El turismo de El Oro registra pérdidas millonarias por inseguridad y violencia criminal
La provincia de El Oro, en Ecuador, dejó de percibir USD 3 millones en gasto turístico solo en los feriados de 2024. La ocupación hotelera se ha reducido 12 puntos porcentuales desde 2022.
Una vista de la playa de la isla Jambelí, en El Oro, que registra poca concurrencia de turistas desde mayo de 2024.
- Foto
Cortesía Comuna Jambelí
Autor:
Actualizada:
Compartir:
El malecón de Puerto Bolívar (Machala) y la playa de Bajo Alto (El Guabo), dos de los sitios turísticos del perfil costero de la provincia de El Oro, están en el foco de la banda criminal Los Lobos. Dos facciones del grupo protagonizan desde mayo de 2024 cruentos enfrentamientos armados y matanzas.
El grupo de delincuencia organizada se dividió entre Lobos y Lobos Box, que se enfrentan por el control total del territorio para tráfico de drogas, así como por la extorsión a negocios y a pescadores. Y eso motivó la inclusión de la provincia en la más reciente declaratoria de estado de excepción.
La actividad turística está entre las más afectadas por el clima de inseguridad y violencia criminal en la provincia. Solo en los seis primeros feriados nacionales del año, el gasto turístico cayó a USD 5 millones en El Oro (frente a los USD 8 millones de 2022), según datos del Ministerio de Turismo.
En tanto, la ocupación hotelera en la provincia se ha reducido en 12 puntos porcentuales desde 2022, durante los feriados. El sector hotelero de El Oro registró solo el 30% de ocupación en los puentes festivos de este año.
La situación es más crítica durante los fines de semana, en poblaciones como la playa de Bajo Alto y la isla Jambelí, donde hasta el 50% de la población depende del turismo.
La concurrencia de visitantes fluctúa ahora entre el 2% y el 15% de las visitas habituales, según operadores turísticos de las zonas.
"La actividad turística es casi nula"
El propietario de un hostal y de un restaurante en la playa de Bajo Alto, en el cantón El Guabo, dice que la actividad turística es casi nula luego de dos matanzas. La última de ellas dejó hace un mes a siete personas asesinadas a 10 minutos de la zona costera.
“Los fines de semana recibíamos 100 vehículos y 3.000 turistas, en promedio. Y a pesar de que ha aumentado el patrullaje de policías y militares, el último fin de semana solo llegaron dos autos a la playa”, cuenta el comunero, quien prefiere el anonimato.
Solo un puñado de negocios abre sus puertas, de los más de 40 locales dedicados a la actividad turística. Y algunas casas en el centro de la comuna están en venta. “La situación es desalentadora y muchos propietarios de negocios prefieren no abrir”, agregó.
La población cuenta con 2.600 habitantes. Y la pesca, otra actividad vital para los habitantes, también está afectada. Los pescadores son extorsionados con entre USD 25 y USD 50 al mes, según el tamaño de la embarcación, para poder salir a trabajar.
La isla Jambelí recupera turistas
En el balneario de la isla Jambelí, a 30 minutos en lancha desde Puerto Bolívar, parroquia de Machala, no se ha reportado ninguna novedad de seguridad. Y los habitantes dicen que los patrullajes de la Armada son constantes y además cuentan con presencia policial.
Pero como las embarcaciones parten desde Puerto Bolívar, otro de los reductos en la violenta disputa de Los Lobos, las visitas a la isla también cayeron de forma significativa.
Betty Sánchez, integrante de una cooperativa de transporte fluvial, dice que casi no estaban llegando turistas los fines de semana, desde inicios de mayo.
Pero el fin de semana pasado recibieron unos 150 visitantes. Se trata de solo un 15% de los 1.000 turistas que solían recibir por estas épocas, antes de la crisis de inseguridad.
Son 30 las embarcaciones que trasladan a comuneros y turistas desde Puerto Bolívar a Jambelí, USD 2,50 por pasaje. “Pero hay días en que ninguna embarcación trabaja por falta de pasajeros. No sabemos cómo estamos resistiendo”, dijo Sánchez.
Jambelí, que cuenta con 300 habitantes, llegó a recibir 2.000 turistas diarios y 5.000 en un feriado, antes de la pandemia de Covid-19. Y la crisis de inseguridad que golpea al turismo de la isla lleva más de dos años. Comenzó de forma paulatina desde inicios de 2022, según los comuneros.
Locales cierran en Puerto Bolívar
El Oro parece vivir una segunda pandemia. De hecho, el porcentaje de ocupación hotelera de la provincia en los feriados nacionales de este año se asemeja a los de 2020 y 2021.
Puerto Bolívar, al oeste de Machala, con una población de 7.000 habitantes, se convirtió en un dinámico distrito gastronómico, pero ante las extorsiones y la inseguridad, los locales se han visto obligados a cerrar.
De más de una decena de restaurantes y cevicherías, ubicadas frente al Malecón de Puerto Bolívar, solo una resiste. Y ese era el gancho para paseos fluviales para avistar fragatas, cormoranes y piqueros de patas azules en el archipiélago de Jambelí, una actividad que también agoniza.
La Prefectura de El Oro interviene el muelle de cabotaje de la parroquia, que derrumbó el sismo de 6,6 grados en marzo de 2023, y se espera que la obra se entregue en octubre.
Mientras que la construcción del nuevo Malecón no tiene fecha de entrega. El Municipio de Machala colocó la primera piedra en febrero de 2023, un proyecto de USD 6,8 millones. Y estaba previsto que se culmine en 18 meses, pero el plazo que está por cumplirse, en medio de paralizaciones de la obra.
Los habitantes denuncian que ahora la construcción se prevé culminar hasta marzo de 2025, mientras que el municipio informó este viernes 19 de julio de la reanudación de los trabajos.
Todo en medio de las afectaciones al sector turístico y comercial, el polvo que se levanta desde la obra inconclusa y la inseguridad que genera el proyecto por las noches.
Compartir: