Dos exportadoras de banano con larga trayectoria fueron claves para la mafia albanesa
El caso Pampa reveló los vínculos entre Sentilver y Damascoswett, y Dritan Gjika, líder de la mafia albanesa en Ecuador. La conexión está en un argentino-italiano que vivía en Marbella, y que fue detenido en febrero pasado.
Bananos de Sentilver, una de las empresas relacionadas con la mafia albanesa en el caso Pampa.
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Sentilver y Damascoswett son dos exportadoras bananeras con larga trayectoria. Ambas fueron fundadas en 2008, tienen registros de exportaciones de plátano desde al menos 2014. Sin embargo, ahora son parte de una investigación por lavado de activos que las relaciona directamente con el narcotráfico y la mafia albanesa.
En qué punto estas empresas comenzaron a trabajar con o para Dritan Gjika, el líder de la mafia albanesa en Ecuador, es algo aún difícil de determinar. Gjika no aparece en ningún momento como accionista o administrador de estas firmas. Quienes sí están registrados son una familia argentino-italiana, cuyos miembros ahora enfrentan investigaciones penales en Ecuador y España.
Pero los vínculos entre la familia Sánchez Rinaldi y el albanés quedaron al descubierto en las investigaciones del caso Pampa. El expediente de esa causa apunta a que Sentilver y Damascoswett no sólo servían para lavar activos, sino también para exportar contenedores de banano contaminados con cocaína a Europa.
- Una red de exportadoras, inmobiliarias y productoras conforman la red de lavado de la mafia albanesa
Las investigaciones lograron determinar que al menos 10 contenedores contaminados, identificados en los puertos de Europa y procedentes de Ecuador, están relacionados con estas empresas.
Dos empresas con trayectoria
Sentilver y Damascoswett tienen historias similares. Ambas fueron creadas en Guayas en 2008, por accionistas que, en menos de dos meses, entregaron su participación a otras personas.
Los registros de las dos empresas en la Superintendencia de Compañías demuestran que son empresas "parientes", pues se repiten los nombres de sus administradores y accionistas.
En el centro del esquema está Mario Sánchez Rinaldi, de 49 años, originario de Mendoza, Argentina, y quien también tiene nacionalidad italiana. Además aparecen en las empresas su hermano, Walter Sánchez Rinaldi; su sobrino, Alejandro Sánchez Carrasco; su esposa, Carina Espinoza Beals, y su madre, Dionicia Rinaldi de Sánchez.
Actualmente, el único accionista de Sentilver es Walter Sánchez Rinaldi, hermano de Mario. Y la única accionista de Damascoswett es Carina Espinoza, esposa de Mario.
Ambas son empresas de trayectoria. Cada una de ellas ha realizado más de 4.000 embarques de banano desde 2014, de acuerdo con los registros de Panjiva. Su principal destino es los Estados Unidos, a donde cada una de estas exportadoras ha enviado más de 900 embarques de banano. Y entre sus clientes se encuentran renombradas empresas internacionales de provisión de alimentos.
Sin embargo, ambas firmas tienen una relación directa con la mafia albanesa. Una de las evidencias es que hacían negocios con Agricomtrade, otra bananera, en la que Gjika fue accionista desde 2018. Según los reportes que constan en el expediente del caso Pampa, Sentilver y Damascoswett eran "clientes" de Agricomtrade, es decir que recibían banano de esa empresa.
Según información de la Policía Española, Mario Sánchez Rinaldi tenía múltiples negocios en Marbella y Granada, y llevaba un estilo de vida lujoso. Él es uno de los 13 detenidos en España, en los operativos internacionales coordinados del caso Pampa en febrero pasado.
Sobre ambas empresas, había ya alertas hace años. Sentilver es una de las exportadoras de banano a las que el Ministerio de Agricultura inició una auditoría en 2022. Y Damascoswett, en cambio, estuvo investigada, en 2023, por falsedad en sus declaraciones aduaneras.
Aun así, siguieron haciendo negocios. De acuerdo a los registros aduaneros de Panjiva, Sentilver tuvo embarques hasta agosto de 2022, y Damascoswett, hasta diciembre de 2023.
Exportaciones a Albania
Otro vínculo que une a las dos bananeras con la mafia albanesa es uno de sus compradores. Se trata de la empresa albanesa Alba Exotic Fruit, investigada por narcotráfico en ese país después de que se identificaran seis cargamentos contaminados con droga entre 2019 y 2021.
Los registros aduaneros de Panjiva evidencian que 18 empresas ecuatorianas hicieron 332 exportaciones desde Ecuador a Alba Exotic Fruit entre 2016 y 2022. Entre quienes enviaban banano a esa firma albanesa están Agricomtrade, Damascoswett y Sentilver.
De hecho, uno de los contenedores contaminados que aparecen en la investigación fue hallado en el puerto de Durres, el más grande de Albania. La droga estaba camuflada en un cargamento enviado por Sentilver a Alba Exotic Fruit, que salió de Guayaquil el 30 de mayo de 2021.
Según los datos del Banco Central, las exportaciones de banano con destino Albania crecieron rápidamente a partir de 2016, llegando a su pico en 2021, cuando se exportaron más de 46.000 toneladas de esta fruta a dicho destino.
En 2023, sin embargo, la cifra cayó drásticamente, lo que coincide con la revelación del informe León de Troya, que hizo público el nombre de Dritan Gjika, y más tarde la revelación del caso Pampa a inicios de 2024.
Cargamentos de banano con cocaína
Más de 10 contenedores de banano contaminados con cocaína, detectados en los puertos de Europa, tendrían vínculos con la mafia albanesa. Al menos cinco de ellos fueron embarques realizados por Sentilver, según pudo corroborar PRIMICIAS en los registros aduaneros en Panjiva.
Uno de los decomisos más grandes que constan en el expediente se realizó el 16 de agosto de 2020 en el puerto de Rotterdam, Países Bajos. Se hallaron 1.100 kg, que según las autoridades holandesas tendrían un valor comercial de 82 millones de euros. El contenedor había salido de Guayaquil el 26 de julio, enviado por Sentilver.
Esta incautación en Rotterdam fue clave, según información de la Policía Española, pues los narcotraficantes cambiaron su técnica y comenzaron a realizar pequeños envíos de entre 15 y 40 kg, contaminando varios contenedores a un mismo importador, "y usando la estructura de los contenedores para ocultar la cocaína, de forma que, si era interceptada, la empresa exportadora negaba su implicación en el envío ilícito".
Esto se evidencia, por ejemplo, en una incautación en marzo de 2021 en el puerto de Antwerp, Bélgica. Agentes hallaron tres contenedores provenientes de Guayaquil que contenían 50 kg de cocaína cada uno, que habían salido en dos embarques distintos de Sentilver.
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