Padres y maestros en alerta porque 'gelatinas con alcohol' se venden cerca de colegios en Quito
Profesores de colegios de Quito alertan a los padres de una nueva forma de consumo de licor: gelatinas multicolores con grados de alcohol, que se expenden como 'golosinas'.

Imagen de las gelatinas de licor o Jelly Shots que se comercializan en Quito.
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El consumo del alcohol en niños y adolescentes es una realidad en Ecuador. Y esto ocurre tanto en calles, como en escuelas y colegios de Quito y otras ciudades. De hecho, en los centros educativos y sus alrededores hay una nueva forma para ingerirlo: 'gelatinas alcoholizadas'.
A estas especies de gomitas se las llama también gelatinas de licor o Jelly Shots. Debido a su apariencia se asemejan a los tradicionales dulces que se venden en tiendas.
Los Jelly Shots contienen 7% de alcohol y se ofrecen en presentaciones que no superan los USD 4.
Dependiente el valor, la persona puede adquirir de 20 a 40 unidades. Y aunque se anuncia que está restringida a menores de 18 años, aquello no ocurre.
PRIMICIAS conoció que en varios planteles de Quito se alertó a los padres de familia de este nuevo artículo presente en el mercado.
La principal inquietud se centra en que los estudiantes tienen fácil acceso al producto y hasta lo estarían comercializando en el interior de los colegios.

En un recorrido por el norte de la ciudad, PRIMICIAS constató que las gelatinas de licor se venden en locales cercanos a sitios de concentración de menores de edad como el parque Italia.
Allí, alumnos de distintas escuelas y colegios se juntan luego de terminar clases o mientras esperan el transporte público.
Al revisar varios puntos del parque, se encontró envases vacíos de los Jelly Shots. Su consumo es bastante evidente.
"Se anuncia por todo lado"
Un alumno entrevistado por PRIMICIAS confirmó que es tipo de licor está en auge en los colegios.
Incluso, sostiene, es común que los compañeros lleven el producto a salidas educativas o cuando tienen algún tipo de evento.
Según el joven, lo que más llama la atención es cómo se promociona su consumo en tiendas y locales comerciales.
"Son carteles muy grandes pegados en las paredes de las tiendas. Es curioso porque quieren hacerte notar que están ahí".
Estudiante de Quito sobre las gelatinas de licor o Jelly Shots
Este criterio no es menor, pues para la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la exposición de la población joven a los anuncios de bebidas alcohólicas aumenta las probabilidades de iniciación precoz en el consumo.

Alerta en colegios
Myriam Recalde, psicóloga educativa, confirma que en la comunidad educativa existe la alerta por este nuevo producto.
Hecho que obliga a los profesionales a tomar medidas para informar a los padres de familia e, incluso, aplicar rutas y protocolos dentro de los planteles.
Sobre el primero aspecto, PRIMICIAS verificó que algunos tutores enviaron mensajes con imágenes del producto a chats de padres de familia.
Con ello, se avisó del nuevo producto y se pidió su colaboración para que tomen medidas en casa.
También, hay casos de estudiantes consumiendo o hasta vendiendo los Jelly Shots dentro de los colegios, lo que agrava el panorama.
En esos casos, según Recalde, los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) deben estar atentos para identificar algún incidente y actuar según la normativa.
¿Cuáles son los riesgos de las gelatinas con alcohol?
Cuando un estudiante es hallado ingiriendo o portando bebidas alcohólicas, en los planteles se toman medidas bajo la intervención del DECE.
Por ejemplo, se contacta al padre, madre o representante legal del menor y se le brinda acompañamiento psicológico. Si la falta lo requiere, se establecen actividades educativas disciplinarias.
En todo caso, más allá de sanciones, Recalde menciona que lo importante es llegar al motivo del consumo de alcohol.
Para la profesional, la mayoría de las veces se trata de una curiosidad, y en otras puede disfrazar problemas familiares.
Si no se interviene a tiempo, el menor de edad está expuesto a caer en una posible adicción. Y no es para menos.
Según una encuesta de la organización internacional ChildFund, el 7,6% de niños y adolescentes ecuatorianos -de entre 10 y 17 años- bebe alcohol, mientras que el 4,3% consume cigarrillos.
¿Cómo ayudar en casa?
Cuando se trata de adolescentes, hay un trabajo en conjunto que se realiza entre el colegio y el hogar.
Es decir, tutores y maestros se mantienen vigilantes del comportamiento de los alumnos, y cuando hay algún tipo de alerta, esta se comunica a los padres.
Y ahí entra en juego el rol de la familia, pues son los seres queridos los que deben acompañar el proceso de crecimiento de los jóvenes.
"Mientras mayor edad tiene un hijo, mayor debe ser su responsabilidad en el hogar".
Myriam Recalde, psicóloga educativa
Según Recalde, es importante entender qué viven los estudiantes en su día a día y cómo ayudarles. Esto sin olvidar las reglas del hogar. Como recomendación, la profesional sugiere lo siguiente:
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Dar el ejemplo
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De nada sirve que las autoridades de un colegio alerten de nuevos productos con alcohol si en casa hay problemas con el mismo o se lo minimiza.
Padres y madres, que pueden estar expuestos al consumo social de licor, deben demostrar a sus hijos que son capaces de controlar su ingesta o, inclusive, que no lo requieren para participar de alguna fiesta o reunión.
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Límites
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Es importante que los padres mantengan límites y normas claras con sus hijos.
Así ellos saben qué les está permitido a su edad y qué no. Si estas normas se acompañan con espacios de diálogo es mucho mejor.
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Responsabilidades
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Actualmente, en los planteles educativos se pone énfasis en la formación integral en los estudiantes con temas como la autonomía, toma de decisiones, proyecto de vida y resolución de conflictos.
Esta preparación debe ir de la mano con responsabilidades que los padres asignen a sus hijos en casa. Eso les ayudará a enfrentar la vida adulta.
- 4
Comunicación asertiva
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El mundo de los adultos no debe estar desconectado del mundo de los adolescentes.
Como padres, dice Recalde, hay que saber escuchar y entender. Solo así se logra que sean los propios hijos los que avisen qué sucede en sus escuelas o colegios.
Esto es fundamental para identificar qué tipo de amistades mantienen y algún riesgo al que puedan estar expuestos.
"Hay que dejar esa frase de 'en mi tiempo esto, en mi tiempo aquello'. Todo cambió y como padres hay que abrirse al mundo".
Myriam Recalde, psicóloga educativa
Nota de la redacción: PRIMICIAS se puso en contacto con el Ministerio de Educación para obtener un pronunciamiento del tema, pero hasta la publicación de este reportaje no hubo respuesta.
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