Masacre en gallera de Manabí: La orden la dio alias 'Comandante', del grupo criminal R7
Los cuatro procesados no se acogieron al derecho al silencio y frente el juez dijeron sus primeros alegatos de defensa, antes de que se les dicte prisión preventiva por esta masacre, en la que murieron 12 personas y ocho más resultaron heridas.

Cuatro personas fueron detenidas tras la masacre ocurrida en el cantón El Carmen, en Manabí. 18 de abril del 2025.
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En su primera comparecencia ante el juez, los cuatro detenidos por la masacre ocurrida la noche del jueves 17 de abril de 2025 en una gallera de El Carmen, Manabí, decidieron no acogerse al derecho del silencio. Uno de ellos reveló que la orden provino de alias ‘Comandante’, un cabecilla del grupo terrorista R7 que opera desde las cárceles de Ecuador.
Los cuatro procesados intervinieron durante la audiencia de formulación de cargos, por lo que el juez dispuso que la defensora técnica les explicara sus derechos, de guardar silencio o expresarse libremente, según lo que sus abogados les hayan recomendado. “Y es que, una vez que ellos comiencen, le corresponderá a la Fiscalía realizar las preguntas pertinentes”, advirtió el juez.
“Sí me gustaría expresarme un poco y aclarar que yo no tengo vínculo con ningún tipo de bandas, con ningún GDO, simplemente somos conocidos con el señor, por el tiempo que él vivía en la zona, en el puesto en el que yo sé comer, al filo de la carretera, somos amigos, conocidos, más no pertenezco a ningún GDO”, alegó Diego M., de 32 años.
En la vía a Puerto Limón, a 30 kilómetros de Santo Domingo de los Tsáchilas, en una finca allanada por la Policía, se ubicó a Diego y a su hermano Carlos, ambos detenidos. En ese domicilio se hallaron armas de fuego tipo fusil de fabricación industrial calibre .223, un subfusil calibre nieve milímetros, seis alimentadoras de fusil, una sub alimentadora de fusil, cuatro alimentadoras de pistola, 47 cartuchos .223, además de 27 cartuchos calibre 5.56 y nueve cartuchos de nueve milímetros.

Adicionalmente, en la parte posterior de la finca, sobre el piso cubierto con plástico negro se les decomisaron cuatro forros de chalecos antibalas color verde, con la leyenda del Ejército Ecuatoriano, cuatro chompas pixeladas de color verde similares a las de las Fuerzas Armadas, cascos y dos pares de botas.
Como tercer indicio encontrado en este allanamiento se incautaron “tres armas de fuego tipo escopeta y tipo rifle de fabricación artesanal, con calibres 16 y 22 mm”, detallaron los agentes investigadores.
No obstante, Diego aseguró que la finca pertenece a su mamá y que las armas encontradas ahí fueron entregadas por un señor conocido por él, a quien identificó como Víctor P., quien “llegó de una” y quien le pidió que le guardara ese material.
“Yo no tenía conocimiento del hecho que se había suscitado y como era conocido, me ha prestado dinero y con mucho gusto le he pagado y ha sido incondicional, entonces yo opté por atender el pedido, pero no tenía conocimiento de nada más y no pertenezco a ningún GDO”, afirmó Diego.

Su hermano Carlos, de 42 años, en su turno declaró ante el juez: “Lo que puedo decir es que yo no he sabido nada de eso. Yo estaba en la casa descansando en mi hamaca, no sabía nada, no tenía conciencia de lo que estaba ocurriendo. No he sabido nada de eso”, aseguró.
La tercera persona detenida, María Q., de 32 años, también alegó su inocencia. “Yo no sé nada de lo que pasó en la cárcel, esa noche me acosté temprano, porque estaba lloviendo, me acosté como a las 19:00, yo no he sabido nada. Yo tengo mi gabinete de belleza, trabajo vendiendo comida, vendo comida, me puse una tiendita, eso hago yo, nada más”, afirmó María Q.
En su domicilio, en el recinto La Bramadora, a 25 minutos del cantón El Carmen, la Policía encontró una pistola Pietro Beretta, un fusil marca Anderson, cartuchos calibre .223, 9 mm y 5.56, una alimentadora de fusil y una de pistola, un poncho amarillo, chaleco antibalas con la leyenda “Ejército Ecuatoriano”. Además, tres motocicletas, guantes tácticos, chompas pixeladas y unos USD 200 en efectivo.
En ese mismo lugar se detuvo a Víctor V., de 33 años: “Yo deseo expresarme también. Lo que pasa es que a mí me llamaron. Me llamó el señor Franklin Veintimilla y me dijo que me quede en un puesto, y después me dijo que ya me vaya de ahí; y de ahí me dijo que espere, que me van a llevar unos bultos, que le guarde eso hasta que ellos fueran a ver, y uno sin tener conocimiento qué era”.

