La represa de Chongón, en Guayas, se convierte en un depósito de cadáveres arrastrados por un canal de riego
En lo que va del año, Criminalística ha levantado más de 40 cuerpos con signos de violencia en una zona rural del kilómetro 24 de la vía a la Costa, al oeste de Guayaquil. La Policía presume que los cadáveres son arrastrados más de 13 kilómetros desde barrios violentos en el noroeste de la ciudad.
Un pescador alista una balsa entre lechuguines al este de la represa de Chongón, cerca del recinto Ciudad de Dios, donde se rescataron cuatro cadáveres el octubre de 2024.
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El ingreso del vehículo de Medicina Legal al recinto Ciudad de Dios de la vía a la Costa se ha vuelto tan común en el último mes, que los agentes de criminalística han dejado dos trajes de bioseguridad tendidos en los árboles, cerca de donde han extraído cadáveres del agua en la represa Chongón.
En el flanco este del embalse, ubicado a la altura del kilómetro 24 de la vía a la Costa (al oeste de Guayaquil), se ubican al menos cuatro puntos en los que se ha vuelto recurrente el levantamiento de cadáveres, víctimas de muertes violentas.
Solo en la zona rural del recinto Ciudad de Dios, a kilómetro y medio de distancia lineal del peaje de la vía a la Costa o del área creativa de Parque Lago, los pescadores han hallado flotando y han arrastrado a la orilla cuatro cuerpos en el mes de octubre.
Nunca antes se habían registrado este tipo de hallazgos en ese sector, dice un habitante de la zona, pescador eventual de la represa y quien prefiere el anonimato.
“Se han hallado cuerpos incinerados, mutilados, cortados, picados. Hemos contabilizado tres víctimas hombres y una mujer en el último mes. Había uno que tenía metido un machete en las costillas; estaba inflado, en estado de descomposición”, añadió.
El trasvase Daule-Chongón, proyecto de riego más conocido en el noroeste de Guayaquil como el ‘canal de la muerte’, y la propia represa de Chongón, en la salida oeste de la ciudad, se han convertido en vehículo y depósito final de cuerpos violentados que la corriente arrastra por kilómetros.
Cuerpos, extremidades, osamentas
La Policía Nacional contabiliza el levantamiento de 41 cadáveres, tres osamentas y dos extremidades en la desembocadura del trasvase, en un área de transición conocida como la Manga de Covacha, donde la fuerte corriente del canal pasa al embalse.
El teniente coronel Christian Echeverría, jefe de la Unidad de Muertes Violentas y Delitos Contra la Vida (Dinased) de la Zona 8, informó que se presume que los cadáveres son arrastrados por la corriente del canal desde el distrito Nueva Prosperina, al noroeste de Guayaquil.
El canal atraviesa zonas violentas dominadas por bandas criminales como las cooperativas San Francisco, Nueva Prosperina y Sergio Toral, en el noroeste.
Y el último cordón urbano del noroeste, la cooperativa Ciudad de Dios, se ubica a 13 kilómetros de la represa de Chongón en un punto donde el 'canal de la muerte' -llamado así en inicio por las personas ahogadas- pasa a ser subterráneo, para reaparecer a la altura del kilómetro 18,5 de la vía a la Costa, seis kilómetros antes de la represa.
Un primer filtro para los restos
En el recinto Bajo Verde, sector rural al que se ingresa mucho antes de llegar al embalse, por el kilómetro 22 de la vía a la Costa, los habitantes también denuncian que el área se ha convertido en un punto habitual para el hallazgo de cadáveres.
Freddy Pin, residente local desde hace nueve años, explica que en el canal que atraviesa el sector pasan frecuentemente cuerpos, incluso de mujeres.
La comunidad, aunque alarmada, se ha "acostumbrado" a ver pasar los restos y a la presencia policial, pues los agentes acuden con frecuencia para retirar los cuerpos que quedan estancados a un kilómetro del poblado, en la desembocadura del trasvase, otro punto de los hallazgos.
Las rocas y las pozas naturales del sector facilitan los hallazgos, a modo de “cernidera” o un primer filtro. Aunque Pin dice que incluso los motociclistas que atraviesan por un puente al recinto ven y reportan los cuerpos que bajan por el canal.
La situación que se remonta al último año, agravada en los últimos meses, genera preocupación entre los residentes, especialmente por el impacto en los niños que utilizan el canal para bañarse o que asisten a actividades en una iglesia evangélica a orillas del canal.
Muertes engrosan cifras de Progreso
En las poblaciones cercanas del hallazgo de los cuerpos temen que la vía a la Costa se esté convirtiendo también en botadero de cadáveres, pues han hallado cuerpos incluso con tatuajes de Chone Killers (que operan en los cantones de Durán y Samborondón).
Mientras que Chongón, en la vía a la Costa, es territorio de Los Fatales, brazo armado de Los Choneros.
La Policía no descarta que toda la larga trayectoria del canal de más de 40 kilómetros sea susceptible al desecho de cuerpos de personas asesinadas en barrios aledaños al trazado, por ejemplo, dadas las condiciones de difícil acceso, poca población e iluminación.
Pero la vandalización de unas rejas que detenían el avance de los cuerpos de personas ahogadas o asesinadas en Nueva Prosperina (noroeste), a finales del año pasado, lleva a pensar que de ese lugar provienen los restos.
Hasta mediados de 2023, el denominado “canal de la muerte” aportaba hasta el 10% de las muertes violentas (levantamientos de cadáveres) del distrito Nueva Prosperina.
En esa zona de invasiones en el noroeste operan las bandas criminales Fatales, Tiguerones, Águilas, Choneros y -desde este año- Mafia 18, en medio de cambiantes alianzas, disputas y fraccionamientos que inciden en los niveles de violencia.
Nueva Prosperina es el distrito que más redujo la violencia en lo que va del año en el país, con casi 50% menos asesinatos. En 2024 se registra 249 homicidios, frente a los 485 del mismo periodo del año pasado.
En el distrito también se registra el hallazgo de restos humanos. De hecho, este miércoles 6 de noviembre de 2024 se reportó el hallazgo de unas cinco osamentas en la cooperativa Ciudad de Dios, cerca del canal de trasvase, que la Policía ha pedido militarizar como proyecto estratégico.
En contraparte, las muertes violentas registradas en la represa están engrosando, por límites jurisdiccionales, las cifras de la parroquia rural de Progreso, que abarca desde límites de Guayaquil hasta Posorja.
Las muertes violentas han aumentado un 70,15%. En lo que va del año, Progreso registra 114 asesinatos, 47 más que en el mismo periodo del año pasado.
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