Las inundaciones en Babahoyo, provincia de Los Ríos, dejan a 200 familias viviendo al borde de la carretera
Las lluvias en Los Ríos equivalen a las de un tercio de un fenómeno de El Niño, a mitad de la temporada invernal y exponen problemas estructurales en el manejo hídrico del sector rural. En el recinto La Delia, damnificados llevan dos días durmiendo a la intemperie.
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Vecinos del recinto La Delia, de la parroquia Pimocha, en Babahoyo, cocinan en una olla común el jueves 27 de febrero del 2025, en el segundo día que pasan a la intemperie al borde de la carretera estatal E25, en el tramo San Juan-Babahoyo.
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Los damnificados cocinan, duermen y pasan el día al borde de la carretera estatal E-25, en el tramo San Juan-Babahoyo, en la provincia de Los Ríos. Esperan bajo la sombra de los árboles, bajo plásticos o incluso a la intemperie a que disminuya el nivel de las aguas que inunda sus casas
Ese es el escenario que enfrentan cerca de 200 familias del recinto La Delia, parroquia Pimocha, en Babahoyo, tras una inundación relámpago que sumergió sus hogares en una hora, la madrugada del miércoles. Este jueves 27 de febrero sumaron su segundo día pernoctando al borde de la vía.
Las lluvias acumulan 1.000 milímetros de precipitaciones (litros por metro cuadrado) en la provincia, a mitad de la temporada invernal, según datos de la Prefectura de Los Ríos.
Se trata de niveles de lluvias que ya representan un tercio de las de un fenómeno de El Niño (3.000 mm o más), cuando todavía hay dos meses de lluvias por delante.
La expansión y tecnificación de las tierras agrícolas han generado un problema de manejo hídrico en el sector rural de Los Ríos, según coinciden moradores y técnicos de la Prefectura, con lo que el desbordamiento de ríos y el estancamiento de aguas se está volviendo un problema crónico.
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“En una hora estábamos inundados”
Jorge Luis Mora, damnificado de 29 años, contó que la madrugada del miércoles el nivel del agua comenzó a subir a las 05:00. "En una hora, teníamos el agua a la cintura. Alcancé a alzar dos colchones y la nevera, lo demás se mojo, la lavadora y la cocina quedaron flotando”, dijo.
La tarde de este jueves, Jorge Luis esperaba sentado en una silla plástica al pie de la berma de la carretera cuidando una cocina y los enseres que pudo rescatar una vecina.
“Tienes que dormir aquí, porque sino se te llevan lo poco que tienes. Hasta ahora nos han venido ayudar con bidones de agua y alguna tarrina de comida, pero la ayuda oficial aún llega. La prefectura está haciendo un censo para asistencia”, dijo Mora.
Él tuvo que enviar a sus hijos de 10 y 7 años a casa de un familiar porque desarrollan alergias ante el agua estancada. “El problema son las haciendas del sector que tienen grandes bombas para achicar el agua de sus predios y todo ese caudal viene a parar a nuestras casas”.
La poca capacidad de los ductos bajo un puente por el que pasa el río del sector provoca que se tapone con palizadas, lo que impide la salida natural de las aguas, represándola en un sector bajo, señalan los vecinos.
Ángela León, de 67 años, otra damnificada, dijo que lo más urgente que requieren ahora son carpas, a fin de evitar dormir a la intemperie, algo con lo que los organismos de asistencia no cuentan.
El año pasado, el nivel de la inundación fue menor, el agua comenzó a bajar en unas horas y pudieron dormir en sus casas, aunque el problema se extendió durante días, contó.
“Pero esta vez el agua llegó encima de los mesones, a mi me llegó al pecho afuera de la casa, y en dos días el nivel apenas ha bajado 20 centímetros”, señaló León, quien cocinaba al pie de la carretera un gran caldero de arroz, una olla común con vecinos.
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El dilema entre agricultura y comunidades
La Prefectura de Los Ríos realizó un levantamiento de información para entregar kits de ayuda humanitaria junto a la Secretaría de Riesgos, pero hasta este jueves solo han llegado bidones de agua y “tarrinas de comida de personas solidarias”, según los afectados.
Johnny Terán, prefecto de Los Ríos, confirmó que el crecimiento de la infraestructura agrícola está provocando problemas con el manejo hídrico, con comunidades que se están inundado con menos precipitaciones y por más tiempo. Se trata de un problema en toda la provincia, dijo.
“Son cientos y miles de hectáreas agrícolas en las que se construyen muros y se bombea el agua afuera. El agua tiene cada día menos espacios para circular y comienzan a afectar a las viviendas”, señaló Terán.
En lo que va de la temporada invernal, Los Ríos registra 1.000 milímetros de lluvia, frente a los 1.200 de un invierno promedio. Este jueves la provincia amaneció con siete ríos desbordados, frente a los cinco de Guayas y Manabí, respectivamente
Se trata de lluvias considerables teniendo en cuenta que "aún faltan marzo y abril, los meses más críticos”, advierte Terán.
La provincia ya activó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Provincial, pero se prevé tomar una decisión definitiva sobre una declaratoria de emergencia en una sesión ampliada la próxima semana, una medida que sirve para acelerar procesos de contratación en temas como asistencia.
Los cantones de Babahoyo, Montalvo y Urdaneta, además de partes de Ventanas y Quinsaloma, son los que más están sufriendo estragos de la etapa invernal en Los Ríos.
“A las personas que están con problemas de inundación hay que darles asistencia en salud, entrega de alimentos y kits de emergencia, además de servicios como fumigaciones, hasta que bajen las aguas. No hay mucho más que hacer que esperar que el agua vaya evacuando”, señaló el prefecto.
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