“Nos asesinan y no pasa nada”: Tiendas de Guayaquil, asediadas por ola de secuestros
La Policía le atribuye a Los Tiguerones la ejecución de secuestros a dueños de tiendas. En el último mes se registran al menos tres raptos y el asesinato de un universitario que se opuso al plagio de su madre.
Los propietarios de una tienda en Guayacanes 4, al norte de Guayaquil, desocuparon el negocio luego del secuestro de un tendero, que recuperó su libertad pero con dedos de los pies cercenados.
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El modus operandi se repite en las grabaciones de las cámaras de videovigilancia. Hombres armados llegan en camionetas a las tiendas de Guayaquil, toman a los dueños y los arrastran a la fuerza para llevárselos secuestrados, amenazando a las víctimas con armas de fuego.
En el último mes se registraron al menos dos secuestros de tenderos en la ciudadela Guayacanes, al norte de la ciudad, donde cinco tiendas han cerrado debido a las amenazas, tras la liberación de uno de los propietarios al que le cercenaron dedos de los pies.
Mientras, un universitario de 28 años fue asesinado al oponerse al plagio de su madre en una tienda de Sauces 6, al norte, el pasado 31 de octubre. Y el secuestro de la hija de un tendero en Cristo del Consuelo (al sur), liberada el 23 de octubre, conmocionó a todo el barrio.
La vulnerabilidad de los comerciantes, que están obligados a atender sus negocios en persona o con su familia durante largas jornadas, los ha convertido en presa de los secuestradores.
De acuerdo con la Policía, miembros de la banda criminal Los Tiguerones están ejecutando plagios de comerciantes, contratistas y tenderos para luego trasladarlos a su bastión en el noroeste de Guayaquil, desde donde presionan a familiares por el pago para la liberación.
Agentes de la Unidad Antisecuestros y Extorsión (Unase) golpearon a esta estructura el pasado 26 de octubre tras liberar a un contratista y capturar a seis sospechosos, entre ellos un adolescente de 15 años, en los sectores El Hueco y Las Cañas del distrito Nueva Prosperina.
De hecho, la noche de este miércoles 6 de noviembre de 2024, la Policía frustró el rapto de un hombre en Guayacanes 3 y capturó a tres presuntos secuestradores tras una persecución y un enfrentamiento a disparos con los delincuentes. Los moradores atacaron a patadas a uno de los detenidos.
Víctimas de un crimen y dos intentos de secuestros
En los primeros 10 meses del año, la Policía contabilizó 685 casos de secuestros en la Zona 8, integrada por los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón (y 207 detenciones). Se trata de un delito que, junto a la extorsión, está creciendo casi un 30% respecto a 2023.
La familia Cubi Viñan, propietaria de una tienda en Sauces 6, se enfrentó en el último año a dos tentativas de secuestro de las dos cabezas del hogar.
Y ahora lloran el asesinato de Ernesto, universitario de 28 años, asesinado con un disparo en el tórax cuando impidió el secuestro de su madre, a quienes hombres armados arrastraron desde la tienda hasta un vehículo al borde de la acera, la noche del pasado 31 de octubre.
Los secuestradores truncaron la vida de un estudiante que cursaba el último semestre de comercio exterior, un "amante del fútbol y la lectura, calmado y sonriente", pero “de carácter fuerte cuando se trataba de defender a su familia”, según lo describió un tío. Hay un detenido por el asesinato.
El padre de Ernesto ya había sobrevivido a una tentativa de secuestro -lo intentaron arrastrar a una camioneta- la tarde del 29 de diciembre de 2023. Y 10 meses después volvieron por su madre. La despensa sigue abierta, pero ya no es atendida por sus dueños, y un perro grande vigila la entrada.
“Más que miedo sentimos indignación y decepción frente a las autoridades que no hacen nada frente a lo que ocurre, pero dejas de pagar un impuesto y te cierran enseguida el negocio”.
Tío de joven asesinado fuera de una tienda.
“Los dueños de tiendas se están devolviendo a la Sierra, no solo aquí en Sauces, sino en Guayacanes, Mucho Lote, Vergeles…”, agregó el tío de la víctima, refiriéndose a barrios del norte de Guayaquil.
En Guayacanes, donde los delincuentes se aprovechan de calles desoladas a toda hora, al menos cinco tiendas han cerrado tras la ola de amenazas, secuestros y tentativas de rapto.
“Nos sentimos solos y desprotegidos. Nos llevan en peso, nos arrastran, nos mutilan, nos violan, nos asesinan y no pasa nada”, dice indignado un tendero de ese sector. “Lo único que nos queda es tratar de defendernos por mano propia”.
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