¿Cuántas toneladas de gases contaminantes produce Guayaquil? Las fuertes lluvias, advierten expertos, están ligadas al cambio climático
Una cantidad comparable a 49.000 vagones de carbón quemado fue la que generó la ciudad en 2024, el 30% más que hace una década.
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Ciudadanos a punto de subirse a un bus urbano en el norte de Guayaquil, el 20 de mayo.
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EFE
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En una década, Guayaquil aumentó en el 30% las emisiones de los gases contaminantes que generan las actividades de sus habitantes, una cantidad comparable con 49.338 vagones de carbón quemado, según la calculadora de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, EPA.
Una cantidad comparable también, señala la EPA, con el consumo de 1.001 millones de galones de gasolina, 874 millones de diésel, 20 millones de barriles de petróleo o 409 millones de cilindros de gas usados en las parrilladas familiares.
En 2024, según mediciones proporcionadas por el Municipio de Guayaquil, la ciudad registró 8,9 millones de toneladas de CO₂, o dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero que repercute en el cambio climático y el calentamiento global.
La cifra equivale a 3,2 toneladas por habitante, lo que ubica a la ciudad como segunda en un estudio realizado a varias ciudades de Latinoamérica, por debajo de Lima y por encima de Quito, Fortaleza o Cali.
El fenómeno natural del cambio climático, a criterio de ambientalistas, está ligado a las inclemencias del invierno que cada año cobra la vida de familias enteras víctimas de inundaciones, colapsos de viviendas o de deslaves como el ocurrido la madrugada del lunes 17 de febrero en que cuatro personas, dos niñas y sus padres, fallecieron en la ciudadela Fátima, de Portoviejo, Manabí.
La cifra más reciente de las emisiones en la ciudad supera en un tercio a la registrada en 2014, en que la generación de los gases contaminantes se ubicó en 6,7 millones de toneladas, según un estudio realizado por la CAF Banco de Desarrollo de América Latina.
Todavía para muchas personas el cambio climático es un concepto “muy lejano, etéreo, un tema que se cree que no nos va a afectar”, lamenta el biólogo Nelson Zambrano, de la organización Conservación Internacional. Sin embargo, sus efectos ya se sienten en la vida cotidiana de las personas.
“Evidentemente, en los últimos años nos estamos dando cuenta de que hay una alta variabilidad del clima que puede ser un síntoma de los efectos del cambio climático. Cómo nos damos cuenta de eso, porque cada vez tenemos temporadas de lluvias anormales”.
Nelson Zambrano, de la organización Conservación Internacional.
Por ejemplo, menciona Zambrano, “hay meses en los que debería llover y no llueve, y luego cae una precipitación muy alta en un solo día, creando desbalances o desequilibrios en los sistemas naturales y de la ciudad”.
Otros síntomas, agrega Jonathan Cedeño, coordinador de la carrera de Oceanografía de la Espol, se manifiestan en el incremento del nivel del mar de hasta 40 centímetros, que puede ocasionar que ciudades costeras se vean afectadas por inundaciones.
¿Qué sector contamina más?
De toda la contaminación que generan ciudades como Guayaquil, el sector que lidera la producción de gases tóxicos es el del transporte. En el estudio que realizó la CAF en 2014, de los 6,7 millones de toneladas de CO₂ el 38% correspondía al transporte.
“El transporte tiene el mayor porcentaje respecto al total. Por lo que una adecuada estrategia de transporte es siempre importante para abordar estos temas, de cara a establecer estrategias de mitigación de cambio climático”, sostuvo Cedeño.
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El departamento de Ambiente del municipio de Guayaquil no concedió una entrevista sobre el tema, pero en un escrito enviado a PRIMICIAS, señaló que ha implementado acciones para enfrentar los efectos del cambio climático en la ciudad.
“Estas iniciativas incluyen mediciones de emisiones, estudios de vulnerabilidad y estrategias de mitigación y adaptación. En 2024, con apoyo de WWF, se actualizó el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero, registrando 8,9 millones de toneladas de CO₂”, señaló la alcaldía.
Sin embargo, la dirección de Ambiente no menciona programas relacionados con el transporte, como sugieren expertos como Cedeño.
“A la ciudad no le puede faltar en su plan de acción climático un transporte público de calidad, eficiente. Si no cómo se motiva a las personas a dejar su vehículo en las casas, solo así se pueden reducir los gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático”, dice el experto de la Espol.
En Guayaquil predomina el transporte público Metrovía, un sistema que, según Cedeño, no contribuye a reducir la contaminación. “Lo que menos tiene es de ecológico, por la humareda que producen sus unidades y con más razón los otros transportes”, comentó Cedeño.
Durante un recorrido por varias estaciones de la Metrovía, en el sur de Guayaquil, se constató que varias de las unidades desprendían un humo negro al salir de las estaciones, el mismo que recuerda Carlos Vinueza, de 67 años, que emanaban los buses cuando recién comenzó a operar el sistema.
“Las estaciones estaban pintadas de blanco, pero con el humo de los carros se volvieron negras, y para ocultar el hollín lo que hicieron fue pintar las estaciones de color negro, pero usted pase la mano y verá como sale sucia por del humo”.
Carlos Vinueza, morador de ciudadela Nueve de Octubre.
El biólogo Nelson Zambrano coincide con Cedeño en la importancia de reducir la contaminación que genera la transportación. “Lo ideal sería tener un parque automotor público eléctrico, es lamentable ver en Guayaquil buses urbanos que no están bien mantenidos y están contaminando”, sugiere.
Pero también cree que se deben cambiar las malas prácticas de fábricas e industrias, incluso en el sector agrícola, evitando la quema de sembríos como, por ejemplo, el de la caña de azúcar, que contamina el ambiente.
“Es importante ver cómo nos adaptamos al cambio climático. Hay que reforestar, conservar, crear políticas que protejan los pocos bosques que quedan en las ciudades. Esto es super importante para que el microclima nos ayude a sostener en eventos fuertes de sequía o calor intenso”.
Cristina García, experta ambiental.
Las emisiones de gases contaminantes -explica García- responde a un tema político, porque muchos países en vías de desarrollo buscan producir y explotar sus recursos para alcanzar un mayor nivel de desarrollo, y en ese camino se generan mayores emisiones.
“Como sociedad civil estamos en el derecho de pedir que eso se reduzca, que seamos más ambiciosos, que entendemos que necesitan desarrollarse, pero que este desarrollo sea con energías limpias y que se demuestre que si hay un incremento de emisiones es porque se ha triplicado la producción y solo con un incremento de un tercio de emisiones”, recalca la experta ambiental.
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