Hospital de Durán y oficinas públicas destinan casi USD 80.000 para tanqueros, a quienes el municipio sí les abastece de agua
Entidades públicas pagan a proveedores para que no les falte el agua. En la zona céntrica de Durán se recibe dos horas y media, tres días a la semana, el 65% de la población compra a los tanqueros.

Imagen de un tanquero que sale de la ciudadela El Recreo donde se ubica un punto de abastecimiento de Emapad, el 20 de marzo del 2025.
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La falta de agua potable en Durán les pasa factura a todos, incluso a las entidades gubernamentales, hospitales y oficinas públicas, que para abastecerse del líquido destinan recursos para contratar a tanqueros que les provean del servicio mensual o anualmente.
“El agua potable es un recurso de vital importancia para el desarrollo de la mayoría de las actividades de la sociedad, más aún si se trata de una institución pública que presta servicios a una comunidad”, argumentó la Corporación Nacional de Electricidad CNEL-EP para justificar la contratación de tanqueros para abastecer sus oficinas públicas.
El flujo de agua en el cantón Durán -señala la entidad- no es constante y solo se provee de agua tres días a la semana por un lapso de ocho horas diarias.
“Aunque dentro de esos tres días hay ocasiones en que hay poca presión de agua y algunas veces no cae nada, lo que provocaría serios inconvenientes si no se cuenta con suministro de agua alternativo que nos ayude con el desenvolvimiento de las actividades diarias”, explica CNEL-EP.

Esta institución inició a fines del 2024 la contratación de 2.700 metros cúbicos de agua por un lapso de doce meses, con un presupuesto referencial de USD 11.691, para cubrir la demanda del líquido en sus oficinas principales, en sus agencias y en las subestaciones, en cada una requiere 900 m3 de agua.
La entidad también requiere el líquido para sus áreas comerciales, de atención al público, duchas, cuarto de lavabo, para el mantenimiento de las áreas verdes. El área de edificación sobrepasa los 1.297 metros cuadrados de construcción, mencionó CNEL-EP Guayas-Los Ríos, que opera en Durán.
La contratación del tanquero fue declarada desierta en diciembre pasado y nuevamente se dispuso su reapertura, pues el servicio requerido es indispensable para el funcionamiento de esta entidad pública.
Para un hospital la necesidad es más imperiosa. El hospital básico de Durán del IESS contrató en agosto del 2024 el servicio de provisión de agua por tanqueros a un costo de USD 78.842 durante el periodo de un año y por la cantidad de 1.689 metros cúbicos del líquido.
“El Hospital Básico Durán es una Institución Pública la cual presta servicios de salud de forma continua y masiva e ininterrumpidos las 24 horas, los siete días de la semana durante los 365 del año”.
Informe del Hospital Básico Durán
La consulta externa -menciona el hospital- atiende en horarios de 6 de la mañana a 10 de la noche, en dos turnos, además se cuenta con dos quirófanos de los cuales uno de ellos está destinado para las cirugías diarias y el otro para atender las emergencias.
Otras áreas del hospital son la de emergencia que atiende 24/7, hospitalización, farmacia, laboratorio, imágenes, cardiología, cirugía general, oftalmología, clínica del pie diabético, dermatología, fisiatría y rehabilitación física.

“El hospital básico Durán no recibe el abastecimiento de agua potable en su máxima capacidad por las redes públicas, ya que el flujo de agua no es constante en el cantón, donde se proveen diferentes días a la semana, solo ocho horas diarias”, recalcó la unidad médica.
El hospital también cuenta con las áreas de gastroenterología, gineco – obstetricia, medicina familiar, medicina general, medicina interna, neurología, nutrición, odontología, otorrinolaringología, pediatría, psicología, trabajo social, traumatología, ortopedia y urología.
Mientras las entidades públicas dedican presupuesto para cubrir un servicio que debe ser dado por la ciudad, en la ciudadela El Recreo, en el noreste de Durán, una veintena de tanqueros hace columna para que personal de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Durán (Emapad) les venda el líquido que más tarde ellos revenden a la población.
“El metro cúbico de agua tiene 5 tanques y los tanqueros pagan USD 0,50 centavos, es decir que les sale a USD 0,10 centavos el tanque, pero lo venden a USD 1, se ganan USD 0,90 centavos en cada tanque. Y cada tanquero tiene que pagar al municipio, es un negocio redondo, por eso más les interesa vender a los tanqueros que darle al pueblo”.
Alfredo Carrasco, del Observatorio de Servicios Básicos.
El agua que se distribuye a los tanqueros proviene de la captación de agua cruda desde la zona de El Chobo, en Yaguachi, a través de siete pozos de aproximadamente 120 metros de profundidad. El caudal de captación es impulsado por bombas sumergibles y conducido por dos acueductos.

Uno de los acueductos, de una longitud de 29 km, está conectado a los pozos 6, 7, 8, y 13 y alimenta el tanque ubicado en Peñón del Río; mientras que el segundo acueducto, de 32 km, está conectado con los pozos 5, 9, y 10 y lleva el líquido hacia las redes de distribución de El Recreo.
Los dos pozos producen 544,45 litros por segundo y permite la dotación de agua para el 45% de la población. Las características de esta agua -según el cabildo- son consideradas de alta calidad “por ser aguas subterráneas de acuíferos confinados donde los procesos naturales de filtración han ayudado a tener y mantener estas características”.
Sin embargo, Carrasco asegura que no es apta para el consumo y que entidades como el hospital básico Durán o CNEL la someten a procesos de purificación con ozono para poder utilizarla para el lavado de manos, pero no para tomarla.
“Hay niños que la toman, por eso es por lo que hay mucha enfermedad”, comenta el dirigente, mientras Marlon Cabrera, también miembro del Observatorio, advierte que con las lluvias el problema se agrava.
“Ahora con el invierno las aguas residuales se han desbordado, no hay una planta de agua residual, estamos en esa situación. Las ciudadelas de la periferia son las más críticas”.
Marlon Cabrera, miembro del Observatorio de Servicios Básicos

Sin irse a las periferias, en pleno centro, Gonzalo Rodríguez, de 55 años, lidia a diario con el estrés que implica abastecerse de agua potable.
En la esquina de las calles Cuenca y Esmeraldas, Gonzalo tiene pendiente en su cabeza que no puede olvidarse de abastecerse de agua el viernes 21 de marzo, en las tres horas que le provee de agua el cabildo, de lo contrario pasará tres días sin agua para sus necesidades.
“Mañana viernes me toca coger agua, si no cojo me quedo sin agua hasta el lunes. Y cuando nos dan, usamos una bomba, así puedo llenar siete tanques para bañarse, lavar, cocinar”, cuenta Rodríguez.
Este duraneño asegura estar acostumbrado ya a bañarse con un jarrito, porque no cuenta con cisterna o tanque elevado como otros hogares en el centro urbano, que reservan agua y la distribuyen a todas las áreas de la casa. Su esposa Teodora Gavilánez, cuenta Gonzalo, también usa jarrito para lavar los platos.
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