Hasta motos acuáticas hubo en zona inundada en vía Jujan-Babahoyo, que se convirtió en 'balneario invernal' este feriado de carnaval
Cientos de personas aprovecharon la laguna natural que se formó por el fuerte temporal y la usaron como playa. Hasta el comercio se instaló sobre el área inundada.

Decenas de personas disfrutaron de un improvisado balneario que se formó con la acumulación de lluvias en la vía Jujan-Babahoyo. 4 de marzo del 2025.
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“El balneario más popular del Ecuador”, así se vendía en redes sociales una extensa zona inundada en la vía Jujan-Babahoyo, a la altura del recinto Las Cañitas, que cientos de bañistas decidieron convertirla en playa durante este feriado de carnaval.
“Al mal tiempo, buena cara”, decía entre risas una jujanense sobre un bote que recorría este “balneario”, mientras una de sus amigas abría los brazos al estilo ‘Titanic’ sobre una esquina de la pequeña embarcación.
Lanchas y motos acuáticas, canoas o una simple boya para los más pequeños, todo sirvió para distraerse en este sector ubicado en el kilómetro 53 de la vía Jujan-Babahoyo, cerca de la piladora Ledesma, donde el invierno cada año golpea con fuerza el territorio, pero no la actitud de los habitantes.
“Es gratis, la moto acuática es gratis”, repetía un hombre que hacía fila en una columna de al menos cincuenta personas que abrazándose una a otra impedían que algún infiltrado les robe su turno para abordar el paseo acuático.
Con restos de polvo blanco o de todos los colores en el rostro, los felices bañistas se olvidaron de la crisis económica, del fuerte temporal, y entre algarabía saludaban a la cámara del periódico digital Jujanense, que transmitió en vivo el disfrute de los habitantes de Las Cañitas.
“Hasta ocho personas puedo llevar en el bote, para ir suave”, decía el conductor de una embarcación que sin costo llevaba a los turistas a recorrer el improvisado balneario. En el camino, todos saludaban, reían y tocaban el agua que por el motor del bote formaba olas.
Algunos de los entrevistados aseguraron que la canoa y la moto acuática fueron donadas por el concejal Jacinto Flores para que sean utilizadas gratuitamente por los habitantes.
“Este servicio lo tengo ya tiempo, meto cinco aparatos, un yate, una boya, todos los años para que se diviertan, aquí estamos mejor que en la playa. Me gusta encantar a los niños y adultos que se pelean por embarcarse”.
Jacinto Flores, concejal de Jujan
El mismo concejal por ratos manejaba la moto acuática para trasladar a los visitantes.
“Como hay bastante gente, solo dos vueltas nomás, es gratis”, repetía Flores mientras los pasajeros se sujetaban entre sí para no caer en la mitad del recorrido y sus familiares los despedían nerviosos esperando su turno de diversión.

En la orilla el agua llegaba al pecho, y ahí los más pequeños se apoyaban en boyas para no hundirse, mientras sus padres los vigilaban sin más preocupación que la de aprovechar cada momento del feriado.
Ni los resfriados, el fuerte sol o enfermedades de la piel como los hongos tuvo mayor importancia. “Sí, los hongos, pero ya qué”, decía una madre mientras que otra comentó que “así uno coge anticuerpos”.
Y mientras los bañistas disfrutaban en este “balneario”, los conductores que pasaban por esta vía hacían malabares para evitar el daño de sus vehículos, debido al nivel del agua, que afectaba los cuatro carriles de circulación, aproximadamente 50 metros de la calzada.
Al lento paso de los vehículos, decenas de comerciantes los abordaban para vender todo cuanto había. Desde salchipapas, refrescos, prensados, golosinas, tortillas de verde, chifles, empanadas, agua, colas, fritada, choclos, en fin, una variedad de alimentos que también se ofrecía a los bañistas.

Tampoco faltó la venta de artículos playeros, desde gafas, bloqueadores de sol, gorras, zapatillas y también productos del carnaval, polvos de colores, espumas, pistolas de agua y más.
“Nos ha ido muy bien, muy lindo, para qué”, comentaba la vendedora de corviches de pescado mientras agregaba mayonesa para servicio a un comensal.
Cerca, una bañista resumía la actitud de los ecuatorianos que se concentraron en el lugar. “Así somos los seres humanos, que aprovechamos las oportunidades a pesar de las calamidades que se presentan”.
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