El Hospital León Becerra de Guayaquil, al borde del cierre por millonaria deuda del IESS
La falta de pago de USD 3,9 millones por servicios prestados a los afiliados del Seguro Social impide funcionamiento adecuado del histórico hospital. Trabajadores llevan 17 meses sin cobrar sus sueldos, mientras escasean insumos y el hospital pierde proveedores.
Perchas de medicamentos vacías en la farmacia del hospital León Becerra, ubicado en las calles Eloy Alfaro y Bolivia, en el sur de Guayaquil, el martes 29 de octubre de 2024.
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PRIMICIAS
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El histórico hospital León Becerra, ubicado en el sur de Guayaquil y con más de un siglo de servicio a la comunidad, enfrenta una situación crítica que amenaza su continuidad. Una deuda acumulada de USD 3,9 millones por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) lo tiene al borde del cierre.
El hospital de segundo nivel, perteneciente a la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, presta servicios externos a los afiliados Seguro Social desde hace más de una década, a través de derivaciones directas de pacientes.
Pero la falta de pago por los servicios prestados a los afiliados del IESS ha generado graves problemas financieros, afectando el pago de sueldos de su personal y en el suministro de insumos médicos esenciales para su atención
La supervivencia del León Becerra pende de un hilo tras 119 años de historia por la falta de desembolsos del IESS desde hace 17 meses, explica Ricardo Koenig, presidente de la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, institución que regenta el hospital.
“Nos están poniendo en una situación tan crítica, que quizás el hospital tenga que cerrar, porque no tenemos insumos, medicinas, y los empleados están impagos más de un año”.
Ricardo Koenig.
El IESS arrastra deudas con el hospital desde 2017, pero el grueso de ellas corresponden a los últimos dos años.
Los empleados llevan 17 meses sin cobrar sus salarios. De los 270 trabajadores con los que contaba el hospital hace tres años, más de 50 han renunciado.
Koenig señala al IESS como responsable, de cuyas derivaciones depende en gran medida el hospital. “Al no cobrar puntualmente sus sueldos, los trabajadores empiezan a tener problemas, les piden las casas en arriendo, no hay quién les de crédito y se afectan los aportes patronales”, dice.
Un ‘círculo vicioso’ que asfixia al hospital
El hospital viene solicitando desde 2022 que se realicen los pagos de forma regular, sin respuestas.
La falta de fondos impide el pago a proveedores, lo que ha llevado a un desabastecimiento de materiales por lo que en ocasiones la casa de salud se ha visto obligada a derivar a pacientes a otros centros hospitalarios.
El León Becerra presta servicios de la red de salud pública del Instituto, que deriva pacientes y otorga un código de validación para cada atención, que luego liquidan mensualmente.
Sin embargo, cuando el hospital comienza a exigir el pago de las deudas, el Seguro Social disminuye las derivaciones, lo que aumentan los problemas de sostenimiento del centro, pues más del 90% de los pacientes que atienden son afiliados, explica Koenig.
“Cuando comenzamos a presionar para tratar de cobrar, el IESS baja la derivación de pacientes. Es un círculo vicioso porque nos deben, no nos pagan, no derivan pacientes, no se genera nueva facturación y todo eso lleva a la situación crítica”.
Ricardo Koenig.
El hospital cuenta con 130 camas, atención en casi todas las especialidades, cinco quirófanos, Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) para adultos y niños. Pero el nivel de ocupación hospitalaria, que era del 80% de media hace dos años, está ahora por debajo del 10%.
PRIMICIAS consultó con el Seguro Social sobre el incumplimiento al León Becerra o si existe un cronograma de pagos para la institución, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
El presidente del directorio del IESS, Eduardo Peña, ha insistido en que debido a deudas por USD 1.300 millones se ha reducido el presupuesto para pagar, mientras se auditaban las cuentas, otorgando menor prelación a servicios como consulta externa y odontología.
La entidad prevé pagar USD 328 millones a prestadores externos de salud hasta diciembre de 2024.
“A punto de iniciar una huelga de hambre”
María Jiménez, auxiliar de enfermería del hospital, dice que dejar de percibir salario por casi 18 meses ha implicado para los empleados tener que mudarse con familiares o buscar ingresos alternativos, como la venta de helados en su caso, para poder sobrevivir.
La falta de pagos también ha impedido acceso a beneficios del propio IESS, como préstamos quirografarios, aseguró Jiménez. Una compañera no ha podido jubilarse, dijo.
Ella y sus colegas salen a entregar volantes promocionando servicios de consulta externa en 11 especialidades en USD 8 en el hospital, con lo que buscan dejar de ser dependientes de las derivaciones de los pacientes del Seguro.
Han grabado incluso videos promocionales para Tik Tok y para las redes sociales del centro hospitalario. “Hay días en los que no tenemos pacientes. La gente cree que estamos cerrados o que solo atendemos a niños, cuando también atendemos a adultos”, dijo.
Melissa Bajaña, auxiliar administrativa, cuenta que la situación de los empleados es tan crítica, que como el hospital les proporciona almuerzo al personal, muchos padres de familia se toman solo la sopa para llevarle el arroz con la proteína a sus hijos.
Ella le atribuye la situación a “indolencia e insensibilidad” de las autoridades del Seguro, aunque reconoce la excesiva dependencia del centro asistencial de los afiliados lo que se trata de revertir promocionando servicios para otros pacientes. “Estamos a punto de iniciar una huelga de hambre”.
La farmacia del hospital se encuentra con perchas casi vacías. Según Andrés Dávalos, químico farmacéutico del hospital, por la “falta de acreditación de recursos” el stock de medicamentos en la farmacia se ha reducido a un 15% cuando hasta hace un año y medio alcanzaba el 80%.
“Con esos medicamentos solo cubrimos un 5% del cuadro básico de medicamentos. La farmacia es el corazón de un hospital; lo que estamos garantizando ahora es la atención con nuestro personal”, anotó.
El MIES tampoco paga a hogar de niños
La Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, que regenta el hospital desde 1905, es una de las instituciones históricas ligadas al voluntariado de la ciudad. Y también cuenta con el hogar Inés Chambers, casa de protección para niños provienientes de hogares disfuncionales.
El hogar, con 94 años de historia, acoge a niños y niñas derivados del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES ) a los que se les brinda alimentación, educación, cuidado físico y psicológico.
Pero el MIES mantiene deudas con la casa hogar por USD 270.000 y, según el presidente de la Sociedad, el Ministerio no realiza pagos desde enero de 2024, lo que también ha generado problemas para el sostenimiento y cuidado de 50 niños y niñas alojados.
La Sociedad Protectora de la Infancia optó por publicar una carta abierta dirigida al presidente de la República, Daniel Noboa, en la que se expone la situación de las dos instituciones marcadas por el servicio social en la ciudad.
El hospital León Becerra ha emprendido 63 misiones humanitarias que incluyen intervenciones quirúrgicas con cirujanos voluntarios de Estados Unidos y Francia, que han beneficiado a 5.700 pacientes con operaciones como las de labio leporino y paladar hendido.
También se realizan operaciones para atenuar discapacidades y cirugías de cataratas para adultos mayores de escasos recursos en el marco de las misiones. Y aunque las misiones cuentan con el apoyo de la Prefectura del Guayas, la crisis del hospital ha limitado su alcance en los últimos años.
“Creemos que el Presidente, al ser la máxima autoridad, es el que puede tomar las medidas necesarias para salvar esta crítica situación al Hospital León Becerra”, agrega Koenig.
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