Hospital Monte Sinaí: Así se recibe atención médica en medio de frecuentes ‘códigos plata’
Desde 2022, este hospital ha destinado alrededor de USD 1,9 millones para servicios de vigilancia privada y también para pólizas de seguridad contra incendios, robos o asaltos.

Con ropa de color naranja, privados de libertad acudieron al hospital Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil, para recibir atención médica y bajo custodia policial, el 31 de marzo de 2025.
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El problema suscitado por el abandono temporal de los puestos de los guardias de seguridad del hospital Monte Sinaí puso en evidencia el nerviosismo con el que muchos pacientes acuden a diario a esta unidad médica, ubicada en la cooperativa Trinidad de Dios, en el noroeste de Guayaquil.
En promedio, unos 1.000 usuarios se atienden diariamente en este hospital, que con frecuencia recibe a privados de libertad, heridos de bala o miembros de organizaciones delictivas del sector Nueva Prosperina, el distrito que lidera las muertes violentas en la ciudad.
Raquel, de 56 años, buscaba tensa a una familiar en el área de ginecología, en la planta alta de ese hospital, la mañana del 31 de marzo de 2025, pese a que ese día los guardias privados volvieron a tomar control de las instalaciones, luego de haber estado resguardadas por militares y policías.
“Tensa es poco, hipertensa. Cada vez que vengo a una cita me toman la presión y la tengo alta, me pone nerviosa ver a presos con la ropa anaranjada por diferentes áreas del hospital, aunque estén con esposas o al lado de policías”.
Raquel, usuaria del hospital.

Ella vive a un par de cuadras de la Entrada de la 8, cerca de la avenida Casuarina, la arteria principal en el distrito Nueva Prosperina. Sin embargo, no se acostumbra a vivir con miedo. En su memoria permanecen intactos los momentos de terror que vivió la tarde del 29 de octubre de 2024.
Ese día, un integrante de la organización terrorista de los Tiguerones se escapó del área donde estaba asilado, con la ayuda de hombres armados que ingresaron al hospital, y producto de varios disparos una persona falleció y otra quedó herida.
“Escuché disparos, se me aceleró el corazón de los nervios, cuando de pronto escuché a unos hombres que decían: ‘hay bala, hay bala’, pensé que me iba a dar un infarto. Uno ya no puede correr como los jóvenes, después de un rato supe lo que había pasado. No me gusta venir aquí”, contó la paciente.
En el hospital Monte Sinaí no es raro ver a privados de libertad vestidos de naranja y resguardados por agentes de la policía. Durante una visita de PRIMICIAS a esa unidad médica, se observó a unos quince presos en un patio pequeño del hospital esperando revisión médica.
Los usuarios que caminaban por los pasillos miraban a los presos, quienes eran vigilados por una docena de uniformados, algunos de ellos hacían tiempo conversando, sentados o de pie, con las manos en las armas que tenían en la cintura.

En constante Código Plata
El Ministerio de Salud, que administra el hospital Monte Sinaí, no proporcionó las cifras de cuántas veces se ha activado en esta casa asistencial el llamado código plata, un protocolo de seguridad que se aplica cuando llegan delincuentes, algunos de ellos cabecillas de grupos considerados terroristas que están heridos o que buscan atención.
Pero también se activa en situaciones de emergencia interna como ocurrió cuando los guardias privados de la empresa Líder Seguridad Ecuador Cía. Ltda. abandonaron sus puestos de trabajo debido a la falta de pago de sus remuneraciones.
“Llevábamos tres meses sin cobrar los sueldos y la empresa renunció y nos dejaron pateados con los sueldos, el hospital se quedó sin guardias”.
Guardia de seguridad
El miércoles 26 de marzo circularon en redes sociales mensajes de los médicos y trabajadores del hospital que alarmaron a la ciudadanía.
“El personal médico está en pánico, hay instrucciones de cerrar consulta externa y no deambular por seguridad, el código plata es permanente. A los médicos les dijeron que podían irse con permiso por el peligro”, contaron médicos del centro asistencial.

