Monseñor Luis Cabrera dice que tomó con “sorpresa y temor” su designación como el sexto cardenal de Ecuador
El arzobispo de Guayaquil compartió sus impresiones sobre su designación como cardenal y los desafíos de la Iglesia en Ecuador.
Monseñor Luis Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil, en una rueda de prensa el 30 de octubre de 2024.
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En su primera intervención pública tras su nombramiento como Cardenal de la Iglesia Católica, monseñor Luis Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil, contó que lo tomó por sorpresa la nueva responsabilidad.
"No es un honor ni un reconocimiento a mérito alguno, sino un llamado al servicio", subrayó Cabrera en una conferencia de prensa ofrecida este 30 de octubre en el Palacio Arzobispal de Guayaquil.
Monseñor Cabrera relató que conoció la noticia durante una visita a Subiaco, Italia, mientras participaba en un sínodo en Roma, el pasado 6 de octubre.
“Estábamos visitando a unas hermanas franciscanas cuando monseñor David de la Torre me comunicó que el Papa había designado a un cardenal para Ecuador. Al principio no lo creí; fue un momento de sorpresa y temor ante la gran responsabilidad”.
Monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil.
El prelado, de 69 años, originario de Azogues, contó que como arzobispo ya proyectaba su retiro a los 75 años, como lo establecen las leyes de la Iglesia. Y ahora será un servidor “hasta el fin de mis días”.
El nuevo cardenal señaló que el sínodo –un encuentro global de más de 400 representantes de la Iglesia– le recordó la necesidad de "caminar juntos" con el pueblo y de abordar los desafíos contemporáneos.
Además de su papel como consejero del Papa, monseñor Cabrera destacó que uno de los grandes desafíos es cómo anunciar el mensaje de Jesús en un contexto de profundas divisiones sociales y conflictos.
"Es un llamado a reflexionar sobre nuestras relaciones: con los demás, con la naturaleza y con Dios. La paz comienza en el corazón de cada uno, en un corazón reconciliado y abierto al servicio”, añadió. “El tema de la paz es fundamental para Ecuador”, señaló.
Monseñor Cabrera, quien ha liderado diversos proyectos sociales en las zonas más vulnerables de Guayaquil, recordó que más del 90% de las escuelas y colegios de la Arquidiócesis está en áreas de alta necesidad, al igual que una red de dispensarios médicos que atiende a más de 900.000 personas al año.
También dijo que la designación como cardenal supone asistir al Papa en lo que requiera y nominar a un nuevo pontífice en caso de muerte o renuncia.
Además, apuntó que su designación como sexto cardenal que tiene en su historia el Ecuador supone que Quito deja de ser la sede cardenalicia por excelencia, pues por primera vez se designa como cardenal a un arzobispo de Guayaquil.
En la historia del país se habían designado cuatro cardenales de la capital y una de Ibarra, dijo.
Ecuador tenía la expectativa de contar con un nuevo cardenal desde hace cuatro años, pero se trata de una decisión que solo depende del Pontífice.
Cabrera será oficiado como cardenal en una ceremonia prevista para el sábado 7 de diciembre en Roma, junto a 21 nuevos cardenales. Mientras que está prevista una misa en Guayaquil, a su regreso, para el 14 de diciembre.
El nuevo cardenal desempeñará desde Guayaquil sus funciones cardenalicias y las de arzobispo de la ciudad, en cargos que, según dijo, no se sobreponen ni se excluyen.
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