El Hospital de Monte Sinaí de Guayaquil atiende una media de una víctima de violencia criminal al día
La casa de salud atendió a 226 pacientes heridos por arma de fuego o arma blanca, entre enero y julio de 2024. La atención de baleados y de privados de la libertad satura quirófanos y retrasa cirugías programadas, según una denuncia ciudadana.
Un bus con personal penitenciario traslada a privados de la libertad tras la atención médica de los reclusos en el hospital de Monte Sinaí, al noroeste de Guayaquil, el 14 de marzo de 2024.
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PRIMICIAS
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El Hospital de Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil, atendió en los primeros siete meses del año a 291 personas privadas de la libertad y a 226 heridos por agresión con arma de fuego o arma blanca, una media de una víctima de violencia criminal diaria.
El distrito Nueva Prosperina, en el que se ubica la casa de salud, registra 193 homicidios en lo que va del año, en la segunda zona más violenta de la ciudad. Y en el sector, de 300.000 habitantes, operan cinco organizaciones criminales inmersas en una nueva disputa territorial.
Pero el número de heridos de gravedad atendido es mayor al de las muertes violentas en el sector, según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP). Y es que el hospital registró en promedio la atención de 1,06 heridos por arma de fuego y/o cortopunzante, entre enero y julio de 2024.
Los datos ponen en perspectiva la denuncia de la familia de una mujer de 77 años que reveló como la atención a heridos de bala y a reclusos parece estar comprometiendo a la de los pacientes de otras patologías en espera de cirugías.
María Basurto Ramírez sufrió la amputación de toda su pierna luego de esperar siete días hospitalizada por una intervención que solo debía afectar su pie, algo que agravó su cuadro clínico, según la denuncia publicada por PRIMICIAS.
Yesenia Santos, nieta de Basurto, acusó al centro hospitalario de priorizar la atención de privadas de la libertad y de “baleados” sobre la atención de cirugías programadas de población vulnerable, como niños y adultos mayores.
El MSP reconoció tras la denuncia que este año se está registrando una media de ocho quejas mensuales por problemas de atención, que la entidad recibe a través de un formulario único. Pero en el lugar se realizan casi 16.000 cirugías al año, matizan desde el Ministerio.
El Código Plata en los hospitales
No obstante, la activación del protocolo de Código Plata ante amenazas por violencia y la atención de heridos de bala estuvo entre las razones que les dieron a la familia denunciante para postergar la atención en Monte Sinaí y en el hospital del Guasmo, al Sur, en el distrito más violento de Guayaquil.
Los quirófanos se asignan en función del grado de emergencia y un herido de bala tiene mayor prioridad que otras patologías.
El problema es que estadísticamente están atendiendo gran cantidad de baleados, lo que según la denuncia compromete la integridad y la calidad de vida de pacientes vulnerables.
Ante amenazas de seguridad, la administración hospitalaria debería ceder el mando de la casa de salud a la Policía Nacional, de acuerdo al protocolo del Código Plata.
Y la activación del protocolo puede llegar a cubrir operaciones sanitarias como atención de emergencias, consulta externa, hospitalización, servicios críticos hospitalarios, visitas y tareas administrativas, según la gravedad de la amenaza, hasta el alta del paciente.
Según la Coordinación Zonal 8 del MSP el Código Plata se debe activar siempre que haya una amenaza que ponga en riesgo la seguridad del personal o de uno de los pacientes.
Pero de acuerdo a esa dependencia con ello “no disminuye la capacidad de los servicios que brindan los hospitales o unidades de salud”.
En la jurisdicción de la Zonal 8 (que abarca Guayaquil, Durán y Samborondón) el protocolo implica mayor seguridad con presencia de la Policía, protección en traslados y la atención sin riesgos para otros usuarios, de acuerdo a la Coordinación.
“Los pacientes que han estado involucrados en hechos violentos reciben atención en centros específicos”, añade la entidad. Y el hospital de Monte Sinaí es uno de ellos.
Hospitales con su propia policía
De hecho, en los hospitales generales Guasmo (al sur de Guayaquil) y Monte Sinaí se encuentran instalados puestos de control Policial durante las 24 horas del día, “por ubicarse en zonas identificadas como de alta peligrosidad”.
En la casa de salud del noroeste -en donde se fugaron dos reos en mayo pasado-, el Centro de Apoyo Policial cuenta con la presencia permanente de 16 policías que contribuyen al resguardo y a la seguridad ciudadana, así como a la respuesta en la activación del Código Plata.
En cuanto a la presión que ejercen los privados de la libertad en los servicios hospitalarios, desde la Coordinación Zonal 8 indican que debido al sector en el que se encuentra, el centro asistencial recibe a reclusos por su cercanía a la Penitenciaría del Litoral (norte de Guayaquil).
Entre enero y julio se registraron 291 de estas atenciones. Y es el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) el que se encarga de movilizar a los reclusos a sus citas médicas “en los días y horas programadas”.
Pero también se atiende allí las emergencias con los reos. Y eso incluye este año a enfermos con tuberculosis que llegan con desnutrición crónica desde el complejo de cinco cárceles del norte de la ciudad, los que han llegado a ocupar toda un ala en el tercer piso de la edificación.
La producción quirúrgica del centro hospitalario, una de las mayores en la Zona 8, está al alza, pues en 2022 se registraron en esa casa de salud 6.781 intervenciones, mientras en 2023 se ascendieron a 15.719 operaciones.
Mientras, en los primeros siete meses de 2024, el hospital de segundo nivel supera las 10.000 cirugías, con mayor incidencia en las especialidades de ginecología, cirugía general y cirugía vascular, según información de la cartera de Estado.
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