Chiquicahua, la esperanza hídrica para más de 12.000 familias en Tungurahua
El embalse Chiquicahua, ubicado en la parroquia Pilahuín, garantizará el riego de 9.700 hectáreas de cultivos y beneficiará a miles de familias de la provincia de Tungurahua.

El embalse Chiquicahua, una obra clave para enfrentar la crisis hídrica, en especial en tiempos de sequía, se construye en Tungurahua.
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Gobierno Provincial de Tungurahua
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A 3.788 metros sobre el nivel del mar, en la parroquia Pilahuín, al sur de Ambato (Tungurahua), avanza la construcción del embalse Chiquicahua, una obra clave para enfrentar la crisis hídrica, en especial en tiempos de sequía.
Con una inversión de USD 26,6 millones, el proyecto es considerado la megaobra más ambiciosa del Gobierno Provincial de Tungurahua para fortalecer la producción agropecuaria y garantizar el acceso al agua en tiempos de sequía.
El embalse, con una capacidad de 3.065.000 metros cúbicos, almacenará el agua proveniente de cuatro acequias y permitirá el riego en 9.784 hectáreas de cultivos, beneficiando directamente a más de 12.500 familias.
El agua, un derecho y una necesidad
La comunidad es consciente de que sin agua no hay cosechas, y sin cosechas, no hay sustento. Celia Lema, agricultora de Santa Rosa, lo expresa con claridad:
“Hemos pasado años, en tiempos de sequía, rogando que llueva. Ahora, con este proyecto, tendremos riego seguro y podremos sembrar sin miedo, según nos han informado”.
Celia Lema, agricultora de Santa Rosa.
Su familia cultiva papa y habas, pero la escasez de agua los ha obligado a reducir sus tierras de cultivo. “Antes sembrábamos en cinco hectáreas, ahora apenas en dos porque el agua ya no alcanza”, explica.
Este embalse cambiará esa realidad. Desde Pilahuín hasta San Juan de Tisaleo, el agua se distribuirá a través de sistemas de riego tecnificado y por gravedad, optimizando su uso y reduciendo el desperdicio.
“Antes dependíamos solo del invierno. Ahora, el agua llegará durante todo el año”, celebra Segundo Gualán, comunero de Juan Benigno Vela.

Protección de la economía local
Para el prefecto Manuel Caizabanda, este proyecto representa un hito en la historia de Tungurahua. “Chiquicahua no es solo un embalse, es un compromiso con la vida y el desarrollo. Con esta infraestructura garantizamos el agua para la producción y protegemos la economía de miles de familias”, subraya.
Carlos Tabárez, director de Recursos Hídricos del Consejo Provincial, detalla que el área de riego beneficiada incluye 3.233,86 hectáreas con riego por gravedad y 6.551,08 hectáreas con riego tecnificado. “Esto permitirá mejorar la productividad agrícola y garantizar la seguridad alimentaria”, asegura.
Actualmente, el proyecto emplea a 138 trabajadores y ha alcanzado un 38,14% de avance. La estructura principal del embalse tendrá 39 metros de altura y 380 metros de largo.

Los trabajos de cimentación avanzan en la cota 3.751, mientras que el sistema de conducción ya presenta importantes progresos, resaltó Tabárez.
Darío Llamuca, supervisor de la obra, detalla que “los muros de contención y el túnel de desvío están terminados al 100%. Se trabaja en las excavaciones del vertedero lateral y las estructuras de conducción hacia el tanque repartidor de caudales”.
El plazo de entrega es de 1.095 días, con una fecha estimada para finales de 2026.
Desarrollo y sostenibilidad
Para Manuel Guamán, agricultor de San Juan, este proyecto representa estabilidad. “Con agua segura, podemos invertir en mejorar los cultivos. Si todo sigue así, podré tecnificar mi riego y duplicar la producción”, asegura.
El prefecto Caizabanda resalta que el embalse Chiquicahua no solo es una obra de infraestructura, sino también una promesa cumplida para miles de agricultores que ven en el agua la clave para su futuro, asegurando que la sequía ya no será una amenaza para sus tierras y su gente.
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