166 policías y militares han sido asesinados en Ecuador, desde 2014; en febrero de este año van 7 víctimas
Amenazas, robos y microtráfico de drogas son las principales motivaciones para las muertes violentas de uniformados en el país.
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Honores Fúnebres del sargento Freddy Daniel Laaz, miembro de la Policía Nacional que fue asesinado en enero de 2022, en Guayaquil.
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Solo en lo que va de febrero de 2025, dos militares y cinco policías han sido asesinados en Ecuador. Los agentes son uno de los objetivos de las bandas narcodelictivas que operan en el país y que buscan tener dominio en más territorios.
Así, en 2025 —según los datos oficiales del Ministerio del Interior— 12 uniformados han sido víctimas de muertes violentas. Es decir, hay un promedio mensual de seis víctimas de este tipo.
El incremento es del 100%. Teniendo en cuenta que en 2023 y 2024, hubo 39 y 30 uniformados asesinados, respectivamente. Es decir, el promedio mensual de víctimas fue de tres. Y esos fueron los peores años desde que hay registros.
Más policías atacados por delincuentes
Según la información detallada del Ministerio del Interior, que está disponible desde enero de 2014 hasta el mismo mes de 2025, ha habido 159 víctimas uniformadas de homicidio: 89 policías y 70 militares.
De este grupo, 137 (86%) asesinatos se cometieron por causas asociadas a la delincuencia común, organizada, transnacional y el terrorismo. Los otros 22 casos respondieron a violencia intrafamiliar y comunitaria.
En total, en más de 10 años, 66 uniformados han sido asesinados por amenazas, 25 por delitos asociado al microtráfico de drogas y otros 22 por robos a personas.
La crisis de seguridad que atraviesa el país, por la influencia de las bandas narcodelictivas, se refleja en estas cifras. Hasta 2020 -en siete años- habían ocurrido 46 muertes violentas de policías y militares. Las causas hasta ese año eran amenazas, robo a personas, riñas y crímenes de índole sentimental.
Pero en los cuatro años siguientes, hasta 2024, los asesinatos de uniformados crecieron 146%. Hubo 113 casos. En ese período, además, aumentaron los casos relacionados con narcotráfico, microtráfico y terrorismo.
La reacción oficial
El 2 de febrero de 2025, un grupo de encapuchados ingresó a una clínica particular, en el centro de Machala. Su objetivo era liberar a Cristhian Zambrano Villagua, integrante de Sao-Box, un grupo armado organizado que opera en El Oro.
Los criminales lograron su cometido y liberaron a 'Cristhian', que es el alias con el que es conocido el sujeto. Pero, durante la incursión armada asesinaron a Jhon Castro Cabrera, un agente de la Policía que estaba custodiando a Zambrano Villagua.
Luego de ese crimen, la Policía y el Gobierno pusieron especial atención en esa provincia. En dos semanas, Fausto Buenaño y John Reimberg, anterior y actual ministro del Interior, visitaron dos veces Machala y entregaron nuevos vehículos para la Policía Nacional. Además, el presidente Daniel Noboa cambio al Gobernador.
Del lado militar, el 14 de febrero, en Guayaquil fue asesinado Porfirio Cedeño, teniente coronel de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). El uniformado fue acribillado en los exteriores de la Penitenciaría del Litoral.
Tras ese crimen, esa misma noche, Gian Carlo Loffredo, ministro de Defensa, comandó un operativo en Durán, en la provincia del Guayas. También participó Celiano Ceballos, comandante de la FAE. Las autoridades ofrecieron que, en adelante, los altos mandos participarán en los operativos en territorio.
Esa postura de las autoridades de estar junto a las unidades operativas en los sitios más conflictivos, además de coincidir con los recientes asesinatos de uniformados, también va de la mano con la campaña electoral para la segunda vuelta presidencial.
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