Así operan los equipos militares privados que comanda Erik Prince, el nuevo aliado del Gobierno de Daniel Noboa
El presidente Daniel Noboa anunció una alianza estratégica con Erik Prince, conocido y controversial empresario de seguridad estadounidense. Su rol en guerras extranjeras ha sido señalado como mercenarismo.

El 11 de marzo de 2025, Erik Prince y el presidente Daniel Noboa se reunieron en Ecuador.
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Corría septiembre de 2007 y la Guerra de Irak atravesaba por su momento más sangriento. En este contexto, el nombre de Erik Prince, quien era el fundador y director de la empresa Blackwater, ganó notoriedad.
Según los reportes de la época, los insurgencia iraquí emprendió una ofensiva sin precedentes y solo ese año, en Irak, murieron cerca de 1.000 soldados de Estados Unidos, que encabeza a la coalición de países que provocó la caída del Gobierno de Sadam Huseín.
Blackwater había sido fundada por Prince —que viene de una familia con una histórica conexión con el Partido Republicano— en 1997. Previamente, el empresario fue militar.
A inicios de los 2000 recibió los primeros contratos de Estados Unidos. Y, en 2003 en el inicio de la Guerra de Irak, fue una de las empresas privadas contratadas para dar seguridad a funcionarios estadounidenses en ese país, custodiar sus instalaciones militares y entrenar a sus agentes.
El 16 de septiembre de 2007, en la Plaza Nisour de Bagdag, capital de Irak, un grupo de contratistas de Blackwater, que estaban a cargo de la seguridad de funcionarios del Departamento de Estado, disparó a un coche que era ocupado por una pareja y su hijo.
Los contratistas afirmaron que fueron atacados y respondieron. Al tiroteo se sumaron miembros de la Policía de Irak y otras unidades de Blackwater, lo que terminó en la muerte de 17 civiles locales.

Las versiones opuestas de Blackwater y el Gobierno de Irak sobre lo que ocurrió llevaron a suspender la autorización de la empresa para operar en el país del Medio Oriente. Además, en Estados Unidos y en el mundo entero se empezó a debatir sobre el rol de las empresas privadas en los conflictos bélicos y la posibilidad de que las tareas de seguridad privada sean una fachada del mercenarismo.
En esos años, la ONU evidenció que había empresas privadas estadounidenses que operaban en Irak, durante la Guerra, que reclutaban mercenarios en países como Ecuador y Honduras, a través de propuestas engañosas de trabajo.
Las sentencias y la desaparición de Blackwater
Las investigaciones en Estados Unidos realizadas por la Cámara de Representantes, la milicia y el FBI concluyeron, entre otras cosas, que los empleados de Blackwater causaron "bajas significativas y daños materiales" en Irak. Además, que al menos 14 de las víctimas de la Plaza Nisour fueron asesinadas sin causa.
Con base en esos documentos y otras pruebas, el 22 de octubre de 2014, cuatro contratistas de la empresa fueron declarados culpables de asesinato y homicidio. Uno recibió cadena perpetua y los otros tres, 30 años de cárcel.
A raíz del incidente, desde 2008, Blackwater redirigió sus actividades hacia la contratación de servicios de seguridad. En febrero de 2009 cambió su nombre a Xe Services y, dos meses después, Prince renunció a su cargo como director y dejó de participar en las actividades de la empresa, que fue vendida en 2010 y, actualmente, opera con otro nombre bajo el nombre de Constellis.
En ese mismo 2010, Erik Prince creó una nueva empresa llamada Reflex Responses y fue contratado por Mohammed bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dhabi. Prince siguió vinculado al sector bélico, pero ya no con equipos propios sino como capacitador de milicias locales.
Según reveló The New York Times, Prince debía conformar un equipo de 800 mercenarios extranjeros, incluidos colombianos y sudafricanos, para combatir posibles brotes de terrorismo. A ese equipo militar se atribuyen, por ejemplo, asesinatos en la intervención militar saudí en Yemen, en 2015.
Por ese tiempo, reportes internacionales, además, sitúan a Prince entrenando a 2.000 somalíes para operaciones antipiratería en el Golfo de Adén.

El regreso de Prince
Tras varios años moviéndose en territorios lejanos a Estados Unidos, en 2016 , el nombre de Erik Prince volvió a sonar a su país, sobre todo, como un hombre cercano a Donald Trump, quien ese año ganó la elección para su primer período presidencial.
Incluso, Trump nombró a Betsy DeVos, hermana de Prince, como su secretaria de Educación. Y Prince habría sido uno de los principales asesores en temas de seguridad. Y, habría intentado abrir una línea de comunicación de la Casa Blanca con Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Además, el 22 de diciembre de 2020, Trump firmó cuatro indultos en beneficio de los contratistas de Blackwater que habían sido sentenciados por la masacre de Bagdag, en 2007.
En 2021, tras la salida de Trump del poder, Prince volvió a operar de manera privada y lejos de EE.UU. Esta vez fue a China y creó Frontier Services Group, que se dedica a ayudar a petroleras chinas a operar de forma segura en zonas conflictivas de África. Aunque sus métodos están en entredicho y, nuevamente, hay dudas sobre si su servicio incluye el uso de mercenarios.
Durante el primer Gobierno de Trump, Prince además fue señalado como el impulsor de una posible intervención de Estados Unidos en Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro. En 2024, Prince empezó una recaudación para apoyar esa causa.
Otra vez Trump, otra vez Prince (con Ecuador en la mira)
Tras la nueva investidura de Trump a inicios de 2025, otra vez, los rumores rondan alrededor de la cercanía del Presidente de Estados Unidos con Prince. Y es en este contexto, en el que el empresario llegó a Ecuador y alcanzó una "alianza estratégica" con Daniel Noboa.
Aunque todavía no se conoce qué significa en la práctica esta alianza dejando abierta la posibilidad de que Prince y su equipo se dediquen a capacitar a militares ecuatorianos en operaciones antiterroristas.

Esto, tomando en cuenta que, desde agosto de 2016, Ecuador es suscriptor de la Convención Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios. Este documento prohíbe la contratación o confirmación de equipos de mercenarios para conflictos armados internacionales o internos, como el que Ecuador vive desde inicios de 2024.
Actualmente, hay nueve países que forman parte de la Convención. En América Latina están Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba y México. Sin embargo, Estados Unidos, China y los países árabes, que es donde opera mayormente Prince, no han ratificado ese acuerdo.
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