La jornada electoral por la segunda vuelta presidencial se mezcla con la fe en este Domingo de Ramos
En las afueras de algunos recintos, también hubo venta de ramos para los feligreses que tenían previsto asistir a la misa de Domingo de Ramos.

Venta de ramos a las afueras de la Iglesia San José de Calderón, en el norte de Quito, la mañana de este 13 de abril de 2025.
- Foto
Jonathan Machado / Primicias
Autor:
Redacción Primicias / EFE
Actualizada:
Compartir:
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador de este 13 de abril coincide con la celebración del Domingo de Ramos para los católicos, una fecha importante, en la que se se recuerda la entrada de Jesucristo en Jerusalén y el inicio de su pasión hasta su crucifixión.
En Quito, muchas personas decidieron acudir primero a misa, antes de ir a votar. En este Domingo de Ramos, las personas acuden a la celebración de la eucaristía con ramos de palma u otras especies de plantas, en alusión a la bienvenida a Jesús en Jerusalén. Los ramos son bendecidos por el sacerdote durante la misa.
En la parroquia rural de Calderón, la más poblada del país ubicada en el extremo norte de la capital, cientos de feligreses acudieron la mañana de este 13 de abril a la Iglesia San José de Calderón para conmemorar este día, con el que se da inicio a la Semana Santa en la Iglesia Católica. Los creyentes recibieron la misa debajo de un toldo instalado en un patio, en el exterior de la parroquia.

Al encuentro eucarístico asistieron personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, o incluso familias enteras, con sus ramos en las manos. Algunos escuchaban la misa parados, pues las sillas no fueron suficientes ante la gran cantidad de asistentes.

Venta de ramos cerca de los recintos
Las personas que acudieron a votar desde temprano y tenían previsto asistir luego a la misa de Domingo de Ramos podían encontrar en los alrededor de algunos recintos de votación las ventas de los ramos, que se combinaron con las típicas ventas de comida y el negocio del plastificado de los certificados de votación.
En medio de esta curiosa mezcla de fe y pragmatismo, a un costado de la iglesia de Conocoto, en el sureste de Quito, María Moposita, de 62 años, ataba con destreza ramas de arrayán, laurel, romero y otras hierbas para ofrecerlas a los fieles creyentes.
Una destreza que ha cultivado desde niña, cuando acompañaba a su ahora difunta madre en esta labor y que actualmente transmite a su nieta, quien ayuda también en la venta por USD 1 cada atado, y por USD 2 los que incluyen arreglos con totora trenzada, en reemplazo de la palma de cera, cuyo uso está vetado a fin de conservarlas.
"La palma se prohibió porque no tienen donde dormir los pajaritos", comentó María, en referencia al perico cachetidorado y loro orejiamarillo, que dependen de la palma de cera para su supervivencia.

Bajo el intenso aroma del incienso, decenas de fieles se congregaron en la misa para recibir la bendición de los ramos, mientras en los recintos electorales cercanos, la votación de la segunda vuelta presidencial avanzaba con notable fluidez.
Compartir: