Falta de servicios básicos "podría frenar" el desarrollo urbanístico de Manta, advierte la Cámara de la Construcción de Manabí
Manta atraviesa por un crecimiento sostenido, lo que obliga a buscar alternativas de solución a problemáticas como la falta de agua potable, que alcanza un déficit de 30.000 metros cúbicos.
Vista general de la ciudad puerto de Manta, en Manabí.
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Manta es uno de los principales puertos y motor de desarrollo económico de Ecuador, debido al comercio, industria y pesca de atún. La ciudad aporta con el 9% al Producto Interno Bruto (PIB) del país, según la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (CEIPA).
En los últimos 30 años, Manta atraviesa por un crecimiento sostenido a nivel poblacional, urbano, económico y social, que no solo obliga a mejorar los servicios públicos, sino también a buscar una nueva matriz productiva.
Según el Censo de Población y Vivienda 2022, Manta es la segunda ciudad más poblada de Manabí con 271.145 habitantes, solo por detrás de Portoviejo, la capital provincial.
La Cámara de la Construcción de Manabí asegura que es vital mejorar servicios como el agua potable, sanitarios o energía eléctrica, porque podría frenar el desarrollo urbanístico de la ciudad.
La cobertura de servicios básicos en viviendas no incluye a urbanizaciones y edificios de departamentos. El censo de 2022 indica que en Manta el 98, 8% de la población tiene acceso a la electricidad, el 91,2% al agua potable, el 83, 7% al alcantarillado y el 99, 1% a la recolección de basura.
Sin embargo, la prestación del servicio de agua potable no es continua, por lo que requiere de la provisión de reservas en los predios. En algunos sectores urbanos periféricos el servicio llega por tanqueros.
El analista económico, Jorge Calderón, sostiene que frente a este crecimiento, es fundamental tener en cuenta la cobertura de los servicios básicos (electricidad, agua potable, alcantarillado o recolección de basura) porque de lo contrario podría representar un “obstáculo para atraer inversión extranjera”.
“Cuando hacemos un edificio ayudamos a regenerar al sector, hemos hecho asfalto, mejorado las escalinatas, alumbrado público, jardineras e inclusive una obra que le pertenecía a la empresa eléctrica”
Arquitecto Carlos Garcés, presidente de GEM-Constructores.
Garcés agregó que está consciente de que la ciudad atraviesa por un déficit de agua. “Hay que aprovechar las bondades de los días que nos dan agua, pero nosotros siempre trabajamos con cisterna”, dijo.
Jaime Ulloa, del Buró Turístico de Manta, manifestó que como sector privado vienen trabajando de la mano con la municipalidad, porque el sistema sanitario siempre ha sido deficiente, así como el del agua potable de la provincia.
En la actualidad, Manta tiene 30.000 metros cúbicos de déficit de agua potable. “Estamos buscando alternativas de solución al gran problema que ha tenido Manta durante mucho tiempo, que es la falta de agua”, dijo la alcaldesa Marciana Valdivieso a finales de agosto de 2024.
Crisis hídrica
Manta y otras docenas de cantones del centro sur y norte de Manabí tienen problemas por el desabastecimiento de agua potable.
De hecho, Manabí está dentro de las 15 provincias de Ecuador que fueron declaradas en alerta roja, debido al déficit hídrico, incendios forestales y sequías que afectan al país. La decisión fue dada a conocer la noche del 19 de septiembre de 2024.
En el caso de la ciudad puerto, existe intermitencia en el servicio de agua. En abril de este año, el 70 % del cantón se quedó sin agua debido a los apagones.
Sucede lo mismo en invierno, pues los niveles de turbiedad no permiten potabilizar las plantas o porque se registran daños en los sistemas de bombeo.
Manta tiene dos plantas potabilizadoras: El Ceibal, que abastece al 70% de la ciudad; y Colorado, que dota del servicio al otro 30%.
