"Hemos recomendado a las empresas no acceder a las extorsiones", dice la Policía tras crímenes en la zona industrial del norte de Guayaquil
En una semana, en la zona industrial se registraron dos asesinatos y el secuestro de un empresario. Las empresas se unen para coordinar respuesta: aumentan seguridad privada y arman a guardias hasta con fusiles.
Medicina Legal y de Criminalística durante el levantamiento de indicios y de un cadáver en un camioneta baleada, tras un tiroteo que se saldó con el asesinato de un conductor y el secuestro de un empresario en la zona este del parque industrial del norte de Guayaquil, el 18 de noviembre de 2024.
- Foto
API
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Dos guardias privados mal encarados y con fusiles en el pecho se apuestan frente a la puerta abierta de una empresa ubicada en la zona este del parque industrial del norte de Guayaquil. La escena se repite cada tarde, a la hora de la salida del personal, ante la mirada de los conductores que circulan por la avenida.
La presencia de guardianía privada en los exteriores de las empresas sobre la avenida Carlos Julio Arosemana Monroy —conocida antes como de Las Palmas— es parte de la estrategia de seguridad privada para mitigar la incidencia de robos y las prácticas extorsivas de las bandas criminales.
Ese sector del parque industrial se ubica a un lado del Bloque 1 de Bastión Popular, en un sector urbano marginal donde operan bandas criminales como Los Águilas y Los Tiguerones.
En el lapso de una semana, entre la tarde del lunes 18 de noviembre y la mañana del sábado 23 de noviembre, en esa zona industrial se registraron dos asesinatos y el secuestro de un empresario.
En un primer hecho, un grupo de seis delincuentes atacó a disparos a una camioneta que circulaba en la avenida Arosemena Monroy. Los criminales asesinaron al conductor y secuestraron al acompañante: el propietario de una cadena de locales de empanadas. Tras ocho días, el empresario aún no ha sido liberado.
Mientras, la mañana del sábado último, sicarios interceptaron el vehículo en el que se movilizaba un periodista radial y le dispararon en repetidas ocasiones, ocasionándole la muerte. Ocurrió en el kilómetro 9,5 de la vía a Daule, en cercanías al Fuerte Militar Huancavilca.
Más guardias privados, en lugar del pago de extorsiones
En el sector vecino a Bastión Popular, las industrias destinan grupos de hasta tres guardias privados, armados con revólveres o escopetas, para ejercer presencia permanente en el exterior de las empresas, sin contar con la guardianía que cubre el interior.
Se trata de una respuesta a la incidencia de grupos criminales que se disputan el norte de esa zona. “A las cinco de la tarde, el personal está afuera”, dice una empleada, que subraya el aislamiento del sector de empresas y bodegas. “Los apagones agravan el problema”, añade.
El coronel Edison Rodríguez, jefe de Policía del distrito Pascuales —a cargo del sector— explicó que, antes de los más recientes hechos violentos, ya se había implementado un “corredor empresarial” con patrullajes periódicos de policías motorizados.
Además, como en Bastión Popular se ubica un Centro de Salud Tipo C, la Policía debe contar con personal cercano ante la posible activación del código plata en la casa de salud, a fin de evitar ataques de miembros de grupos rivales cuando se trasladan heridos a ese centro asistencial, dijo.
El oficial aseguró que el aumento de guardias de seguridad en el sector industrial aledaño, así como la dotación de las armas —que incluyen escopetas repetidoras o fusiles—, obedece a recomendaciones de la Policía, que realiza jornadas de capacitación y asesoría a las empresas.
“Las malditas vacunas nos traen de cabeza a todos. Hemos recomendado a las empresas no acceder a las extorsiones, porque eso se convierte en una prostitución fatal”.
Edison Rodríguez, jefe de Policía de Pascuales.
Según el oficial es preferible denunciar las extorsiones y que las empresas inviertan ese dinero en seguridad privada, que pagar una 'vacuna' extorsiva. “Estos criminales comienzan a pedir cada vez más dinero y llega un punto en el que ya no se puede absorber el pago”, explicó.
“Situación peligrosa, pero controlada”
El panorama en el sector aledaño a Bastión Popular contrasta con el del 'corazón' del Parque Industrial Inmaconsa, ubicado entre la vía a Daule y la vía Perimetral, que limita al oeste con barriadas marginales como El Fortín y Paraíso de La Flor, violentamente disputadas por bandas criminales.
En esa zona límite del noroeste de Guayaquil (distrito Nueva Prosperina) operan cinco grupos criminales: Águilas, Fatales, Choneros, Tiguerones y Mafia-18, que recaló este año en la zona.
Un ejecutivo de una de las compañías de Inmaconsa —donde se ubican un centenar de compañías— describió la situación de las industrias como “peligrosa pero controlada, en lo que cabe”, dijo.
“Inmaconsa está igual de peligroso que el resto de Guayaquil. En general todo está complicado, solo no hay que descuidarse, ni dar papaya”, dijo el directivo, a condición de conservar el anonimato.
Caterina Costa, reconocida industrial en la zona más céntrica de Inmaconsa, dijo que el sector ha venido reforzando sus medidas de seguridad en los últimos dos años.
Las compañías han comenzado a organizarse por manzanas, estableciendo canales de comunicación directa a través de chats grupales, para responder a emergencias, indicó.
Estas medidas han sido complementadas con un trabajo con la Policía Nacional, cuya Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Montebello atiende al sector.
Las acciones incluyen charlas de seguridad para empleados, adecuaciones físicas a las instalaciones, y mejoras de infraestructura. “Hasta hace un par de años la mayoría de industrias en vez de guardias privados, contaban con un simple portero o conserje”, dijo Costa.
La industrial considera que, a pesar de incidentes aislados, estas iniciativas han permitido mantener un “nivel de control” en su sector. Y recomendó replicar estas prácticas en zonas como la ubicada al este del parque industrial, entre la vía Daule y la avenida Francisco de Orellana.
Compartir: