11 incendios forestales acechan a seis provincias de la Sierra
La sequía que afecta a la región de la Sierra, acompañada de fuertes rachas de viento, facilita la propagación de los incendios.
Bombero combate el fuego en Nayón, el 5 de septiembre de 2024.
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Autor:
Redacción Primicias / EFE
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Un total de once incendios forestales se mantienen activos en Ecuador este jueves 5 de septiembre. Tres de los fuegos se registran en Quito, que por segundo día consecutivo está en alerta, después de que el miércoles la capital se vio envuelta en humo, cuya densidad llegó incluso a tapar parcialmente la luz solar.
Las llamas se concentran en vertientes montañosas y de complicado acceso de las localidades de Pifo, Nayón y Chilibulo, que forman parte del área rural de la capital.
En esos sectores los bomberos trabajan para controlar las llamas. Sobre estas áreas trabajan helicópteros equipados con canastas de agua que realizan descargas de miles de litros en las zonas de más difícil acceso.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ha sido enfático en señalar que ha dispuesto la investigación para que se determinen las causas de los incendios y que los responsables sean castigados con todo el rigor de la ley.
En Yaruquí, otra zona de la capital ecuatoriana, fue encontrada por las autoridades municipales una mujer que quemaba troncos de madera para la producción y venta de carbón, cerca de un bosque.
Actualmente hay once incendios forestales activos en todo el territorio nacional de Ecuador, según el último reporte difundido este jueves por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), que también informó de otros siete ya controlados.
Todos los incendios forestales activos se han registrado en provincias de la Sierra como Cotopaxi (2), Azuay (3), Loja (3), Pichincha (1), Imbabura (2) y Chimborazo (1).
El incendio más grande, ya controlado, arrasó con unas 7.600 hectáreas de pastizales, pajonales, cultivos y bosque de pino en Loja, fronteriza con Perú, cuyo Gobierno asistió a las tareas de extinción con dos aviones Spartan C-27J y dos helicópteros Mi-17.
La sequía que atraviesa a la Sierra, acompañada de fuertes rachas de viento, facilita la propagación de los incendios, que durante los últimos días se han ido sucediendo de manera similar a otros países de la región, al punto de afectar la calidad del aire de algunas de las principales ciudades.
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