Para el lunes siguiente, ya se habían incorporado los guardias, pero ninguno habló oficialmente de los pagos que recibieron y si la contratista les canceló todo lo adeudado.
“La empresa está en Quito, acá no hay oficinas, solo nos contactan por teléfono y nos hacen transferencia”, comentó un guardia que almorzaba en uno de los puestos de comida en la entrada de consulta externa del hospital.

Contratos de vigilancia
En situaciones de código plata, la cantidad de guardias privados no abastece, resulta insuficiente para contener posibles ataques armados o para evitar fugas como las tres que se produjeron en 2024.
El hospital -creado el 15 de mayo de 2017 con una dotación de 494 camas- cuenta con un promedio de 24 agentes de seguridad particular distribuidos en todas las áreas médicas y de especialidades como gineco-obstetricia, pediatría, cirugía general y medicina interna. El Monte Sinaí es un hospital de segundo nivel de atención y cuarto de complejidad.
En esta unidad médica, compuesta por cuatro pisos y de una estructura de hierro y cemento, además de vitrales alrededor del edificio, laboran 570 personas, entre médicos y empleados administrativos, y cuenta con cuatro accesos principales por la entrada de la avenida Casuarina, además de una extensa área verde en el perímetro y parqueaderos.
“La prestación de los servicios de vigilancia y seguridad privada deben orientarse a disminuir las amenazas que pueden afectar la vida, la integridad personal y el pleno ejercicio de los legítimos derechos”, señala el hospital para justificar la contratación de los guardias privados.

Los hospitales públicos son infraestructuras de máxima importancia, por el nivel de personas que en ellos se congrega, recalca el Ministerio de Salud. “La vigilancia y la seguridad privada es esencial para prevenir daños, riesgos y cualquier incidente que ponga en riesgo la seguridad de personas y bienes”.
En los últimos tres años, desde 2022, el hospital ha destinado USD 1,9 millones en vigilancia privada y pólizas de seguridad contra riesgos de incendio, robos y asaltos u otros perjuicios contra los bienes de propiedad del hospital.
De estos, el mayor monto, de USD 1,6 millones, corresponde a tres contratos para la seguridad privada, servicio que ha estado en manos de empresas como Casecon Cía Ltda., Geoseguridad Cía. Ltda., y Máxima Seguridad Global Maseg Cía. Ltda., según los registros del portal de contratación pública, Sercop.
De la actual empresa contratada, Líder Seguridad Ecuador Cía. Ltda., no se halló un contrato en el Sercop y tampoco lo proporcionó el Ministerio de Salud Pública, como solicitó PRIMICIAS.
Fallas en controles de ingreso
En contratos anteriores constan las obligaciones de las guardias privados de seguridad en el hospital, entre ellas las siguientes:
- Controlar el ingreso y salida de funcionarios y proveedores, de vehículos en general, de ambulancias.
- Controlar el ingreso y salida de pacientes de Emergencia, Consulta Externa, Laboratorio y de fallecidos.
- Realizar recorridos por las áreas asignadas, interior o exterior.
- Resguardar el orden dentro de las instalaciones.
- Inspeccionar bolsos, paquetes o maletines que entren o salgan del hospital.
No obstante, usuarios consultados cuestionaron la falta de controles, especialmente en el ingreso al área de consulta externa del hospital.

Un hombre contó que ingresó con su esposa en un auto y que no le exigieron ningún documento que certifique el motivo de su visita al hospital.
“El guardia preguntó si teníamos cita, le dije que sí, que mi esposa tenía cita, entonces me pidió que le mostrara el documento. Mi esposa le dijo que tenía la información en el celular, pero él no le pidió, solo le preguntó el nombre del médico, ella dijo el primer nombre que se le ocurrió, y nos dejaron pasar”, comentó el usuario, preocupado.
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