"¡A lo Julio Jaramillo!": Así despidió Ecuador a Baltazar Uscha, el último hielero del Chimborazo
Cientos de personas llegaron a Cuatro Esquinas, localidad que pertenece a la parroquia San Andrés, en el cantón Guano, para despedir a Baltazar Ushca, el último hielero del Chimborazo.
Sepelio de Baltazar Ushca, el último hielero del Chimborazo, el 14 de octubre de 2024.
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Nunca hubo tanta gente en Cuatro Esquinas como la tarde del 14 de octubre. Ese día fue el traslado para el último adiós del Taita Baltazar Ushca, el hombre que ahora es una leyenda.
Llegó gente de todas las provincias de Ecuador. Familiares, amigos, autoridades, periodista y hasta los que buscaban hacer un vídeo para sus redes sociales.
Segundo Toalombo compara el número de visitantes como cuando llega una autoridad: "Aún eso le queda corto. Ahora hay tanta gente y es para despedir a Baltazar", recalcó su amigo Segundo. Muchos recordaban que esas despedidas solo se las hacen a grandes personajes, como Julio Jaramillo.
Cuatro Esquinas pertenece a la parroquia San Andrés, del cantón Guano. Llegar es fácil si se toma el bus urbano desde la terminal de Riobamba.
Su gente, en su mayoría, es indígena kichwa, al igual que Baltazar, quien habitaba a unos 10 minutos del centro poblado y su casa fue levantada en una pendiente donde observaba de frente al Chimborazo.
El nevado se convirtió en su amigo, al que visitó por unos 67 años escalando a lomo de sus burritos al que bautizó como 'Widinson' y 'Yuri'.
Sobre ellos viajaba a extraer los bloques de hielo que vendía en los mercados de Riobamba, en especial al Mercado La Merced.
Baltazar, de 80 años, era un patrimonio vivo de Ecuador. Ahora queda su historia de quien mantenía el legado de un oficio casi extinto.
Murió el viernes 11 de octubre, tras ser internado en el Hospital de Solca de Riobamba, al sufrir golpes tras ser empujado por uno de sus toros.
Despedido con alegría
Aunque el dolor de la muerte es inevitable, la despedida de Taita Baltazar se la hizo con sus rituales y un toque de alegría que la pusieron sus familiares cuando llevaron a su infaltable amigo ' Widinson', su burrito que fue cargado de flores para despedirlo.
" Yuri no quiso bajar porque estaba muy triste", contó Juan Ushca, mientras jalaba al pollino que acompañó hasta la misa campal que se la hizo afuera de la iglesia del pueblo.
A las 12:00 retiraron el cadáver de la casa y lo trasladaron a la iglesia. Después de hora , aproximado, empezó la peregrinación con sus restos hasta el cementerio de Pulinguí.
Una banda de pueblo guiaba el recorrido. Los adultos que lo conocieron les contaban a los más pequeños quién era Baltazar, la leyenda. El hombre quien venció la altura y se convirtió en el mejor amigo del Chimborazo.
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