Ante la interrogación de la Fiscalía, Víctor Orley, alias 'Guanábana' y considerado un objetivo de intermedio valor para la Policía, respondió:
Fiscalía: ¿Los nombres completos de señor?
Víctor Orley: Solo lo conozco como Franklin Veintimilla
Fiscalía: ¿A qué número telefónico lo llamó
Víctor Orley: Al mío
Fiscalía: ¿Cuál es el número?
Víctor Orley: No me lo sé
Fiscalía: ¿Cuándo lo llamó?
Víctor Orley: El día jueves, como las 6:30, me llamó y me dijo que por favor me mueva a un sitio, que él me avisaba.
Fiscalía: ¿6:30 de la mañana o la tarde?
Víctor Orley: En la noche.

Previamente, el procesado admitió ante los agentes que “aparentemente pertenecería a una organización delictiva denominada “Los R7”, señalando que la ejecución del hecho violento habría sido encargada por un ciudadano conocido como “Franklin Veintimilla”, alias “El Comandante”, identificado como uno de los comandantes de dicha estructura”.
Además, reveló que “esta organización estaría tomando control del sector correspondiente a Puerto Limón, y que el traslado de las armas utilizadas en el hecho habría sido realizado al domicilio donde habitaban los ciudadanos Carlos M. y Diego M.”.
Hasta 30 años de prisión
A los cuatro procesados se les dictó la medida de prisión preventiva. El juez ordenó que los tres hombres sean trasladados al Centro de Privación de Libertad (CPL) de varones de Guayaquil (La Roca); mientras que la mujer fue enviada al CPL Femenino de Guayaquil.
Se les imputa los delitos de sicariato -castigado con una pena de 26 a 30 años- y el de tráfico ilícito de armas -sancionado con prisión de 16 a 19 años de cárcel-, según el Código Orgánico Integral Penal, COIP, vigente desde 2014.
¿Quiénes son los R7?
El grupo criminal R7 opera principalmente en las cárceles del país. Surgió de la banda Los Choneros y fue creada por dos de sus miembros: Freddy Anchundia, alias 'Anchundia', y Javier Achilie, alias 'Negro Ángelo', tras la muerte del máximo cabecilla chonero Jorge Luis Zambrano, alias 'Rasquiña'.
Se les atribuyó las masacres suscitadas en la cárcel de El Turi y de Santo Domingo y se dedican principalmente a delitos como el sicariato, la extorsión y el tráfico de drogas.
La masacre en la gallera La Fortaleza, ubicada en la entrada a Rocafuerte, vía a Puerto Limón, una ruta ubicada en el cantón El Carmen y a 20 minutos de la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, se produjo la noche del jueves 17 de abril.

Una docena de sujetos llegaron en tres vehículos -Hyundai Tucson negro, Kia Sportage oscuro y una camioneta blanca- vestidos con prendas militares, similares a los uniformes de las Fuerzas Armadas y portando armas de corto y largo alcance.
“Uno de los sujetos ingresó al laboratorio y ordenó a todos que se tiraran al piso”, dijo una mujer que se ocultó debajo de una jaula de gallos, abrazando a su hijo, minutos antes del tiroteo.
Minutos después -declaró la testigo- los agresores se retiraron del lugar e ingresaron inicialmente a un burdel contiguo a la gallera, para luego irrumpir en esta y sustraer todo el dinero correspondiente a las apuestas y entradas, el cual estima en un monto aproximado de USD 100. Otras versiones de testigos indicaron que lo sustraído alcanzaba los USD 20.000.
En la gallera murieron 11 personas: Elvis Carbo Rivera, Máximo Hernández Márquez, Octavio Figueroa Quirós, Pedro Vélez García, Betty Cañar Cueva y Juan Chamba Peñalosa. En el hospital Gustavo Domínguez fallecieron Miguel Astudillo López, Edwin Varela Muñoz, Milton Palacios Galván y Jesús Mesa Zambrano. En la clínica Bermúdez murió Serafín Guadamud Triago.
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