La historia del Señor de Girón o de las Aguas, a quien los azuayos católicos vuelven a acudir para que “haga llover”
Este 19 de noviembre, Cuenca recibe al Señor de Girón, una imagen a la que los azuayos homenajean cada año durante la época de siembras y también es venerada por los migrantes.
Fieles católicos en una procesión con la imagen del Señor de Girón, en el cantón del mismo nombre, el 19 de noviembre de 2024.
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Cortesía Arquidiócesis de Cuenca
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En un día de intenso sol y con el cielo despejado, este martes 19 de noviembre, los fieles católicos de Cuenca se alistan para recibir a una de las imágenes que mayor devoción despierta en Azuay: el Señor de Girón, conocido también como el Señor de las Aguas. La razón: la extrema sequía hidrológica que atraviesa el Austro de Ecuador.
El Señor de Girón, un Cristo crucificado, tiene buena fama entre los católicos del Azuay. La principal devoción está entre los cientos de migrantes que han salido desde hace décadas de este cantón ubicado al sur de Cuenca.
En su honor, cada año, en Girón se realiza una de las mayores fiestas populares y religiosas del Azuay, en la que actualmente los migrantes gastan miles de dólares para homenajear a la imagen.
Es una fiesta que une la fe religiosa con la cosmovisión andina, porque, además de las misas y los actos de fe católica en honor a la imagen, hay también muchos ritos que tienen un origen ancestral.
Una devoción unida a la época de siembras
La celebración, a la que se conoce como la Fiesta de Toros en honor al Señor de Girón, dura seis semanas y se lleva a cabo entre octubre y noviembre previo a la época de siembra.
Se llama fiesta de toros porque, en realidad, el otro personaje principal de la celebración es este animal. Parte de la celebración eran corridas de toros por las calles de Girón y el sacrificio de los animales.
La intención de la fiesta es, justamente, homenajear a la imagen, llamada también como 'Señor de las Aguas', para que existan las suficientes lluvias para las siembras.
Por eso, la fallecida investigadora y escritora María Rosa Crespo la llamó también una "fiesta religiosa agraria", considerando que es una zona que depende en gran medida de la agricultura y, por ende, de las lluvias de la época.
¿Cómo llegó la imagen a Girón?
La escultura fue parte de una donación de Don Juan de Salinas, un minero español que tenía minas en la zona de Cañaribamba, a la parroquia de Chaurarurco, pero que luego fue entregada a Girón, en 1822, según reseña una publicación de la Casa de la Cultura del Azuay.
En la publicación 'Estudios, Crónicas y Relatos de nuestra Tierra' (Casa de la Cultura, 1996), María Rosa Crespo contaba que esta imagen ha sido trasladada de Girón a Cuenca en varias ocasiones "para propiciar, a través de misas, velaciones y procesiones, las lluvias en épocas de marcada sequía", como la de este 2024.
Ya que, según la tradición, la imagen de este Cristo "hace llover", relataba la investigadora en su publicación.
Traslado de la imagen a Cuenca
Por esa razón, este 19 de noviembre de 2024, el día que en Cuenca se cumplen 130 días de sequía hidrológica, la Iglesia Católica ha vuelto a acudir al Señor de las Aguas, que salió en una multitudinaria procesión en horas de la mañana.
Al medio día, la imagen ya llegó a la parroquia Tarqui, en el sur de Cuenca, y en las próximas horas atravesará la ciudad. La caravana pasará por la iglesia de Fátima, en la avenida Loja, San Roque, El Vado, calle Larga, y llegará a la Catedral de la Inmaculada, en donde habrá una misa a las 15:00.
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