Juan, el yerno del último hielero del Chimborazo, quiere crear la 'Ruta de Baltazar'
Este sábado comenzó el velorio de Baltazar Ushca. Sus hijos ya no se dedicarán al oficio de hieleros, pero hay interés en crear una 'Ruta de Baltazar' para preservar su legado.
Dos hijas de Baltazar Uschca, Carmita y Simona, junto al féretro de su padre en Pulinguí, Chimborazo.
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PRIMICIAS
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Redacción Primicias
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El Chimborazo se alzó imponente desde muy temprano este sábado 12 de octubre, como si quisiera despedir a su viejo amigo Baltazar Ushca, fallecido el 10 de octubre.
Por más de seis décadas, don Baltazar subió sus laderas para extraer el hielo de sus entrañas. "De blanca cabellera y sabio", decía Baltazar del Taita Chimborazo, quien ahora parecía despedirlo con alegría, sabiendo que su fiel caminante había cumplido su misión.
Un legado que perdura en el corazón
En su casa, en la comunidad de Cuatro Esquinas de Pulinguí, en Guano, aquella que le fue donada hace unos 15 años, los restos de 'Taita' Baltazar reciben su último adiós.
Gente de todas partes llega a despedirlo. Algunos lo conocieron por los medios, otros lo vieron trabajar, admirando su fortaleza, su fe y el profundo respeto que le tenía a la montaña.
Sus cuatro hijos están allí, tres mujeres y un varón, aunque ninguno decidió seguir el camino del hielo.
Entre los que ayudan en los preparativos del funeral y el faenamiento de dos toros está Juan Ushca, su yerno.
La ruta de Baltazar
Juan, de 49 años, relata cómo comenzó a acompañar a Baltazar en la ruta del hielo desde los 20. Al principio iba junto a otros hieleros como 'Taita' Pedro Jaya y 'Taita' Felipe. Con el tiempo, solo quedaron él y su suegro.
"Hace ocho años, Taita Baltazar me pidió que empezara a retirar los bloques de hielo y venderlos en el mercado. Me aconsejaba que no dejara morir la tradición", cuenta Juan.
Aunque es consciente de lo sacrificado y mal remunerado que es el oficio, Juan tiene un sueño: crear la "Ruta de Baltazar", un recorrido turístico para mostrar a los visitantes el camino que su suegro recorrió durante 67 años.
Será su manera de honrar el legado del último hielero del Chimborazo. En el barrio donde habitó el patrimonio humano de Ecuador, sus vecinos están consternados. Ya no verán a Baltazar con sus fieles burritos, Widinson y Luis, subiendo al nevado.
El lunes 14, al mediodía, será trasladado al cementerio de Pulinguí, y el martes terminará el ritual andino con el lavado de sus pertenencias, para que su descanso sea en paz.
Para Juan, continuar el trabajo de su suegro es la manera más sincera de honrarlo.
Ya ha comprado dos burritos, a los que llamó Luis y Manuelito, y se encargará de los animales que cuidaba Baltazar.
El hombre y la leyenda
Baltazar Ushca murió el 10 de octubre, tras caer mientras forcejeaba con uno de sus toros.
Su fallecimiento, confirmado el viernes 11, marca el final de una era, pero su espíritu vivirá siempre en las faldas del Chimborazo, donde los hieleros, la tradición y la leyenda del último hielero continúan presentes en el viento helado de la montaña.
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