Ministro de Salud: "Hay seis hospitales que requieren una intervención inmediata"
Salud no pudo cumplir con la disposición del presidente Daniel Noboa de poner a funcionar el 100% de los equipos de los hospitales públicos. Hay seis casas de salud en situación crítica.
Imagen del hospital Eugenio Espejo, el 27 de febrero de 2024.
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El Gobierno de Daniel Noboa aún no logra resolver la larga crisis que atraviesa el sistema de salud público. La intención del Ejecutivo de poner a funcionar los equipos de los hospitales en 90 días no dio los resultados esperados.
En entrevista con PRIMICIAS, el ministro del ramo, Antonio Naranjo, reconoció que la disposición del Presidente generó presión al interior del Ministerio.
Sin embargo, destaca que actualmente el 80% de equipos de las más de 100 casas de salud que están bajo su administración está funcionando a pleno.
Aunque, a la vez, admite que la presencia de mafias impide que el sistema de salud satisfaga las necesidades de los pacientes.
¿Qué porcentaje de equipos puso a funcionar el Ministerio de Salud, tras el decreto con el que el presidente Daniel Noboa dispuso que el 100% entre en operación?
Apenas llegamos hicimos una revisión de los equipos que hay en los hospitales. Al final de cuentas, hemos ido arreglando de manera paulatina las diferentes áreas.
Por ejemplo, arreglamos 14 de los 17 tomógrafos que tenemos, y compramos otros ocho. Tres de estos ya están instalados y los otros cinco funcionarán en este mes. También compramos tomógrafos para reducir las derivaciones e instalamos 1.903 camas que fueron distribuidas en todas las zonas.
En fin, estas son algunas de la compras que hemos hecho desde que asumí en el cargo.
Los datos que tenemos dicen que más del 80% de equipos está funcionando.
Entiendo que el presidente Daniel Noboa nos generó presión con dos circunstancias: yo era un ministro nuevo y una situación económica que tampoco es la mejor.
Antonio Naranjo, ministro de Salud
¿Cuáles son los hospitales que aún presentan problemas?
Hay seis hospitales que requieren una intervención inmediata. Unos de ellos es el de Babahoyo, que tiene casi 100 años. Es difícil pensar que este hospital va a ser recuperado en el corto plazo.
Lo mismo podemos decir de los hospitales de Zamora, Vinces, Babahoyo, el pediátrico de Riobamba y el Universitario de Guayaquil.
Cuando asumió el cargo dijo que el sistema de salud es un paciente en estado crítico, ¿en qué situación está ahora?
Es un paciente que se está recuperando y que tiene ganas de vivir. Hoy nos toca un período de planificación para los próximos meses y años.
Para avanzar, queremos llegar a la historia clínica electrónica para que haya interconexión con el Seguro Social para que no se desperdicien recursos.
También queremos actualizar el Cuadro Básico de Medicamentos hasta finales de 2024. Todo esto junto con una certificación de calidad de los hospitales.
Hay algo importante que decir. El Ministerio debe contar con una área oncológica bien montada porque ningún hospital público la tiene.
¿Qué porcentaje de abastecimiento de medicamentos e insumos hay en los hospitales?
Tenemos 84% en medicamentos y 83% en insumos médicos. Aunque lo que nos preocupa es que algunas unidades están en cifras más bajas.
¿Por qué ocurre esto?
Es un tema de gestión. Como la estructura del Ministerio está descentralizada, las áreas encargadas deben volverse más eficientes.
Hay casos también en los que los proveedores no tienen los medicamentos que necesita el Ministerio. Pero desgraciadamente está el hecho de que los encargados de los hospitales y zonas deben estar pendientes de que nos se queden cortos de insumos.
Siempre se ha hablado de mafias en los hospitales que impiden que los medicamentos lleguen a los pacientes. ¿usted ha identificado este problema?
Le tengo que decir que felizmente esto no es la regla, es la excepción.
Le voy a dar dos ejemplos. En un hospital está dañado un equipo de imágenes y no se puede operar. ¿Dónde está el traumatólogo? En la clínica del frente operando al paciente que no pudo operar en el hospital público.
¿A quién le interesaba que no funcione el equipo?. Desgraciadamente esto es verdad. No es fácil combatir este problema.
Otro ejemplo. Los proveedores dicen que nos les pagamos, habiendo recursos. Hay personas que retienen el pago hasta que los proveedores se desesperan. Los funcionarios les dicen que les ayudarán a que les paguen, a cambio de un valor.
Hemos encontrado algunos de estos casos y los hemos sancionado. Pero esto es como el cáncer. Se ve la punta del problema, pero no el tumor.
¿Cuántos sancionados ha habido?
Dios mío, si dijera. Ha habido muchos. Desde los niveles altos hacia abajo.
No hemos dado a conocer estos casos porque los trapos sucios se lavan en casa. No es publicitario decir que las cosas no andan bien.
Un caso que ha tomado relevancia es la deuda con los centros de diálisis ¿Por qué no se ha pagado por este servicio?
El Ministerio parte del hecho de reconocer que existe una deuda histórica con los centros de diálisis, que asciende a USD 130 millones. Esta deuda no ha aumentado porque hemos hecho pagos desde que asumimos el cargo. Solo en octubre pagamos USD 13 millones, pero en total han sido USD 61 millones.
Pero le aseguro que pagamos una suma de dinero y al día siguiente hay una señorita que busca la manera de salir a marchar para decir que no le hemos pagado. Nosotros nos hemos sentado a conversar con representantes de los centros de diálisis para encontrar una salida a este tema.
Esto no quiere decir que no entendamos lo que nos dicen y que necesitan dinero para funcionar. Es por eso que hemos pagado.
Desgraciadamente, el país pasa de salto en salto. Pasamos de una crisis de seguridad a una eléctrica y esto se ha vuelto un desafío.
Antonio Naranjo, ministro de Salud
Aunque hay posiciones extremas que creen que hay que sacar a los pacientes a las calles para exponerlos. Eso no es ético.
¿Cómo es su relación con el ministro de Finanzas, pues de esta entidad depende que se paguen a los prestadores externos?
Es como con la suegra. Entendemos que su obligación es cuidar los recursos y por eso siempre hay que negociar. Pero el primer discurso es que siempre están cortos de dinero.
Otro tema que causa preocupación es la falta de especialistas, ¿en qué áreas hacen falta estos médicos?
Esto es una realidad, existe un déficit de talento humano en los hospitales públicos. Faltan enfermeras, auxiliares y especialistas en varias áreas.
Lo que más se necesita son neurocirujanos, nefrólogos, profesiones en salud mental y todas las relacionadas con subespecialidades pediátricas.
¿Qué hace el Ministerio para atender a los pacientes que requieren estas atenciones?
Nos apoyamos con las derivaciones porque si hay un neurocirujano en un hospital, no puede atender todos los casos.
El IESS dijo que quiere reducir las derivaciones, ¿usted también apunta a eso?
Eso es una intención, pero hay que ser realista. Admiro a las autoridades del IESS que salieron a decir eso, pero esto no se puede hacer en el corto plazo. Requiere de varios años para lograrlo y estamos tratando de dejar las bases para eso.
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