Coche bomba de la Penitenciaría del Litoral causó daños en un radio de 130 metros: “Todo se remeció”, dicen vecinos
Las partes de metal de la camioneta usada como carro bomba volaron en un radio de 50 metros y la onda de choque rompió ventanas a 130 metros. Policía tiene dos hipótesis sobre el móvil del ataque.

Interior de un vehículo calcinado en la Penitenciaría del Litoral, al norte de Guayaquil, el jueves 13 de marzo de 2025, tras la explosión de un coche bomba que dejó un guía penitenciario fallecido, afectó a seis vehículos y provocó daños en negocios y viviendas circundantes.
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PRIMICIAS
Autor:
Redacción Primicias
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La explosión de una camioneta doble cabina negra, cargada con explosivos, no solo mató a un guía penitenciario y redujo seis vehículos a chatarra. Su onda expansiva reventó vitrinas y ventanales de vidrio hasta 130 metros de distancia. Además, lanzó esquirlas -partes plásticas y metálicas-, en un radio de 50 metros desde el exterior de la Penitenciaría del Litoral, al norte de Guayaquil.
“Escuchamos un estruendo feo y todo se remeció. Tengo un samán en el patio y pensé que el árbol se nos había caído encima. Cuando salí, vi tres carros en llamas y la puerta metálica de mi negocio en el suelo”, relató Edison Baldeón, de 62 años, quien reside y tiene un local frente al sitio de la explosión.
Su negocio de venta de encebollados, ubicado a 50 metros del sitio de la explosión, recibió el impacto de dos piezas de la carrocería metálica del coche bomba que volaron por los aires. Se trata de dos pedazos de metal retorcido de más de un metro de largo.
“Estos pedazos metálicos volaron más de 40 metros desde el otro lado de la avenida. Eso es lo que tumba la puerta enrollable de mi negocio”, dijo Baldeón.
La transmisión del coche bomba voló a 30 metros
La pesada transmisión trasera del coche bomba fue expulsada a más de 30 metros de distancia del lugar de la explosión, según estimó la Policía, y el motor quedó hecho pedazos, esparcido por la escena.
La Policía busca corroborar entre los restos si es posible recuperar la serie alfanumérica del motor del vehículo, con el fin de determinar si estaba reportado como robado y así avanzar en la investigación.
PRIMICIAS constató mediante servicios de mapas y navegación web que la onda de choque reventó ventanales de viviendas a 130 metros de distancia por el callejón del barrio Unión de Propietarios, ubicado frente al centro carcelario. Aún se investiga el tipo de explosivo usado en el atentado.
La Policía Nacional informó que la onda expansiva reventó los ventanales del edificio de prevención del centro carcelario, ubicado también a ese radio de distancia:
Las hipótesis detrás del atentado
La inteligencia policial maneja dos líneas de investigación sobre los móviles detrás del ataque. La primera está relacionada con los cambios internos o traslados de presos en ciertos pabellones de la Penitenciaría del Litoral, que fueron descritos como “drásticos” por un oficial de policía.
Entre los movimientos se encuentra la intervención en el pabellón 3, donde se produjo la masacre de la noche del 12 y la madrugada del 13 de noviembre de 2024.
Se trata de un pabellón dominado por la violenta organización de Los Duendes, señalada por la matanza del año pasado, quienes estarían en contra de los traslados porque comprometen la seguridad de la pandilla carcelaria y “benefician” supuestamente a la organización de Los Lobos.
La segunda hipótesis apunta a una escalada de violencia por parte de Grupos Armados Organizados (GAOs) --como Los Choneros y Los Lobos- quienes han intensificado sus ataques como estrategia criminal y presuntamente en respuesta a las acciones del Estado.
La noche de este pasado 20 de febrero, un ataque armado registrado en los exteriores de la Penitenciaría del Litoral dejó un policía herido. Mientras que aún no se han esclarecido las causas de la muerte de cinco privados de la libertad hallados muertos en el centro carcelario, el 7 de marzo.

Daños en una decena de negocios
El atentado terrorista provocó daños en puertas enrollables metálicas (agujereadas o desprendidas), dejó cielorrasos vencidos o estalló vitrinas de vidrio en una decena de negocios ubicados frente al sitio de la explosión, al otro lado de los 10 carriles de circulación de la vía a Daule (kilómetro 16,5).
Al menos una decena de casas en Unión de Propietarios -barrio donde viven guías penitenciarios- reportaron también ventanales de vidrio destruidos, techos de zinc agujereados, paredes cuarteadas o restos de mampostería y de bloques en el suelo.
En la casa de Wilson Jiménez, una puerta enrollable se desprendió de su marco. "Las lámparas (fluorescentes) se desplomaron del techo y un aire acondicionado terminó desbaratado", señaló.
“Primero sentimos un estallido pequeño, personas pasaron por aquí gritando que habían puesto coches bomba, y luego vino la explosión más fuerte”, dijo Dévora, una tendera, cuya casa también resultó afectada. La explosión tumbó a su hija de 13 años de la cama, dijo.
La Policía confirmó que los criminales primero incendiaron la camioneta, lo que detonó la carga explosiva. El guía penitenciario fallecido salió a ver lo que sucedía con el incendio y la onda expansiva lo expulsó contra un muro, en la acera opuesta de la vía a Daule.
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