Para los apagones previstos para los el 23, 24, 25 y 26 de septiembre, la Empresa Pública de Aguas de Manta (EPAM) ha anunciado que habrá intermitencia en la producción y distribución de agua potable.
Para solucionar estos temas, existen ambiciosos proyectos en marcha, entre ellos la construcción de dos plantas desalinizadoras, que servirían para potabilizar el agua del mar y entregarla a la zona rural de Santa Marianita, San Lorenzo, San Mateo y parte de la zona alta de la ciudad.
Mientras que la segunda fase del proyecto buscará completar el déficit de los 30.000 metros cúbicos. El proyecto fue entregado a la Secretaría de Reconstrucción y al Comité Técnico de Reconstrucción y costaría USD 5 millones en una primera fase.
Estas desalinizadoras son parte del proyecto Planta Manta, que bordea los USD 17 millones. También está la planta de tratamiento de aguas residuales y el emisario submarino, que supera los USD 40 millones.
El 16 de septiembre, Valdivieso informó que hubo un reconocimiento a los componentes de “nuestro proyecto de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales y Emisario Submarino, junto a la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), para su financiamiento”.
Nueva matriz productiva
Teddy Andrade, arquitecto urbanístico y excoordinador de Planificación del Municipio de Manta, cree que a más de mejorar los servicios, también es obligatorio una nueva matriz productiva.
“Es necesario implementar nuevos negocios en la ciudad, esa es la nueva matriz productiva -que es una zona especial de desarrollo económico, en donde hay cuatro grandes proyectos”, aseguró Andrade.
Se trata de los proyectos de una ciudad alimentaria, un parque industrial, zona de comercio y logística y una plataforma de innovación.
La ciudad alimentaria consiste en cultivos intensivos agrícolas, utilizando el conocimiento de la biotécnica molecular, que estaría ubicada e El Aromo, en los terreros de la fallida Refinería del Pacifico.
Para este proyecto se requiere una inversión de USD 1.250 millones, en una primera etapa a ejecutarse en cuatro o seis años, y que generará unas 20.000 plazas de trabajo.
“Entonces se comienzan a empobrecer las poblaciones porque no se planifica y porque no implementan los nuevos proyectos de tipo productivo. En Manta ya tenemos previsto que tengamos problemas de sostenibilidad, por eso, las alternativas son crear estos polos (zonas) de desarrollo”, explicó Andrade.
En el caso del puerto “es un herramienta y tenemos que alcanzar ventajas competitivas para que haya producción y pueda salir por el puerto”.
Es decir, la idea no es dar servicios a través del puerto sino que sirva para crear “nuestras propias actividades productivas, generar empleos, riquezas”.
En este sentido, Manta tiene una industria pesquera especializada que la hace la flota más grande del Pacífico Sur, con USD 1,7 billones de exportaciones en productos de pesca. Y cerca de 300.000 toneladas de pesca son descargadas al año en el Puerto de Manta.
En este escenario, las actividades que generan el mayor aporte al empleo del cantón son: Industria manufacturera (23%), comercio (19%), transporte y almacenamiento (12%), construcción (8%), alojamiento y comida (6%) y servicio doméstico (6%).
Estas macro actividades económicas generan el 74% del empleo en el cantón. Las actividades económicas están localizadas principalmente en el área urbana y las industriales, distribuidas principalmente entre el centro oriente del cantón y la conurbación Manta-Montecristi-Jaramijó.
El experto en planificación agregó que en la zona de Barbasquillo existe una consolidación de proyección inmobiliaria. Allí hay al menos 20 edificios habitacionales, es decir unos 1.800 departamentos.
“Nosotros crecemos 3.000 habitantes por año, por lo que necesitamos generar empleo y una de ellas es el sector inmobiliario”, manifestó Andrade.
Otra de las actividades importantes es el turismo. Además de poseer 13 playas, según la Agenda de Desarrollo de Manabí, en la provincia hay 239 atractivos, de los cuales Manta cuenta con 36, es decir el 15% del total provincial.
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