Qué hacían un exoficial de Policía y un capitán de la Armada en la red de narcotráfico de Los Lobos y la mafia albanesa
Julio César Miño, excoronel de la Policía, era el encargado de reclutar agentes en servicio activo. Mientras que Galo Litardo, capitán de la Armada, alertaba sobre operativos en los puertos.
Composición de fotografías de Julio César Miño, exjefe de la Policía Judicial de Guayas, y de Galo Manuel Litardo García, excapitán de corbeta en servicio activo de la Marina, detenidos en diciembre de 2024
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PRIMICIAS
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La investigación tiene ya varios meses. La Policía de Ecuador empezó a rastrear una organización delictiva que se dedicaba a contaminar contenedores de productos de exportación con cocaína. La droga se enviaba desde Guayaquil hacia Europa, sobre todo, a España.
En el inicio de las investigaciones, los agentes descubrieron la participación de dos sujetos de interés: Julio César Miño, excoronel de la Policía Nacional; y Galo Litardo, capitán de la Armada Nacional. Empezaron a seguirlos e interceptaron sus comunicaciones.
Los delincuentes usaban el método conocido como 'rip off' o gancho ciego. Consiste en ubicar a una embarcación que ya salió del puerto y que se encuentra en la zona de cuarentena o saliendo a alta mar para contaminarla con droga, acercándose con barcos pequeños.
El 12 de diciembre de 2024, ocho personas fueron detenidas y procesadas por delincuencia organizada. entre los involucrados estaban Miño, Litardo y Carlos Zambrano, alias 'Carlitos', quien era el jefe de la organización y tenía antecedentes por narcotráfico.
Durante la audiencia de formulación de cargos, la Fiscalía señaló que la droga que movía esta red era ingresada a Ecuador desde Colombia, a través de pasos fronterizos ilegales, llegaba a Guayaquil para acopiarse y esperar a ser enviada al extranjero.
La sombra de Los Lobos y la mafia albanesa
En Ecuador, según las investigación, esta red de narcotráfico estaba asociada a la banda ecuatoriana Los Lobos, que le brindaba seguridad. Mientras que en Europa, autoridades españolas, están investigando una posible conexión con la mafia albanesa.
La participación de narcotraficantes albaneses, con conexiones con Ecuador, en España no es nueva.
A finales de 2024, el diario ABC de España publicó que la mafia albanesa estableció a Ecuador como punto neurálgico de sus operaciones delictivas, en especial el tráfico de cocaína.
Además, el artículo asegura que esta mafia también ha llegado a España, "lugar capital, no solo como puerta de entrada a Europa, también es punto de encuentro entre criminales".
En octubre de 2024, España realizó la mayor incautación de contrabando de cocaína de su historia. Se trató de 13 toneladas de esta droga que estaban ocultas en un contenedor que llegó al puerto de Algeciras, desde Ecuador, y que tenía relación con los albaneses.
La labor de Miño y Litardo
En el caso de Julio César Miño, excoronel de la Policía Nacional, las investigaciones determinaron que tenía dos funciones en la organización criminal: reclutamiento y seguridad aprovechando sus nexos con la Policía.
Por ejemplo, cuando la organización estaba planificando contaminar un contenedor para traficar cocaína hacia Europa, necesitaban saber que empresas exportadoras estaban "limpias", es decir, que no hubieran tenido problemas legales en envíos anteriores y que, además, exportaran grandes cantidades de productos como banano o mariscos.
Para esto, Miño contactaba a agentes de la Policía en servicio activo que trabajaran de cerca con la actividad portuaria. Así podía a acceder a información privilegiada sobre los contenedores que podían ser contaminados con droga y evitarse problemas de registros legales.
"Él (Julio César Miño) podía hacer estos acercamientos con estos policías para que ellos no perfilen o no controlen estos contenedores", explicó a PRIMICIAS uno de los investigadores que estuvo detrás de este caso.
Ahora que está activada la etapa de instrucción fiscal, la Fiscalía y la Policía siguen rastreando a los agentes en servicio activo que entregaban esa información a Miño. Por eso, no se descarta que, más adelante, haya más vinculaciones de uniformados.
Pero, además, Miño habría coordinado la seguridad de la estructura criminal cuando se realizaban las transacciones con droga y dinero, así como para transportar la mercancía ilegal.
Galo Litardo, capitán de la Armada, en cambio, entregaba información sobre las operaciones navales. Alertaba sobre los operativos o ayudaba a distraer a otros oficiales de la Armada con alertas falsas.
Durante la formulación de cargos, el Ministerio Público no mostró indicios de una vinculación directa de Litardo en el narcotráfico como tal. Aunque se presentaron registros de llamadas entre el militar y los líderes de la agrupación criminal.
Litardo es el único de los procesados en este caso que no está preso porque está a cargo de su hijo menor edad. Por esta razón, sigue actuando como miembro activo de la Armada del Ecuador.
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