Esta es la dura realidad en la que viven los niños que perdieron a sus madres, víctimas de femicidio
Los 1.920 femicidios registrados desde 2014 por organizaciones feministas dejaron 1.817 niños y adolescentes en la orfandad.
Madres de mujeres, víctimas de femicidio, durante una rueda de prensa, el 10 de diciembre de 2024.
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Los niños y adolescentes que pierden a su madre son las principales víctimas colaterales que dejan los femicidios en Ecuador.
El estudio 'Esperando el verano: trayectoria de los niños, niñas y adolescentes víctimas de femicidio en Ecuador', elaborado por Unicef y la Fundación Aldea, revela la preocupante situación en la que actualmente viven los hijos de estas mujeres.
Uno de los datos que retrata esta dura realidad muestra que el 16% de los niños, de los 1.817 que perdieron a su madre, fue separado de sus hermanos, pues sus cuidadores no tienen los recursos económicos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.
Además, el estudio asegura que la mayoría de los niños tuvo que cambiarse de casa por temor a sufrir agresiones del victimario. "No hay que olvidar que la mayoría de agresores son parte del círculo familiar y social más cercano de la víctima", recuerda el documento.
Limitado acceso a alimentación, salud y educación
La mayoría de niños y adolescentes víctimas de femicidios pertenece a los sectores sociales más vulnerables. Esta condición complica aún más el acceso a salud, educación y alimentos.
El estudio de Unicef y Fundación Aldea señala que el 47% de las familias que cuidan a los niños que perdieron a su madre tiene problemas para acceder a alimentos. Mientras que ocho de cada 10 tuvo que cambiarse de escuela y dejar su vivienda.
A todo esto se suman los problemas de salud que registran los niños. Dos de cada 10 familias que los cuidan aseguran que el femicidio de sus madres provocó problemas de salud, agravados por las dificultades para acceder al sistema de salud.
"Y es que los problemas de salud y de salud mental son difíciles de tratar sin una adecuada atención integral", dice Geraldine Guerra, representante de la Fundación Aldea.
Agrega que hay niños que presentan problemas más graves porque presenciaron el femicidio de su madres cuando apenas eran niños.
"El informe muestra datos desgarradores, pero a la vez retrata una realidad cada vez más frecuente que se vive en Ecuador, dice Juan Enrique Quiñónez, represente de Unicef en Ecuador.
Víctimas cada vez más jóvenes
Hasta 2017, el promedio de edad de las víctimas de femicidio era de 15 años. Desde entonces, este promedio ha caído hasta llegar a los ocho años, dice el estudio de Unicef.
"Las muertes de mujeres son cada vez más frecuentes y las víctimas cada vez más jóvenes. Esos datos deberían causar vergüenza en el país", dice Geraldine Guerra, representante de la Fundación Aldea.
En la parte final del estudio, las dos organizaciones piden al Estado ecuatoriano una verdadera atención integral a las victimas de femicidio para garantizar un mejor futuro a los niños y adolescentes.
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