Masacre en Samborondón: El sector rural del cantón se convierte en 'zona fértil' para dos grupos criminales
El ataque armado que dejó siete muertos durante el asalto a una gallera ocurre en medio de la migración de dos peligrosas bandas, que buscan nuevos territorios para actividades criminales.
Gallera improvisada en el recinto Guachapeli, sector rural del cantón Samborondón (Guayas), escenario de ataque armado en el que siete personas resultaron asesinadas la noche del 29 de septiembre de 2024.
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El cantón Samborondón, antes conocido por su tranquilidad, enfrenta una creciente ola de violencia ante la llegada de grupos de delincuencia organizada. El paisaje rural, marcado por arrozales y producción ganadera, muda a centro de operación criminal y a nuevo escenario de masacres.
El 29 de septiembre de 2024, la violencia alcanzó un nuevo pico, cuando un ataque armado dejó siete muertos y tres heridos en una gallera improvisada en el recinto Guachapelí, de la parroquia rural de Tarifa.
La expansión de los Chone Killers, provenientes del vecino cantón Durán, encendió la primera señal de alarma en Samborondón en abril de 2024, luego de lo cual comenzaron a enfrentarse violetamente con un pequeño grupo delictivo originario del lugar: Los Cavagnaro (a los que se propusieron exterminar).
Sin embargo, las autoridades advirtieron recientemente que Los Tiguerones, otra banda criminal, también ha comenzado a operar en sectores rurales de Samborondón (incluso más cercanos a las urbanizaciones), usándolo como punto estratégico para el secuestro de habitantes de la zona.
El escenario se complejiza aún más si se tienen en cuenta los presuntos vínculos que unían al clan familiar de cuatro hermanos de los Cavagnaro de Samborondón con Los Tiguerones.
¿Siete acribillados por un robo?
Entre seis y ocho motorizados vestidos de negro, atravesaron un puente peatonal conocido como El Amarillo, sobre el río Los Tintos de Guachapelí, la noche del domingo, cerca de las 19:00.
Más de un centenar de hombres -la Policía dice que hasta 200- tomaban licor y apostaban a las peleas de gallo fino, en una gallera improvisada -un pequeño ‘cuadrilátero’- afuera de una casa de caña.
Los presentes creyeron que se trataba del arribo de más jugadores, pero al llegar los motorizados desenfundaron sus armas.
El mayor Dennis Cárdenas, jefe Subrogante de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), informó que los motorizados despojaron de sus pertenencias a los presentes.
Y dijo que aún se investiga si el robo o la oposición al asalto es el móvil original del brutal ataque a disparos.
Mientras que los familiares de las víctimas, que la tarde de este 30 de septiembre esperaban por la entrega de cadáveres en la morgue de Guayaquil, aseguraron que los motorizados llegaron al lugar a buscar a un hombre.
Al no encontrarlo procedieron con el asalto y luego dispararon a mansalva, quitándole la vida incluso al propio dueño de la gallera, Perfecto Contreras, de 49 años.
“A todos les quitaron los teléfonos y las billeteras. Las víctimas son agricultores, montuvios y trabajadores de entre 27 y 49 años que el único vicio que tenían era el de divertirse con los gallos los fines de semana”, aseguró la familiar de una de las víctimas, quien prefirió el anonimato.
Acopio de drogas y secuestro
Ninguno de los hombres asesinados este domingo, ni tampoco los heridos, registra antecedentes penales, según confirmó la Policía.
“Hay bandas criminales en la zona, pero no en nuestro recinto, sino en Tarifa (tres kilómetros este) y por eso presumimos que de allí provino el ataque. En todas partes ahora hay estos grupos”, dijo otra vecina, amiga de la familia de una de las víctimas.
Se trata del primer hecho violento de este tipo en el Guachapelí, aunque el cantón Samborondón registra tres masacres con víctimas múltiples en lo que va del año. Y aunque Cárdenas evitó informar sobre el balance de las muertes violentas en el municipio, hasta mediados de año ya se habían duplicado.
Y es que la captura de un cabecilla narco criminal de los Chone Killers (Carlos González, alias ‘Comandante Carlitos’) en la parroquia rural de Tarifa, en abril pasado, le reveló a la Policía que el grupo tenía dos años usando la zona para el acopio y distribución a gran escala de drogas.
Uno de los 15 hombres más buscados de Ecuador había convertido en escondite y reducto criminal al sector, bajo la fachada de una ferretería y una empresa de seguridad privada.
El pasado 9 de septiembre, la Policía informó de la captura, tras una serie de allanamientos, de nueve supuestos miembros de Los Tiguerones, tras liberar a un adulto mayor secuestrado.
Los secuestradores plagiaron a la víctima un día antes en Samborondón , cerca de las 21:00, en el sector de la avenida La Barranca, para luego trasladarlo hasta el sur de Guayaquil, de acuerdo al reporte policial. Y pedían USD 700.000 a cambio de la liberación.
El cantón registra cinco secuestros en lo que va del año, entre ellos el de tres mujeres raptadas también en la vía a La Barranca, atribuidos al arribo Tiguerón a la zona.
Se trata de un recinto que se ubica a solo dos kilómetros al norte de Ciudad Celeste, en el sector de crecimiento urbanístico y conjuntos residenciales privados de la parroquia urbana La Puntilla.
Masacres con motivaciones dispares
- El 15 de junio, una incursión armada a una vivienda terminó con un triple crimen, miembros de una misma familia, en el barrio Lechuceras, en la cabecera cantonal de Samborondón. Ninguna víctima tenía antecedentes penales. Pero se atribuyó a la guerra de Chone Killers contra el clan Cavagnaro.
- El 27 de julio, antisociales asesinaron a cinco personas, entre ellas dos menores de edad, en una casa del recinto Villa Mercedes, al que se accede solo en lancha, sin que hayan quedado claras las motivaciones. La Policía ventiló opciones como la extorsión o el tráfico de tierras.
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