La vivienda precaria es el nuevo 'campo de batalla' de los migrantes ecuatorianos en Nueva York y Nueva Jersey
Miles de migrantes ecuatorianos en Nueva York y Nueva Jersey, en Estados Unidos, viven al filo de la incertidumbre, atrapados entre alquileres imposibles y políticas migratorias cada vez más agresivas. Lo que debería ser un refugio, se ha convertido en una lucha diaria por un espacio digno.

María muestra su planilla de luz y espera pueda ser calificada para recibir el bono de descuento que otorga el estado. Ella vive en la zona de Paterson, Nueva Jersey
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Selene Cevallos
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María Correa llegó a Nueva York en octubre de 2023, con su hija Zhoemi, tras cruzar la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá. Pasaron semanas en un albergue para solicitantes de asilo en el barrio el Bronx durmiendo sobre colchonetas en espacios comunes. “Nos dieron 30 días para irnos. No sabíamos a dónde. Conseguí un cuarto en Nueva Jersey con ayuda de una amiga, pero me tocó pagar USD 2.000 por adelantado para que nos lo alquilaran”, dice en voz baja mientras su hija hojea un libro en español.
La historia de María es cada vez más común entre los migrantes ecuatorianos que llegan al área triestatal —Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut—, enfrentándose no solo al exilio, sino también a una crisis habitacional marcada por alquileres exorbitantes, hacinamiento y condiciones insalubres. En 2024, más de 17.000 ecuatorianos cruzaron la peligrosa selva del Darién rumbo a Estados Unidos, según cifras del Servicio Nacional de Migración de Panamá, lo que convirtió a Ecuador en el segundo país de origen con más cruces por esta ruta, solo por detrás de Venezuela.
En respuesta a este aumento migratorio, la administración del presidente Donald Trump implementó políticas migratorias más estrictas. Entre ellas, la Orden Ejecutiva 14159, titulada "Protegiendo al Pueblo Americano contra la Invasión", que amplía el uso de deportaciones expeditas, niega fondos federales a jurisdicciones santuario y aumenta las contrataciones de policías migratorias.
Estas medidas han generado preocupación entre defensores de los derechos humanos y comunidades migrantes, quienes argumentan que las políticas podrían conducir a violaciones de derechos y afectar negativamente a familias enteras.
Una salida del albergue, pero no de la precariedad
Margoth, una madre ecuatoriana, acomoda a sus dos hijos en una habitación que apenas alcanza para tres colchones delgados, una pequeña mesa y una lámpara prestada. El baño y la cocina deben compartirlo con otras tres familias que se alojan en la misma casa, en la ciudad de Paterson, en Nueva Jersey. En total suman 12 personas. Paga USD 800 al mes por ese espacio. “No tengo papeles, no tengo trabajo fijo. Pero al menos no estamos en la calle”, dice, con una sonrisa que intenta maquillar el cansancio.
Desde mediados de 2023, las políticas migratorias en Nueva York y Nueva Jersey han experimentado cambios significativos debido a la presión sobre sus sistemas de albergues. La ciudad de Nueva York implementó límites de 30 y 60 días de estancia en refugios, lo que ha llevado a miles de familias migrantes a buscar alternativas de vivienda fuera del estado. Esto pese a que en días pasados una funcionaria de dicha ciudad, reafirmó el acceso a los hospitales a los migrantes.
Este desplazamiento ha provocado un "éxodo silencioso" hacia Nueva Jersey, donde los precios de alquiler, aunque aún elevados, son más accesibles que en Nueva York. Sin embargo, muchos migrantes terminan alquilando habitaciones en viviendas sobreocupadas, sin contratos formales ni protección legal, lo que los expone a condiciones de hacinamiento y vulnerabilidad.
Organizaciones como La Casa de Don Pedro en Newark, Nueva Jersey, han intensificado sus esfuerzos para apoyar a estas comunidades. Esta entidad ofrece servicios legales de inmigración, asistencia alimentaria y programas de integración, beneficiando a cerca de 50.000 inmigrantes en la región. Su enfoque integral busca ayudar a los recién llegados y brindarles las herramientas necesarias para una vida digna y estable.

En Nueva York, el Migrant Center desempeña un papel crucial al proporcionar servicios legales gratuitos o asequibles, educación y promoción de los derechos de los migrantes y refugiados. Su misión es ofrecer un entorno acogedor y de apoyo para aquellos que buscan regularizar su estatus migratorio y establecerse en la ciudad.

El rostro invisible del hacinamiento
Los informes de la organización Make the Road NY revelan que los inmigrantes en la ciudad tienen tres veces más probabilidades de vivir en condiciones de hacinamiento que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. Se calcula que más de 100.000 unidades habitacionales ilegales, como sótanos no habilitados, se arriendan a migrantes en Nueva York. Muchos ecuatorianos recurren a estos espacios por necesidad, arriesgándose a vivir en lugares sin calefacción, ventilación ni salidas de emergencia.
La situación también tiene consecuencias para la educación. Al trasladarse de Nueva York a Nueva Jersey, la hija de Gina perdió más de una semana de clases, mientras encontraba otra escuela y hacía los trámites pertinentes para su inscripción en un nuevo centro educativo. “Son niños que ya han vivido traumas profundos y encima deben adaptarse a nuevas escuelas, idiomas y realidades cada vez que cambian de casa”, comenta una trabajadora social del sistema escolar de East Orange, New Jersey, que prefirió el anonimato.
Redes invisibles de solidaridad
“Del consulado, ni una llamada. El Gobierno ecuatoriano parece haberse olvidado de nosotros”, dice Juan, un joven quiteño que llegó en diciembre de 2021 y que hoy duerme en una sala compartida con otros seis compatriotas en Queens. Se turnan los espacios, cocinan entre varias familias, comparten colchones. Así sobreviven, en espera de un permiso de trabajo, de una respuesta, de algo. Ante la ausencia institucional, iglesias y otras organizaciones sin fines de lucro, se han convertido en el único salvavidas. “No hay ningún tipo de acompañamiento oficial. Ni asesoría legal, ni siquiera orientación básica. Es una omisión dolorosa”, denuncia Rosa López, quien lleva más de 14 años viviendo en Estados Unidos.
Aunque el Estado ecuatoriano ofrece ciertos servicios consulares en el exterior, como la gestión de documentos o asistencia puntual en casos extremos, estos mecanismos suelen quedarse cortos frente a la realidad cotidiana de miles de migrantes que enfrentan hacinamiento, desempleo o desarraigo.
“Primero, si llamas por teléfono, contesta una grabadora todo el tiempo, y si voy al consulado no me dejan entrar porque no tengo cita. Los consulados están saturados, sin recursos, y muchas veces no están preparados para atender emergencias sociales”.
Rosa López, migrante ecuatoriana
“La precariedad no solo es material, también es política: se vive sin casa y sin país” enfatiza María, una ecuatoriana que tiene más de 21 años en Estados Unidos. Se dedica a ayudar a los migrantes a llenar documentos para solicitar asilo y otros tramites migratorios.
Una urgencia que atraviesa fronteras
Mientras continúan las llegadas —aunque en 2024 el flujo por el Darién disminuyó en un 41% respecto al año anterior, según Migración Panamá—, las ciudades del noreste estadounidense no logran responder con soluciones sostenibles. “El problema no es solo migratorio, es estructural. La crisis de vivienda afecta a todos los sectores vulnerables, pero los migrantes, por su situación legal y económica, son los más expuestos”, resume Daniel Altschuler, director de Make The Road NY.
Para María, la esperanza sigue viva. “Yo vine por el futuro de mi hija. No importa si ahora dormimos en un colchón en el piso. Lo importante es que ella esté segura y pueda estudiar”. Una frase que se repite en miles de hogares temporales, dispersos por la metrópoli, donde el sueño americano comienza con una habitación prestada.
Dónde buscar ayuda: organizaciones que apoyan a migrantes en Nueva York y Nueva Jersey
Make the Road New York
- Organización que brinda asesoría legal gratuita, apoyo en vivienda, salud y educación para migrantes, incluyendo talleres y orientación sobre derechos de inquilinos.
- Dirección: 92-10 Roosevelt Ave, Queens, NY 11372
- Teléfono: +1 (718) 565-8500
- Web: www.maketheroadny.org
New York Immigration Coalition (NYIC)
- Coalición de más de 200 organizaciones que asisten a migrantes con información legal, defensa de derechos y servicios comunitarios.
- Dirección: 131 W 33rd St, Suite 610, New York, NY 10001
- Teléfono: +1 (212) 627-2227
- Web: www.nyic.org
Iglesia Reformada de Highland Park (NJ)
- Proporciona vivienda temporal y asistencia básica a familias migrantes, independientemente de su estatus migratorio.
- Dirección: 19 S 2nd Ave, Highland Park, NJ 08904
- Teléfono: +1 (732) 249-7349
- Web: www.reformedchurchhp.org
Catholic Charities of the Archdiocese of New York
- Ofrece albergue temporal, asistencia legal y acceso a alimentos para migrantes.
- Dirección: 1011 1st Ave, New York, NY 10022
- Teléfono: +1 (888) 744-7900
- Web: catholiccharitiesny.org
Action Together New Jersey
- Plataforma de recursos y apoyo a inmigrantes en Nueva Jersey, enfocada en educación, legalidad y empoderamiento comunitario.
- Web: www.atnj.org
La Casa de Don Pedro
- Ofrece asistencia en vivienda, programas de prevención de desalojos, asesoría legal, educación, ayuda alimentaria y apoyo familiar.
- Dirección: 39 Broadway, Newark, NJ 07104
- Teléfono: +1 (973) 481-4713
- Web: www.lacasanwk.org
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