La historia de Amada, la adolescente ecuatoriana que espera una sentencia para registrar su cambio de sexo
La Corte Constitucional debe decidir si Amada, una adolescente trans, puede cambiar su sexo en la cédula de identidad. Sus padres esperan que el organismo cree un precedente para otros niños trans.
Amada en Canadá
- Foto
Cortesía Carolina
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Uno de los sueños de Amada es que nadie tenga dudas de quién es: una adolescente trans que "desde sus primeros años de vida manifestó su identidad abiertamente", según sus padres. Actualmente espera una sentencia de la Corte Constitucional para registrar su cambio de sexo en la cédula de identidad.
Cuando nació, en 2009, sus padres la criaron como un niño y le compraron ropa y juguetes con los que pensaron que se divertiría, pero eso no ocurrió. A ese niño siempre le llamó la atención el mundo de las niñas
"No tenía ni dos años y comenzamos a ver que le gustaba verse en el espejo y peinarse. Siempre tomaba vestidos para ponerse", dice su madre Carolina desde Canadá, en donde viven desde 2021. Su nombre real prefiere mantenerlo en reserva para que su familia no sea víctima de hostigamiento.
Recuerda que a los tres años, Amada les pidió que su cumpleaños sea una fiesta de princesas. Las dudas sobre el comportamiento de su hijo la inundaron, al igual que a su esposo Camilo.
"Aceptó vestirse de príncipe, pero durante la celebración lloró tanto que la terminamos", dice el padre.
Ese momento marcó la vida de esta familia, que reconoció las preferencias del niño y empezó a buscar información acerca de su comportamiento.
"Fuimos a librerías y no encontramos nada. Buscamos en Internet y hubo muy poca información hasta que llegamos con la Asociación Chrysallis, una fundación española que vela por los derechos de la comunidad trans", agrega Camilo.
Las conversaciones con miembros de esa fundación fueron fundamentales para que la pareja conozca y entienda lo que ocurría con su hijo. Para que no crean que ese niño tenía alguna enfermedad o un problema psicológico.
Discriminación y migración
Con el paso de los años, Amada mostraba con más convicción la necesidad de querer verse como niña. Cuando cumplió siete años empezó a usar ropa de niñas en todo momento. Pese a que sus padres la veían feliz, sabían que eso le traería problemas de tipo social.
El psicólogo Édgar Zúñiga explica que "las personas transgénero tienen una inconformidad entre su sexo biológico y la forma en la que se autoperciben. Esto se traduce en que una persona que nació como hombre, se percibe como mujer, o viceversa”.
El experto asegura que no hay una explicación por la que una persona que nació hombre se autoperciba como mujer. "Se trata de una lotería o de una expresión natural de la sexualidad", dice.
Precisamente, Zúñiga fue quien ayudó a los padres de Amada a entender el proceso que estaba viviendo y lo que tenían que hacer para apoyarla.
"Fueron años muy duros porque Amada estudiaba en una escuela católica y tuvimos que sacarla"
Carolina
Lo que nunca imaginó es que Amada sería rechazada en 14 escuelas. "Nos decían que estaba enferma o que no la podían recibir, pese a que estábamos dispuestos a pagar una pensión más alta", recuerda indignada la madre.
En medio del dolor y antes de que Amada llegue a la adolescencia, se plantearon la posibilidad de emigrar, pues no querían que su hija siga sufriendo bullying y discriminación.
Tras largas noches de conversaciones, decidieron salir del país y en 2021 llegaron a Canadá, donde "vivimos como una familia normal, sin miradas que nos juzguen", dice Carolina.
El caso Amada en la justicia
Cuando Carolina y Camilo comprendieron que Amada realmente quería ser una niña emprendieron la tarea de cambiar su nombre y su sexo.
Los abogados de la Fundación Pakta tomaron el caso y en 2018 recibieron una sentencia favorable de un juzgado de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de Quito que obligó al Registro Civil a cambiar el nombre y sexo de Amada en su cédula de identidad.
El abogado Christian Paula recuerda que Amada recibió el documento con su nuevo nombre y las palabras: género femenino, en el lugar en el que consta el sexo de cada ciudadano.
Pero días después, el Registro Civil apeló la decisión y un juez provincial elevó el caso a la Corte Constitucional.
"El problema es que Amada tiene sus documentos con los cambios ordenados por el juez de primera instancia, pero tras la apelación, estos datos fueron borrados de la base del Registro Civil", explica.
Ahora, la familia espera el pronunciamiento de la Corte Constitucional, que el 6 de enero de 2025 llevó a cabo la audiencia en la que escuchó los argumentos a favor y en contra de la petición de su familia.
Paula asegura que el máximo órgano de interpretación constitucional tiene "precedentes para dar una sentencia favorable". Enumera, por ejemplo, la sentencia de 2017 en la que dio paso a que las personas trans mayores de 18 años puedan hacer el cambio de nombre y de sexo.
Además, destaca que ese mismo año, la Corte emitió un fallo en el que autorizó a que una niña borre de su cédula de identidad el apellido de su padre.
"La Corte reafirmó el derecho que tienen los niños para elegir los elementos que pueden tener su nombre y su identidad".
Christian Paula, Fundación Pakta
A estos casos se suma uno más reciente en el que la Corte se pronunció sobre los derechos de los niños trans.
En noviemebre de 2024, el organismo aceptó una acción extraordinaria de protección por un caso de discriminación por género en una escuela privada de Salinas.
El caso se refiere a una familia española (que ya no reside en Ecuador) que había denunciado en 2017 que una unidad educativa de Salinas discriminó a su hija de cinco años a la que han identificado como transgénero.
En el texto de 116 páginas, la Corte reconoce que la "unidad educativa vulneró los derechos" de la menor de edad "a la igualdad y no discriminación, al libre desarrollo de la personalidad, a la educación en el componente de adaptabilidad, al interés superior del niño y el derecho a ser escuchado".
En su sentencia, la Corte dispuso que el Ministerio de Educación, en el término máximo de 180 días desde la notificación de la sentencia, "diseñe un protocolo de acompañamiento a niñas, niños y adolescentes, de conformidad con la guía de orientaciones técnicas para prevenir y combatir la discriminación por diversidad sexual e identidad de género en el sistema educativo nacional".
Tras conocer el fallo, la Iglesia Católica mostró su rechazo porque asegura que "la Corte impone la ideología de género en el sistema educativo al promover una transición de género en niños cinco cinco años".
"La sentencia constituye un nuevo y muy peligroso atropello a la integridad de los menores de edad".
Iglesia Católica
Los padres de Amada conocieron este caso y ahora confían en que, tras siete años lucha, su hija pueda cumplir el sueño de que sus documentos reflejen su verdadera identidad.
Compartir: