El Niño Viajero de Cuenca irá elegante al Pase del 24 de diciembre, con un traje de terciopelo hecho a mano
Cuenca ya se alista para una de sus mayores tradiciones religiosas y culturales. El traje del Niño Viajero es elaborado por las madres del Monasterio del Carmen.
La Hermana Ana María presenta el traje que vestirá el Niño Viajero el 24 de diciembre de 2024 en el tradicional Pase de Cuenca.
- Foto
Boris Romoleroux/API
Autor:
Redacción Primicias
Actualizada:
Compartir:
El Niño Viajero de Cuenca vestirá de gala el 24 de diciembre próximo, en el tradicional Pase, que se ha convertido en la expresión cultural y religiosa más grande de la capital azuaya.
Aunque aún faltan unos días, el Pase del Niño Viajero ya genera un gran movimiento en la comunidad religiosa de Cuenca. El lunes 9 de diciembre, se presentó el traje que vestirá la venerada imagen ese día.
Se trata de un vestido de 51 centímetros de terciopelo verde, bordado con hilo de seda y decorado con réplicas de diamantes traídas de Estados Unidos.
El traje que el Niño Viajero luce en el Pase del 24 de diciembre es cuidadosamente elaborado cada año por las madres del Monasterio del Carmen.
Este año, cinco religiosas estuvieron a cargo de la confección del traje. La Hermana Ana María del niño de Praga, Abadesa del Monasterio, es la encargada principal de esta tarea.
¿Qué representa el traje que el Niño Viajero lucirá en 2024?
Este año, las religiosas eligieron una tela de terciopelo verde, un color que en la Iglesia Católica se usa en el tiempo ordinario, es decir, en el período que va desde el Bautismo de Jesús hasta la Cuaresma, también desde Pentecostés al Adviento.
Pero además, el verde fue elegido para representar el lema 'Peregrinos de la esperanza', del Año Santo, que iniciará este 24 de diciembre de 2024.
Las hermanas bordaron pensamientos de colores con los hilos de seda, que representan la alegría de quienes asisten a la gran pasada.
Este vestido se usará solo el 24 de diciembre de este año. La imagen cuenta con decenas de vestidos, que han sido donados por los devotos y estos son utilizados en las diferentes celebraciones previas al Pase del Niño, como el pregón y la novena.
Una tradición que trasciende lo religioso
El Pase del Niño Viajero congrega a más de 50.000 personas en las calles de Cuenca cada 24 de diciembre.
Además de ser un evento religioso, tiene una alta carga cultural, social y simbólica, explica el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural en una publicación.
Para que el Pase del Niño Viajero se lleve a cabo, hay una "compleja organización" y se requiere la participación de múltiples actores sociales: priostes; artesanos que con meses de anticipación elaboran los trajes; barrios populares; bandas de pueblo; asociaciones sin fines de lucro; congregaciones, entre otros.
Compartir: