El trabajo no cesa en Loja, aunque gran parte de los incendios ya han sido controlados
El 95% de los incendios en la parroquia San Pedro de Vilcabamba, en Loja, han sido controlados, pero las acciones de monitoreo continúan.
Un grupo de voluntarios apoyó en los incendios en Zamora Huayco, en Loja.
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Autor:
Rocío Elizalde, Loja
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La bruma sobre Loja sigue en el ambiente el 21 de noviembre de 2024, aunque es menor que en los días previos. El ambiente sigue hilando conversaciones sobre el impacto de los incendios forestales y en Jipiro Alto, zona nororientalde la parroquia El Valle, de Loja, aún se puede ver el fuego que no se ha logrado controlar, cuyo humo se condensa en el cielo emblanquecido que cubre la ciudad.
Lugares característicos de Loja -como la parroquia urbana El Valle, y las rurales Chuquiribamba, Gualel, Jimbilla, San Pedro de Vilcabamba, así como en cantones como Macará y Quilanga- han perdido parte de su riqueza forestal.
En Quilanga el fuego consumió también cultivos de café de especialidad, una actividad económica de gran importancia en esta zona.
Terrenos cubiertos de ceniza
Eduardo Toledo, ganadero de Vilcabamba, lamenta que su terreno, ubicado en el cerro El Palto, se encuentra cubierto de ceniza y que eso daña la hierba, principal alimento del ganado. En su lugar, ha tenido que alimentar a sus animales con guineo y melaza.
Toledo se mantiene alerta de las llamas que aún arden cerca de su terreno y por las que ha trasladado su ganado.
Para este ganadero de 65 años, lo urgente es lograr apoyo de las entidades gubernamentales. Por eso se reunió, junto a otros colegas, con las autoridades del GAD de Vilcabamba y delegados del Ministerio de Agricultura con el fin de lograr asistencia técnica para enfrentar esta situación.
Víctor Carpio, presidente del GAD de Vilcabamba, dice que los seis incendios registrados en 2024 se originaron en parroquias cercanas a Vilcabamba y han sido difíciles de controlar.
Mientras uno de los helicópteros de ayuda, sobrevuela el centro de la turística parroquia, Carpio cuenta que el fuego afectó a una parte del área protegida del Parque Nacional Podocarpus, “todos los incendios y quemas se encuentran en investigación”, insiste.
Edwin Cabrera, capitán del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito, que llegó a Loja para ayudar con las tareas, explica que el trabajo se centra en los sectores Cucharillas y Toronche, de la parroquia San Pedro de Vilcabamba, donde los focos de emergencia aparecen y desaparecen estos días.
El trabajo en el sector de Cucharillas cuenta con la participación de 65 bomberos y militares, mientras que en el sector Toronche se realizan descargas aéreas de agua que permiten enfriar el área “para facilitar el ingreso de personas para liquidar totalmente el incendio”. Los socorristas consideran que el 95% del incendio está controlado, al menos en San Pedro de Vilcabamba.
Una de las pérdidas más importantes se relaciona con la naturaleza. Luis Tambo, de la Unidad de Bosques y Vida Silvestre, Dirección Zonal 7 del Ministerio del Ambiente, es parte de un equipo, que incluye veterinarios, encargado de verificar la existencia de animales afectados por las llamas.
La fe también tiene un espacio
En un acto de fe, la imagen de la Virgen del Cisne, sobrevoló las zonas devastadas por los incendios la mañana del 21 de noviembre, con el pedido de lluvias que permitan apagar las llamas.
Entidades como cuerpo de Bomberos de Loja intentan reforzar el mensaje de evitar las quemas de sembríos, habitual antes de iniciar una nueva siembra, pues consideran que ese es uno de los factores que desencadenan incendios que alcanzan niveles de difícil control.
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