era feliz cuando veía que nuestros hijos conocían diferentes ciudades", dice con la voz entrecortada.
Sin embargo, todo cambio cuando la enfermedad empezó a paralizar su cuerpo. Los paseos fueron reemplazados por citas en decenas de médicos y las tardes de música por emergencias en hospitales.
Ordóñez dice que la situación llegó a su punto más difícil a finales de 2021 cuando la esclerosis lateral amiotrófica paralizó completamente su cuerpo.
Un año después, y ya sin poderse mover, fue internado en una clínica de cuidados paliativos, ubicada en el norte de Quito, en la que permanece a la espera de que el Hospital San Francisco le entregue su certificado médico para que su abogada ingrese el pedido de acceso a la eutanasia en el Ministerio de Salud.
Su esposa asegura que la familia lo respalda en su decisión, aunque admite que si las autoridades dan paso a la solicitud será uno de los días más tristes de su vida.
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