Cuenca supera su récord de sequía hidrológica y los días sin lluvias se prolongan
Este 2024, Cuenca suma cuatro meses de sequía hidrológica. Esto ha causado que los ríos casi no tengan agua, la vegetación se ha vuelto amarilla y que existan problemas ambientales.
Una persona camina junto al río Tomebamba, en la avenida 12 de Abril, en Cuenca, el 7 de noviembre de 2024.
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Boris Romoleroux/API
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Con los ríos casi sin agua, parques y espacios verdes cubiertos de un césped amarillo, zonas de sembríos quemadas por el sol, incluso, proliferación de mosquitos en ciertos sectores, Cuenca supera su récord histórico de sequía hidrológica este viernes 8 de noviembre.
Este día, la capital azuaya cumple 119 días de sequía hidrológica, un fenómeno que ocurre cuando las reservas de agua disponibles, como ríos, acuíferos o lagunas, caen por debajo de la media estadística.
La sequía hidrológica no necesariamente significa ausencia de lluvias, como ha ocurrido en Cuenca, que en estos casi cuatro meses sí ha tenido precipitaciones, incluso con caída de granizo, pero estas no son suficientes para aumentar las reservas de agua o mejorar significativamente los caudales de los ríos.
En 2023, Cuenca vivió 118 días de sequía hidrológica, que se extendieron desde octubre hasta el 27 de diciembre. Ese día, se contabilizaron más de 10 días de lluvias continuas y significativas, que permitieron que los caudales de los ríos vuelvan a la normalidad.
La Empresa de Telecomunicaciones y Agua Potable de Cuenca (ETAPA) informó que en el día 119 de sequía hidrológica, los caudales de los ríos Tomebamba, Yanuncay y Machángara están bajos. El Tarqui se encuentra en nivel de estiaje.
Además, los pronósticos meteorológicos para los próximos días no son muy alentadores. Este viernes hay apenas un 19% de probabilidad de lluvias en Cuenca.
¿Qué ha causado la sequía hidrológica en Cuenca?
Los signos más evidentes de esta sequía hidrológica son los ríos, con los caudales a niveles mínimos, tanto, que las personas incluso se atreven a cruzarlos caminando.
La falta significativa de lluvias también es evidente en los espacios que deberían ser verdes y hoy lucen amarillos y quemados por las altas temperaturas, como los parques y las zonas de sembríos.
Este periodo seco también empieza a causar problemas ambientales. Existe una proliferación de mosquitos y zancudos en Ucubamba, la zona donde se encuentra la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Cuenca.
La empresa municipal ETAPA detalló que los ríos, al tener un caudal tan bajo, se convierten en lugares propicios para la proliferación de mosquitos.
Cortes de agua
Aunque ETAPA, que es la empresa que abastece de agua a la mayor parte de Cuenca, no ha realizado racionamientos del servicio, hay sectores de la capital azuaya que sí viven con cortes de agua desde el inicio de la sequía.
Eso ocurre principalmente en las parroquias rurales, como El Valle, Turi, Baños, Paccha, que son abastecidas por sistemas de agua comunitarios.
ETAPA mantiene el llamado a que los ciudadanos no desperdicien el agua, porque aún existe el riesgo de que las reservas no abastezcan a toda la población si el estiaje se prolonga.
Cortes de luz
A esto se suma que la falta de lluvias en Cuenca y otras zonas del Austro incide directamente en los cortes de luz que vive Ecuador. Los ríos de la capital azuaya son afluentes del río Paute, en donde se encuentra el complejo hidroeléctrico del mismo nombre.
Ahí se encuentra el embalse de Mazar, el más importante para la generación eléctrica en Ecuador y que está en niveles mínimos, por lo que los cortes de luz aumentarán de seis a ocho horas desde el domingo 10 de noviembre, según anunció la ministra de Energía, Inés Manzano.
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